España evacúa a casi 300 excolaboradores afganos un año después de la caída de Kabul
Un avión llegará este miércoles a la base de Torrejón en la primera evacuación masiva desde otoño pasado
Un avión trasladará este miércoles a Madrid a un total de 297 excolaboradores afganos de los ministerios de Defensa y Exteriores en lo que constituye la mayor operación de evacuación acometida por el Gobierno español desde la retirada de las tropas occidentales del país hace ahora un año. Está previsto que el vuelo fletado por las autoridades españolas salga de Islamabad (Pakistán) y llegue a última hora del día 10 a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid)....
Un avión trasladará este miércoles a Madrid a un total de 297 excolaboradores afganos de los ministerios de Defensa y Exteriores en lo que constituye la mayor operación de evacuación acometida por el Gobierno español desde la retirada de las tropas occidentales del país hace ahora un año. Está previsto que el vuelo fletado por las autoridades españolas salga de Islamabad (Pakistán) y llegue a última hora del día 10 a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Según fuentes diplomáticas, 34 de los evacuados son afganos que se encontraban ya residiendo en Pakistán, mientras que los restantes son antiguos colaboradores de las tropas españolas o de la Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo (AECID) que han conseguido salir de Afganistán y llegar al país vecino por sus propios medios. Una vez en Islamabad, la Embajada española les ha facilitado los correspondientes visados y el billete del avión fletado por el Gobierno español. Cinco de los evacuados son exempleados de la OTAN.
Según fuentes diplomáticas, hace pocas semanas aterrizó en la base de Torrejón otro vuelo con un grupo de refugiados afganos, pero no se informó de su llegada para no poner en riesgo esta segunda evacuación, mucho más numerosa. Aunque La Vanguardia informó este lunes de que se ultimaba la evacuación de 265 afganos, la cifra ha variado en los últimos días y aún podría sufrir algún ajuste de última hora.
Entre el 16 y el 27 agosto del año pasado, tras la caída de Kabul en manos de los talibanes, los ministerios de Defensa y Exteriores organizaron una operación de rescate que permitió traer en 17 vuelos, gracias a un puente aéreo con escala en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), a un total de 2.200 personas, de las que 1.671 eran excolaboradores del contingente español que se desplegó durante dos décadas en el país asiático y sus familiares.
Un día antes de que concluyera la operación, un atentado terrorista a las puertas del aeropuerto de Kabul dejó al menos 73 muertos (13 de ellos marines estadounidenses), entre quienes se agolpaban tratando de salir del país. El rápido colapso del régimen pro occidental de Kabul ante el avance talibán hizo que muchos antiguos empleados del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT, por sus siglas en inglés) que España tuvo en la remota provincia de Badghis entre 2006 y 2013 no pudieran llegar a tiempo hasta la capital.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, prometió entonces “no dejar a nadie atrás” y viajó a Islamabad y Doha (Qatar) para pedir el apoyo de sus autoridades a la evacuación de los que habían quedado atrapados en el país. En octubre del año pasado, otros 244 excolaboradores llegaron a la base de Torrejón a bordo de dos vuelos, uno civil y otro militar.
Desde entonces se ha producido un goteo de llegadas desde Islamabad, Teherán (Irán), Ankara (Turquía), Nueva Delhi (India) o Nur-Sultán (Kazajistán) que suma varios cientos de personas, pero no una evacuación masiva como la prevista para este miércoles. La salida de Afganistán resulta muy complicada, ya que los talibanes ponen muchas trabas a las salidas y las autoridades paquistaníes no permiten cruzar la frontera si no tienen la garantía de que los refugiados afganos no van a permanecer en su país.
En agosto pasado, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones organizó la Operación Antígona para prestar acogida a los refugiados afganos, de los que casi un 30% eran niños de 10 años o menos. En abril de este año, sin embargo, más de un tercio del total se había marchado ya de España hacia otros países de la UE.