El adelanto electoral en Andalucía coge a los partidos más a la izquierda y más a la derecha sin candidatos
Vox no muestra urgencia en elegir cabeza de cartel, mientras que la mayoría de formaciones progresistas buscan, aún sin éxito, presentarse en coalición
No puede decirse que Juan Manuel Moreno cogiera por sorpresa a ningún partido por un adelanto electoral del se llevaba hablando meses y que concretó este lunes: los andaluces irán a las urnas el 19 de junio. Pero hay dos formaciones, situadas en los extremos del arco político, que aún no han designado a su candidato a la presidencia de la Junta. En Vox, no hay ninguna a urgencia, porque la marca está fuerte; en Unidas Podemos la falta de acuerdo sigue impidiendo cuajar un pr...
No puede decirse que Juan Manuel Moreno cogiera por sorpresa a ningún partido por un adelanto electoral del se llevaba hablando meses y que concretó este lunes: los andaluces irán a las urnas el 19 de junio. Pero hay dos formaciones, situadas en los extremos del arco político, que aún no han designado a su candidato a la presidencia de la Junta. En Vox, no hay ninguna a urgencia, porque la marca está fuerte; en Unidas Podemos la falta de acuerdo sigue impidiendo cuajar un proyecto en el que participan hasta seis formaciones políticas para formar un “frente amplio” y que pone en entredicho su propia viabilidad futura. El límite para cerrar listas es el 15 de mayo.
Las izquierdas a la izquierda del PSOE andaluz son conglomerado borroso que estudia concurrir conjuntamente pero aún no sabe ni cómo se llamará ni quién lo capitaneará. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, renunció a participar en la operación, aunque está informada de lo que ocurre en Andalucía. El domingo pasado la media docena de formaciones que persigue una candidatura unitaria llegó a un principio de acuerdo para bautizar con el nombre de Por Andalucía a la nueva coalición. Pero desde Podemos se apresuraron a desmentirlo. En esta formación prefieren Unidas por Andalucía. Y es que el peso de Podemos en la comunidad andaluza es inferior al de IU.
Hace algún tiempo que las formaciones de izquierdas (Podemos, Izquierda Unida, Más País, Alianza Verde, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz) superaron en desacuerdo a aquel “Frente Judaico Popular” o “Frente Popular de Judea” que discutían entre sí en la película La vida de Brian de los Monty Python. El problema es el mismo desde el inicio de las conversaciones: cómo se componen las candidaturas y quiénes las integran en puestos de salida, ahora que las perspectivas electorales apuntan a la baja. El propósito general es que el candidato a la Junta por la posible coalición sea un independiente, pero las personas con ese perfil sondeadas hasta ahora han rehusado la oferta.
Así llevan desde enero pasado, cuando trascendió una primera reunión, auspiciada por independientes que ejercen de mediadores, quienes imploraron la unidad “para que ningún voto vaya a la papelera”. Del embrollo se desmarcó pronto la líder de Anticapitalistas y de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, cuya formación no formará parte de la posible coalicion. Por lo pronto, Rodríguez, que repetirá como candidata, ha arrumbado su compromiso de estar solo ocho años en política. Si saca y mantiene el escaño los superará.
En Vox no existe ansiedad alguna por los ritmos que marca su dirección nacional. No está claro que la alicantina y portavoz adjunta en el Congreso, Macarena Olona, que este martes se ha reunido en Sevilla con el grupo parlamentario, sea la persona asignada por Santiago Abascal. En una entrevista en El Confidencial publicada este domingo, el líder de la ultraderecha dijo que era una opción, pero no la única y dio otros dos nombres: el del presidente de Vox en Sevilla, Javier Cortés, y el del portavoz parlamentario, Manuel Gavira. Cortés es un completo desconocido, pero una persona de confianza de Abascal. Rechazó figurar como senador por la comunidad. Gavira, que se define como un “soldado” de Vox, ha hecho saber que prefiere ser presidente del Parlamento, como ocurre en Castilla y León, si los pactos poselectorales lo permiten.
En el PSOE, el partido más votado en los anteriores comicios, en 2018, Juan Espadas ha hecho una candidatura que lleva su sello. Quiere a su alrededor a gente de su confianza y ha dejado a algunos diputados repetidores cuya permanencia se debe a que durante las primarias no jugaron con el cuchillo en la boca. Espadas ha pasado página por completo al susanismo. La renovación alcanza al 70% de las listas provinciales en términos generales. En Sevilla, el cambio es de un 90% y es total en Córdoba. Este viernes el comité director ratificará las listas.
El PP, que sale en estas elecciones como caballo ganador, no tiene esta vez problemas de encaje en las candidaturas. El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, repetirá como cabeza de lista por Málaga. En el número tres figurará el flamante coordinador general del PP nacional y coordinador de la campaña andaluza, Elías Bendodo. Moreno dio por hecho cuando Alberto Núñez Feijóo lo fichó que saldrá del Gobierno andaluz para dedicarse al partido en Génova. Pero Bendodo quiere puesto institucional y aforamiento.
En Ciudadanos, la candidatura de Juan Marín a la presidencia de la Junta es lo único que está claro. Pero los cabezas de lista en el resto es aún una incógnita. Según los sondeos que maneja, la posibilidad de sacar escaño se da en Sevilla, Málaga y Cádiz, las tres provincias más pobladas. Marín fue en las dos ocasiones anteriores por Sevilla y pretende situar a la actual presidenta del Parlamento, la almeriense Marta Bosquet, por una circunscripción segura. El mismo día que Moreno anunció la disolución del Parlamento, este lunes, cuatro diputados de Cs anunciaron su baja del partido.