La indecisión de Feijóo y su manejo de los tiempos
El dirigente gallego acudió en 2018 a casa de Rajoy para pedir su apoyo, pero el expresidente “se encogió de hombros”
Han pasado casi cuatro años, pero la frase es casi la misma y sonó muy parecida, aunque los tiempos y las circunstancias son muy diferentes. Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Xunta de Galicia y candidato encumbrado por el resto de los barones para presidir el PP nacional, compareció aquel jueves 7 de junio de 2018 tras un Consello de Gobierno en Santiago y soltó casi milimétricamente el mismo aviso que en la noche de este miércoles al jueves, en este caso ...
Han pasado casi cuatro años, pero la frase es casi la misma y sonó muy parecida, aunque los tiempos y las circunstancias son muy diferentes. Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Xunta de Galicia y candidato encumbrado por el resto de los barones para presidir el PP nacional, compareció aquel jueves 7 de junio de 2018 tras un Consello de Gobierno en Santiago y soltó casi milimétricamente el mismo aviso que en la noche de este miércoles al jueves, en este caso a las puertas de Génova 13 en Madrid tras el cónclave en el que los barones populares certificaron el final de la carrera política de Pablo Casado. “El congreso del PP no está convocado. Cuando se convoque, todos los afiliados podrán dar su opinión, yo también, y tomaré mi decisión”. Todos los dirigentes del PP consultados no dudan de que ahora sí asumirá el cargo, entre otras razones porque en principio ya no tendrá los rivales a los que quiso evitar entonces. Feijóo acudió aquel junio de 2018 a la casa del expresidente Mariano Rajoy en busca de su apoyo y bendición. Pero no lo logró. Fuentes del PP que conocieron indirectamente aquella conversación aseguran que Rajoy “se encogió de hombros” y no se mojó.
En el PP es casi una costumbre la indecisión de Feijóo respecto a su salto a la política nacional y su peculiar manejo “hasta el extremo” de los tiempos políticos. Todo indica que ahora volverá a suceder algo similar. El jueves, tras una reunión de casi cinco horas en las que escuchó loas y parabienes en la sala y en la puerta de Génova 13 sobre la imperiosa necesidad de su liderazgo, Feijóo salió, repitió el texto y las novedades del comunicado pactado y se negó a dar más pistas sobre su futuro. Eso sí, se definió como un político “serio y previsible” al que le gustan que se cumplan las formas y los protocolos, poco dado a la política del tuit urgente.
En el libro de su biografía autorizada, El Viaje de Feijóo, Fran Balado, periodista de La Voz de Galicia, relata varios capítulos frustrados de ese asalto a la política nacional y sus eternas dudas. Revela que Rajoy le llegó a ofrecer varias veces ser ministro, vicepresidente del Gobierno y del PP. Tras sopesarlo ambos en una charla, concluyen: “Vamos a conseguir menos de lo que vamos a perder”. En alusión a lo que podría pasar en Galicia si la deja huérfana de liderazgo. Algo que ahora se tiene por más atado, con la carrera que él ha programado para los aspirantes a sucederle: Alfonso Rueda, Pedro Puy Fraga o Diego Calvo. Alguno de esos dirigentes de su máxima confianza también podrían aterrizar en Madrid.
En 2018, en el anterior intento de su retorno a la escena política nacional, Rajoy renunció tras la moción de censura a sus cargos el 5 de junio y Feijóo estiró y alargó sus dudas hasta el límite, el 18 de junio, tras esconder sus intenciones hasta a sus más próximas aliadas, como sucedió con Dolores de Cospedal. Lo que también ocurrió entonces fue que Feijóo se oponía a una solución urgente, como se convocó aquel cónclave por interés de la otra gran candidata finalmente derrotada, Soraya Sáenz de Santamaría. Feijóo quiso pensar que Rajoy se decantaría por él. Pero no ocurrió y él interpretó lo contrario. Rajoy les citó a ambos, Sáenz de Santamaría y Feijóo, por separado en su casa de Aravaca y les aclaró que él no tenía “ni sucesor ni delfines”. Varias fuentes consultadas agregan que Rajoy, acto seguido, encogió los hombros en señal de imparcialidad. Y Feijóo tradujo que su candidata era Soraya.
En aquella ocasión, Feijóo lo que sí avanzó es que no le molestan los procesos de primarias, como el que él tuvo cuando sucedió en Galicia al patrón Manuel Fraga, y también que no ve muy compatible ser siquiera por un tiempo jefe del Ejecutivo de la Xunta y presidente nacional del PP.