Felipe VI y Sánchez se montan con 22 años de retraso en el nuevo tren rápido de Extremadura

El tramo de Plasencia a Badajoz ha quedado inaugurado con una velocidad máxima alcanzada en el trayecto de 180 kilómetros por hora

El rey Felipe VI junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la inauguración del tren de altas prestaciones de Extremadura en la estación de Mérida este lunes.Foto: JERO MORALES (EFE) | Vídeo: EUROPA PRESS

Un minuto. Es lo que ha tardado este lunes por la tarde el tren rápido en arrancar en la estación de Cáceres en dirección a Badajoz. La pantalla del vagón acapara la atención de los viajeros, hasta marcar la máxima velocidad alcanzada en todo el trayecto: 180 kilómetros por hora. Tras dos décadas de espera, los extremeños por fin tienen un tren más rápido que los anteriores, que conectará los principales municipios de la región con la capital de España. El rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han inaugurado este lunes la línea Plasencia-Cáceres-Mérida-Badajoz, la primera ...

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Un minuto. Es lo que ha tardado este lunes por la tarde el tren rápido en arrancar en la estación de Cáceres en dirección a Badajoz. La pantalla del vagón acapara la atención de los viajeros, hasta marcar la máxima velocidad alcanzada en todo el trayecto: 180 kilómetros por hora. Tras dos décadas de espera, los extremeños por fin tienen un tren más rápido que los anteriores, que conectará los principales municipios de la región con la capital de España. El rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han inaugurado este lunes la línea Plasencia-Cáceres-Mérida-Badajoz, la primera de alta velocidad en Extremadura. Ambos se han colocado a la cabeza del convoy, que no ha salido desde la estación de Plasencia sino desde la de Cáceres.

Las cuatro estaciones principales se han mantenido dentro de las ciudades, aunque, a pesar de su renovación, sigue sin haber cafetería en la de Cáceres. Sigue la tradición de abastecerse con las bolsas de patatas en las máquinas expendedoras. Y la de pagar solo en efectivo.

La subida al vagón ha sido hermética. Ninguno de los asistentes ha podido visualizar la entrada. “Todos hacia dentro”, ordenaba un vigilante de seguridad, que avecinaba la puesta en marcha del motor del tren. “Renfe les da la bienvenida”, se oye por la megafonía del vagón con aire acondicionado y sillones que huelen a nuevo. La voz anuncia también que hay servicio de cafetería, acceso a Internet y a una plataforma de contenidos de entretenimiento.

El traqueteo del ferrocarril empieza a sonar. A la llegada al río Guadiana, el tren aminora la marcha. Una vez dentro de la ciudad de Mérida, por la ventana se divisa el suntuoso acueducto de los Milagros. 40 minutos de trayecto que inicia el nuevo corredor. Aquí, el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se han bajado del tren unos minutos para recibir al alcalde, Antonio Rodríguez. Un apretón de manos y a posar para las cámaras.

La velocidad comercial (media), que depende de los condicionantes de un recorrido habitual en tren, como la circulación de otros trenes, la paradas intermedias o las entradas y salidas de las estaciones, dependerá del recorrido: de Monfragüe o Plasencia hasta Cáceres de 130,4 km/h, de Badajoz a Mérida (122,5) y de Madrid-Atocha a Badajoz (106,7), según Renfe.

Cuando la ruta del recorrido esté finalizada, el nuevo tramo contará con 150 kilómetros de vías, por las que pasarán 730 nuevos trenes de alta velocidad. “Es un paso más para revertir infraestructuras que no estaban a la altura del derecho de los ciudadanos de esta tierra. Hoy es un día de inicio y punto de inflexión”, ha declarado Raquel Sánchez Giménez, ministra de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana, en la última parada (Badajoz).

Mucho han tenido que aguantar muchas generaciones de extremeños, habituados a llegar tarde, que utilizaban trenes de media distancia para un trayecto de larga distancia, como es el de Badajoz a Madrid. Vuelven las promesas de materializar el proyecto. “Trabajaremos para que los trenes entren en las cuatro capitales extremeñas y para que en los viajes haya más seguridad, los tiempos sean mejores y el viaje tenga más calidad”, ha explicado Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura.

Mientras Felipe VI se limita a aplaudir y sonreír, es el turno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha hecho un recorrido por la historia de las infraestructuras del pueblo extremeño. Extremadura cuenta con una red ferroviaria de 725 kilómetros. Y hasta hace tres años, era la única región de España que no disponía de ferrocarriles de larga distancia: “Era una ferroviaria de 1890, con traviesas de madera. Incluso los cortes de tráfico se realizaban por teléfono (...) Son los primeros 150 kilómetros de alta velocidad en Extremadura. Es el inicio de un camino para el que no hay vuelta atrás”. Más promesas: “Se trabajará en una doble vía completa y la electrificación de todo el tramo en 2023. Extremadura se va a subir al tren del progreso”.

Después de 22 años soportando trayectos eternos y vagones viejos, la histórica súplica del pueblo extremeño se materializa de manera descafeinada. No es un AVE, como José María Aznar presumía a principios de este siglo, que quedó en agua de borrajas. Una veintena de personas, de la asociación Milana Bonita, no olvidan. Hacían ruido fuera de la estación de Cáceres para reivindicar “un tren en condiciones dignas” en Extremadura. Como Manuel González, de 72 años, que ejemplifica las dificultades de los pasajeros en su trayecto de hoy desde Navalmoral de la Mata: “Ha habido un retraso... He tardado una hora y media”. Y añade resignado: “Ahora están haciendo algo, pero no sabemos cuándo acabará o si llegará a buen fin. Lo que queremos es un tren con vías eléctricas”. De momento, “inaugurado”. Así concluye el viaje una voz por la megafonía, que avisa de que a partir de este martes el tramo estará abierto para todos los extremeños.

Vista del tren Alvia S-730 que ha partido esta tarde desde la estación de Cáceres con destino a Badajoz.Jero Morales (EFE)

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