La Aemet alerta de la posible primera ola de calor del verano, con hasta 44° en Sevilla

De confirmarse, empezaría el sábado, duraría al menos hasta el martes y sería “una de las más tempranas desde que se tienen registros”

Una chica toma el sol y un chico pasea sin camiseta junto al río Guadalquivir, el pasado 23 de mayo en Sevilla.PACO PUENTES (EL PAÍS)

El verano meteorológico, que comenzó el 1 de junio, acelera la marcha. Tras un primer aviso ―el ...

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El verano meteorológico, que comenzó el 1 de junio, acelera la marcha. Tras un primer aviso ―el episodio de calor extraordinario en mayo que a punto estuvo de convertirse en la ola de calor más tempranera de la historia― llega un nuevo pico de calor intenso, que afectará a buena parte del país durante la segunda mitad de esta semana y comienzos de la que viene. ¿Será la primera ola de calor del verano de 2022? La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lo considera “posible”, aunque a día de hoy “todavía hay incertidumbre”, señala su portavoz, Rubén del Campo.

La escalada de las temperaturas comenzó el domingo y, aunque habrá un cierto alivio el miércoles, se dispararán a partir del jueves. “La subida será generalizada y se prolongará por lo menos hasta el lunes o el martes, con máximas muy elevadas, por encima de los 35° en buena parte del país, incluso los 40° en los valles del Guadalquivir y Guadiana y quizá en el Ebro de cara al fin de semana y comienzos de la próxima”, explica el experto. “En Baleares también se superarán los 35° el fin de semana, mientras que Canarias también hará calor los días previos a este episodio”, añade Del Campo. Las mínimas también serán sofocantes, con noches tropicales, en las que los termómetros no bajan de 20°, en el Mediterráneo, mitad sur, zona centro y cuenca del Ebro.

Son unos valores diurnos entre 5 y 10° por encima de los normales para la época del año y nocturnos, entre 3° y 5°. Por ejemplo, el viernes se llegará a 40° en Badajoz, Córdoba y Sevilla. El sábado, 41° en Córdoba y 42° en Badajoz y Sevilla. El domingo 40° en Cáceres, Jaén, Toledo y Zaragoza; 42° en Córdoba, 43° en Badajoz y 44° en Sevilla. Y el lunes, 40° en Cáceres, Ciudad Real, Lleida y Madrid; 41° en Badajoz, Jaén, Sevilla y Toledo; 42° en Zaragoza y 43° en Córdoba.

Pero, aunque vaya a hacer mucho calor, no siempre se trata de una ola de calor. Para que se produzca se tienen que superar ciertos umbrales de intensidad, extensión y duración: se deben producir temperaturas muy extremas, afectar al 10% de las estaciones y durar al menos tres días. En este caso, el criterio que está en el aire es el de la duración, indica Del Campo.

Hoy por hoy, ya se dan parte de los ingredientes para que la Península se convierta en un horno, a los que se puede sumar, o no, una masa de aire cálido en origen que amplificaría y extendería el calor tórrido al martes. “Tenemos altas presiones y una gran dorsal anticiclónica, en cuyo seno se producen movimientos descendentes en los que el aire se comprime y se calienta aún más”, detalla el meteorólogo. Además, brilla el sol a causa de las altas presiones y, en junio, está muy alto, “por lo que calienta de manera muy eficiente la superficie y, al no correr mucho viento, no se distribuye”.

De cara al domingo y lunes, es posible que llegue más gasolina. “El calor podría incrementarse por la formación de un área de bajas presiones en el Atlántico que, desde su posición, inyectaría aire muy cálido procedente del norte de África”, avanza Del Campo. Esta es la clave para que no se pueda dar por segura al 100% la ola de calor: “La evolución de la atmósfera no está clara a partir del domingo/lunes. Todo depende de la formación de esta borrasca y de la posición que adopte y también es posible que una vaguada ―área de bajas presiones en niveles medios y altos de la atmósfera― afecte a partir del martes al norte de la Península”. De todo ello “depende que haga más calor y que la situación persista durante más días o que se trunque antes el ambiente cálido o que el lunes y martes no sean tan cálidos como ahora parecen”.

La conclusión es que, “aunque todavía es pronto para afirmarlo con rotundidad, no podemos descartar que estemos ante la primera ola de calor del verano”. De confirmarse, sería “una de las más tempranas desde que se tienen datos”, porque comenzaría “el sábado 11 o el domingo 12″. Las más madrugadoras datan del 11 de junio de 1981 y del 13 de junio de 2017. El precedente más cercano se produjo en 2019, del 26 de junio al 1 de julio.

Lo más común es que ocurran en julio y en agosto, pero en las últimas décadas se observa cómo se están volviendo cada vez más frecuentes en junio. Desde 1975, año en el que arranca el informe de Aemet, la sexta parte han ocurrido en junio ―10 de 65― y siete se concentran en lo que va de siglo. “Junio se está calentando”, alerta Del Campo, quien subraya que, a consecuencia del cambio climático, el calor extremo cada vez llega antes, dura más tiempo y es más intenso.

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