El juez Moreno admite la querella de víctimas del naufragio del ‘Villa de Pitanxo’ contra el patrón y la empresa armadora

El magistrado de la Audiencia Nacional cree que hay indicios de delitos de homicidio por imprudencia, encubrimiento, falsedad documental y contra los trabajadores en el accidente del pesquero gallego en el que murieron 21 tripulantes

El patrón del 'Villa de Pitanxo', Juan Padín, tras declarar en la Audiencia Nacional este lunes.

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha admitido a trámite la querella contra Juan Padín Costas, el patrón del pesquero Villa de Pitanxo, y la empresa armadora, Pesquerías Nores S. L. de Marín (Pontevedra) por la comisión de presuntos delitos de encubrimiento, falsedad documental y contra los trabajadores en las circunstancias que rodearon el naufragio del buque en el que ...

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El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha admitido a trámite la querella contra Juan Padín Costas, el patrón del pesquero Villa de Pitanxo, y la empresa armadora, Pesquerías Nores S. L. de Marín (Pontevedra) por la comisión de presuntos delitos de encubrimiento, falsedad documental y contra los trabajadores en las circunstancias que rodearon el naufragio del buque en el que fallecieron 21 de sus 24 tripulantes en aguas de Terranova (Canadá), en febrero pasado.

El auto de admisión, que ha contado con la aprobación del fiscal Marcelo Azcárraga, supone otro frente abierto contra el patrón al que este lunes se le retiró el pasaporte tras declarar por las diligencias abiertas por la Policía Judicial tras el accidente, al constatarse que había dos versiones contradictorias sobre las causas del naufragio, la de Juan Padín y su sobrino Eduardo Rial, frente a la del marinero ghanés Samuel Kwesi.

Aunque la querella también iba dirigida contra Eduardo Rial por los mismos supuestos delitos, por el momento el juez la ha desestimado, pero sin perjuicio del resultado de las diligencias que se están practicando. En esas diligencias se ha basado la querella a raíz de conocerse el informe de la Fiscalía de la Audiencia Nacional sobre el caso, que derivó en la citación como investigado de Juan Padín, y como testigos de su sobrino y Samuel Kwesi.

El magistrado Ismael Moreno todavía no ha decidido si eleva al Tribunal Supremo para que resuelva la cuestión de competencia planteada al remitir el caso a un juzgado de Marín y que este la haya rechazado, según indicaron fuentes de la Audiencia Nacional, aunque no descartan que la instrucción de la causa continúe en Madrid por ser la primera en tener conocimiento de las diligencias de investigación.

Por el momento, los indicios de delito se centran en las declaraciones del patrón y los testigos que, en un primer momento, coincidieron ante las autoridades de Terranova. Sin embargo, luego Samuel Kwesi cambió la suya.

Padín Costas mantuvo su versión ante el juez tras más de dos horas de interrogatorio, coincidente con la de su sobrino, de que el motor se paró de repente, a las 4 de la madrugada, cuando estaban faenando, y que la avería desencadenó el hundimiento del barco. El patrón insistió en que a bordo había trajes de supervivencia para todos los miembros de la tripulación y que dio orden de que se lo pusieran cuando el barco comenzó a hundirse, aunque precisó que “fue responsabilidad de cada uno ponérselo, ya que en esos momentos los marineros estaban en shock”, declaró.

Sin embargo, Samuel Kwesi ha mantenido su versión contraria a la del patrón y, según él, fueron las maquinillas que recogen los aparejos las que dejaron de funcionar y luego se paró el motor, y que solo Padín y Rial llevaban los trajes de supervivencia cuando se hundió el barco. Eduardo Rial detalló el suceso de forma similar a la de su tío Juan Padín.

Los familiares de las víctimas se concentrarán este miércoles a las puertas del Congreso de los Diputados para reclamar al Gobierno que se baje al barco para recabar pruebas sobre el accidente. La portavoz María José de Pazo ha calificado de “buena noticia” la retirada del pasaporte al patrón del Villa de Pitanxo, y que tenga que comparecer cada dos semanas, lo que impedirá que pueda faenar.

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