Defensa donará una veintena de blindados a Ucrania, que pide cohetes y misiles
España, con 37,2 millones, es el 17º país que más material militar ha aportado a Kiev entre los miembros de la OTAN
El Ministerio español de Defensa sigue rebuscando en sus arsenales para entregar material militar a Ucrania y ha decidido donarle una veintena de blindados TOA M-113 de transporte de personal. Pero esta ayuda difícilmente satisfará las demandas del presidente Volodímir Zelenski, que reclama a los países occidentales cohetes de largo alcance y misiles tierra-tierra para equilibrar fuerzas con la artillería rusa.
El Gobierno planeaba donar a Kiev l...
El Ministerio español de Defensa sigue rebuscando en sus arsenales para entregar material militar a Ucrania y ha decidido donarle una veintena de blindados TOA M-113 de transporte de personal. Pero esta ayuda difícilmente satisfará las demandas del presidente Volodímir Zelenski, que reclama a los países occidentales cohetes de largo alcance y misiles tierra-tierra para equilibrar fuerzas con la artillería rusa.
El Gobierno planeaba donar a Kiev los carros de combate Leopard 2A4 remanentes del lote de 108 unidades de segunda mano que Alemania transfirió en 1995, como preámbulo del contrato de fabricación en España de este modelo. Defensa estaba dispuesta incluso a instruir a los carristas ucranios en Letonia y en territorio español. Sin embargo, la ministra Margarita Robles descartó este martes la transferencia, alegando que los carros están “en una situación absolutamente lamentable”. Los tanques llevan una década almacenados en una base logística de Zaragoza, tras ser sometidos a un proceso de deshumectación (retirada de aceites, baterías y cualquier elemento que pudiera deteriorarlos) con el objetivo de reconvertirlos en carros de zapadores y recuperación cuando el Ejército de Tierra disponga de fondos, pues las barcazas están en buen estado. En todo caso, su puesta a punto requeriría una profunda revisión y modernización.
Además, la transferencia de los Leopard españoles a Ucrania, adelantada por EL PAÍS, causó una tormenta política en Alemania —nación fabricante del carro de combate que, hasta ahora, no lo ha incluido en sus donaciones a Kiev—, con fuertes diferencias entre la ministra de Exteriores —la verde Annalena Baerbock— y la de Defensa —la socialdemócrata Christine Lambrecht—, según fuentes diplomáticas.
A la vista de todo ello, Defensa ha renunciado a transferir los Leopard y, en su lugar, donará a Kiev una veintena de vehículos TOA (Transporte Oruga Acorazado) M-113, de fabricación americana. El Ejército de Tierra tiene 1.200 blindados de cadenas de este tipo y planea reducirlos a la mitad en los próximos años. Aunque el M-113 tiene ya seis décadas, se siguen desarrollando nuevas versiones y está totalmente operativo.
Además de los TOA, España ha ofrecido a Ucrania una batería de misiles antiaéreos de baja cota Shorad Aespide, de la firma europea MBDA. Pero las ofertas españolas no satisfacen, ni en cantidad ni en cualidad, las demandas de Kiev, como quedó patente en la entrevista que la ministra de Defensa mantuvo el miércoles con el embajador ucranio en España, Serhii Pohoreltsev.
Robles acudió a la embajada ucrania en Madrid para expresar la “solidaridad de la ciudadanía española” con el pueblo de Ucrania y la disposición del Gobierno español a seguir ayudándole a “hacer frente a la barbarie de Putin”. El diplomático ucranio agradeció la ayuda, pero dejó claro que su país necesita “más y más armas para poder resistir”. En lo que sonó como un velado reproche, apostilló: “Si uno quiere ayudar, siempre busca y encuentra la forma de hacerlo”. En presencia de Robles, el embajador fue más diplomático que en junio pasado, cuando declaró que la munición entregada por España “solo alcanza para dos horas de combate”.
La lista de peticiones es abultada, pero lo más urgente para Kiev es hacerse con cohetes y misiles tierra-tierra para acabar con la impunidad de la artillería rusa, que puede golpear a las tropas ucranias sin ponerse al alcance de su respuesta. Aunque la entrega de misiles Himars por parte de Estados Unidos ha reequilibrado en parte la balanza, el desgaste de una guerra prolongada obliga a reponer arsenales. El problema es que el Ejército español no tiene cohetes (el último lanzacohetes Teruel fue dado de baja en 2011) y no le sobran los misiles, pero Robles prometió al embajador que España atenderá las demandas de Kiev “en la medida de sus posibilidades”.
Según el Instituto por la Economía Mundial (IFW) de Kiel (Alemania), que lleva un registro del apoyo militar a Ucrania, España es el 17º país de la OTAN en volumen de ayuda, con 37,2 millones en material ya entregado, la cuarta parte que Italia o la quinta que Francia. Según datos del 11 de julio, la ayuda militar española ya comprometida y aún no entregada sumaba otros 40 millones.
Al contrario que Alemania, que ha hecho pública la lista del armamento suministrado a Kiev, España mantiene un mutismo total al respecto y solo informó de que el primer vuelo transportaba 1.370 lanzagranadas C-90 y 700.000 cartuchos de ametralladora y fusileria, además de cascos y chalecos antibala. Desde entonces se han registrado otros 18 vuelos y un viaje del buque logístico Ysabel con 200 toneladas de munición; incluida gran cantidad de proyectiles de artillería de calibre 155.
Fuentes gubernamentales admiten que España ha dado menos armas que otros países, pero alegan que los arsenales militares estaban bajo mínimos tras las restricciones presupuestarias de los últimos años y que al material donado bilateralmente hay que sumarle la aportación española (casi el 10% del total) al fondo de ayuda militar a Ucrania de la UE que, tras varias ampliaciones, suma ya 2.500 millones de euros. Además, subrayan, España ha acogido a 130.000 refugiados ucranios y ha traído en vuelo militar a unas 600 personas vulnerables; entre ellos, soldados heridos en combate que están siendo atendidos en el hospital militar de Zaragoza.