Cae una banda que falseaba documentación para conseguir permisos de residencia y trabajo a inmigrantes

La Policía Nacional ha detenido a 39 personas, entre ellas seis que pertenecían al núcleo duro de la organización, que operaba desde la trastienda de un salón de belleza en Marbella

Comisaría de la Policía Nacional de Marbella (Málaga).POLICÍA NACIONAL MÁLAGA (Europa Press)

Las uñas, un peinado y, para quien pagase entre 2.500 y 5.000 euros, un permiso de residencia en España. La Policía Nacional ha desarticulado en Marbella (Málaga) a un grupo criminal que ofrecía a personas migrantes regularizar su situación en España mediante altas en una empresa ficticia, matrimonios de convivencia y falsos empadronamientos. Lo hacían desde la trastienda de un salón de belleza ubicado en la localidad malagueña, que ejercía de oficina. En una doble operación impulsad...

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Las uñas, un peinado y, para quien pagase entre 2.500 y 5.000 euros, un permiso de residencia en España. La Policía Nacional ha desarticulado en Marbella (Málaga) a un grupo criminal que ofrecía a personas migrantes regularizar su situación en España mediante altas en una empresa ficticia, matrimonios de convivencia y falsos empadronamientos. Lo hacían desde la trastienda de un salón de belleza ubicado en la localidad malagueña, que ejercía de oficina. En una doble operación impulsada desde Algeciras y la Costa del Sol los agentes han detenido a 39 personas en todo el país, seis de ellas pertenecientes a la base de la organización. Se les imputan los presuntos delitos de falsedad documental, favorecimiento de la inmigración irregular, fraude a las prestaciones y pertenencia a grupo criminal. Todos han sido puestos a disposición judicial.

Los primeros pasos de la investigación se dieron en Algeciras. La Unidad contra las redes de inmigración ilegal y falsedades documentales (UCRIF) tuvo conocimiento de la existencia de varias personas extranjeras empadronadas en viviendas de la ciudad gaditana sin conocimiento de los propietarios. Los investigadores comprobaron entonces que los contratos de arrendamiento presentados ante el ayuntamiento por los migrantes eran simulados. Ninguno de los solicitantes, además, tenía ningún tipo de arraigo —ni de residencia, trabajo o familiar— en Algeciras, pero todos ellos sí que tenían cuatro cosas en común. Por un lado, su dirección anterior siempre eran domicilios en la Costa del Sol o Almería. Por otra, justificaban sus medios de vida, a través de la misma empresa ficticia donde estaban dados de alta. Además, compartían representante ante la Oficina de Extranjeros. Y, finalmente, habían contratado al mismo gestor para realizar el papeleo.

El proceso llevó a los investigadores hasta un salón de belleza ubicado en Marbella. Allí, en una trastienda de local, tenía la oficina precisamente el gestor que tenían todos los extranjeros en común, quien declaraba ser experto en Extranjería. Ofrecía a las personas migrantes la posibilidad de regularizar su situación en España ofertando varias modalidades dependiendo de qué requisitos de la Ley cumplían. Lo hacía a cambio de entre 2.500 y 5.000 euros, aprovechándose “de la situación de vulnerabilidad para lucrarse de estas personas”, según un comunicado de la Policía Nacional. Algunas de ellas vendían los pocos bienes que tenían o endeudaban a sus familiares para pagar la deuda. El gestor, además, les decía que podrían recuperar su inversión porque podía conseguirles un posterior cobro de prestaciones por desempleo, como muchos de ellos solicitaron más tarde al Servicio Público de Empleo Estatal.

El núcleo duro de la organización lo conformaban seis personas, una de origen magrebí y el resto españoles. La base del proceso era el alta ficticia en una empresa simulada de venta al por menor, controlada por el gestor. En caso de que fuese necesario, los detenidos también promovían matrimonios de convivencia con ciudadanos nacionales y simulaban certificados de empadronamiento en comunidades donde los documentos pudieran ser expedidos en otro idioma oficial —como País Vasco, Cataluña o las Islas Baleares— para dificultar la comprobación desde la Oficina de Extranjeros. Todas las solicitudes, además, las realizaban de manera telemática a través de distintas sedes electrónicas. Con el objetivo de no levantar sospechas se valieron de dos letrados del Colegio de Abogados de Madrid, quienes presentaban los trámites sin saber que sus clientes les facilitaban documentación fraudulenta, según los investigadores.

Finalmente, la Policía Nacional ha detenido a 39 personas como presuntos autores de delitos de falsedad documental, favorecimiento de la inmigración irregular, fraude a las prestaciones y pertenencia a grupo criminal. Seis de ellas en Marbella y el resto en las ciudades de Barcelona, Gijón, Almería, Madrid, Marbella, Albacete y Granada. La doble operación —denominada Fénix en Algeciras y Ballesta en Málaga— ha sido desarrollada por la UCRIF algecireña y el Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOE) de la Comisaría Provincial malagueña. Los arrestados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número tres de Algeciras, que instruye la causa.

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