División interna en Ciudadanos entre acusaciones de falta de transparencia hacia el equipo encargado de pilotar la renovación
La dirección del partido descarta celebrar un congreso extraordinario antes de que finalice el proceso de renovación a final de año
El escepticismo se extiende entre dirigentes de Ciudadanos que no están a cargo del proceso de refundación del partido. Este lunes, el equipo del G-8 que pilota el proceso de renovación ha informado a la dirección sobre los avances y el calendario que se avecina en otoño, en lo que se prevé una carrera contra reloj para que el partido sobreviva antes, y después, de las elecciones locales de 2023. Pero algunos miembros de la directiva acusan de falta de transparencia y de concreción ...
El escepticismo se extiende entre dirigentes de Ciudadanos que no están a cargo del proceso de refundación del partido. Este lunes, el equipo del G-8 que pilota el proceso de renovación ha informado a la dirección sobre los avances y el calendario que se avecina en otoño, en lo que se prevé una carrera contra reloj para que el partido sobreviva antes, y después, de las elecciones locales de 2023. Pero algunos miembros de la directiva acusan de falta de transparencia y de concreción al G-8 por no detallar los pasos que se están dando para salvar a Cs. “La refundación es una patraña. Una patada hacia delante. Y no sabemos nada de nada”, afirma un miembro del comité ejecutivo. La dirección el partido descarta celebrar un congreso extraordinario antes de que finalice el proceso de renovación a final de año.
La cúpula de Ciudadanos está integrada por el comité permanente —el núcleo duro de Arrimadas— y el comité ejecutivo. Y, por otra parte y de manera autónoma, el G-8 trabaja bajo un acuerdo de confidencialidad. “Se han inventado lo de la confidencialidad para no contarnos lo que pasa”, critican las mismas fuentes. Dos de los miembros del G-8, el portavoz, Guillermo Díaz, y la coordinadora política, Begoña Villacís, son a su vez miembros de la ejecutiva permanente. Pero el muro levantado entre ambos grupos se consolida. Aunque Díaz asegura que “rinden cuentas periódicamente a la directiva”, otros altos cargos critican la opacidad con la que se está desarrollando el proceso.
En la reunión de la ejecutiva permanente de este lunes, Díaz explicó a sus compañeros en qué punto se encuentra el proceso. Y, después del encuentro telemático, Edmundo Bal, portavoz de Cs, compareció ante los medios. Pero los “avances” que enumeró el diputado se limitaban a informaciones ya publicadas días atrás. Como las dos grandes reuniones con cargos orgánicos en julio o la inscripción de 2.000 afiliados en el proceso de escucha activa. “Cuando llegue el final de este proceso serán ustedes los primeros en enterarse y ver cuáles van a ser las conclusiones a las que se llega después de este estudio”, subrayó Bal. “Tienen que trabajar con autonomía, con un plazo”, añaden fuentes de la directiva.
Bal compareció apenas unas horas después de que el exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, anunciara a través de un comunicado su baja como afiliado del partido. El portavoz de Ciudadanos restó importancia a la marcha del exdirigente madrileño por llevar más de un año fuera de la política y sin cargo dentro de la formación. “Sus opiniones, como las de cualquier ciudadano español, son respetables, como es evidente. Pero no son compartidas por mí, ni por el resto de la ejecutiva, ni mucho menos”, apostilló el diputado. “Quien quiera luchar que luche y quien no, que se aparte”, añadió Villacís también por la mañana. En su carta de despedida, Aguado se suma a quienes tildan de “huida hacia delante” la refundación puesta en marcha hace mes y medio, después de la debacle electoral andaluza. Entonces, y como expresó asimismo en su renuncia de este lunes, el exvicepresidente pidió la dimisión de la ejecutiva en bloque y la convocatoria de un congreso extraordinario.
Una exigencia que compartían a finales de junio decenas de cargos de Cs. Y en la que muchos se mantienen hoy. Como Ana Martínez Vidal, diputada en el Parlamento regional de Murcia, que valoró en Twitter la renuncia de Aguado: “Es una pena que uno de nuestros mayores referentes se dé de baja por unos argumentos coherentes y lógicos. La refundación del partido pasa por la convocatoria de un congreso extraordinario. Apelo al sentido común de quienes nos dirigen para evitar nuestra total desaparición”. En la misma línea se pronunció el medio centenar de alcaldes de Cs que el 15 de julio se reunió en Paracuellos del Jarama (Madrid) en un cónclave paralelo a los oficiales organizados por el partido. “Se solicita la realización de una asamblea general extraordinaria para primeros de septiembre, para que la bases puedan expresar la aprobación o desaprobación de la directiva actual y su gestión, saliendo así reforzados y con un liderazgo fuerte”, expusieron en sus conclusiones tras la reunión.
Bal cerró la puerta este lunes al congreso extraordinario y pidió paciencia para un proceso que pretende culminarse en enero. “Estamos in progress, en progreso, trabajando. El G8 está trabajando en esto. Hemos llevado a cabo ya varios hitos”, sentenció Bal. Otras fuentes del partido recelan de que la maquinaria esté a todo gas durante el verano. “No tenemos tiempo. Las elecciones están ya aquí y no se está haciendo nada. O no nos dicen nada”, reclaman. Desde septiembre, los miembros del G-8 viajarán por los territorios para trasladar a los afiliados y afines las novedades y nutrirse de sus demandas y propuestas.