Vídeo | Gabriel Rufián, tras ‘confundirle’ Sánchez con Abascal: “Que me espíen, vale, pero que me llame Abascal, ya me fastidia”
El intercambio entre el portavoz de ERC y el presidente del Gobierno ha dado una nota de color a la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, marcada por el supuesto espionaje a los líderes independentistas catalanes
La sesión de control al Gobierno este miércoles en el Congreso de los Diputados se anticipaba tensa por la revelación del supuesto espionaje a líderes independentistas catalanes mediante el programa Pegasus, un software al que solo tienen acceso los Gobiernos. Esta cuestión ha acaparado las intervenciones a la izquierda y la derecha del hemiciclo, pero el intercambio más notorio con el jefe del Ejecutivo ha llegado con la respuesta al portavoz parlamentario de ERC, Gabri...
La sesión de control al Gobierno este miércoles en el Congreso de los Diputados se anticipaba tensa por la revelación del supuesto espionaje a líderes independentistas catalanes mediante el programa Pegasus, un software al que solo tienen acceso los Gobiernos. Esta cuestión ha acaparado las intervenciones a la izquierda y la derecha del hemiciclo, pero el intercambio más notorio con el jefe del Ejecutivo ha llegado con la respuesta al portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián. “Señor Abascal”, ha comenzado el presidente, Pedro Sánchez, en su interpelación al dirigente catalán. “Mejor dicho, señor Rufián. Discúlpeme, ha sido un lapsus imperdonable”, se ha corregido enseguida, entre su propia risa y las carcajadas y los aplausos de la Cámara.
Rufián ha tomado el guante y en su turno de palabra le ha respondido con su sarcasmo habitual: “Que me espíen, vale, pero que me llame Abascal, ya me fastidia”. La anécdota ha dado un tono de color a un pleno nada fácil para el líder del Ejecutivo, cuya frágil mayoría pende de un hilo desde que Citizen Lab, un grupo de expertos en ciberseguridad de la Universidad de Toronto (Canadá), publicó el estudio en el que se apuntaba que se había pinchado el teléfono de 60 dirigentes independentistas. Entre las cosas que se juega el Gobierno está la convalidación del decreto ley anticrisis que cuenta con 6.000 millones de euros destinados a mitigar el impacto de la guerra en Ucrania. Uno de los sectores más beneficiados por el decreto es el del Transporte, cuya huelga de 20 días protagonizó el último gran desafío del Ejecutivo.