Ciudadanos sale de su tercer gobierno en menos de diez meses

El partido de Arrimadas acusa de traición al presidente Mañueco

En el centro, el exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, a su llegada a una comparecencia tras el anuncio de elecciones anticipadas, este lunes.Foto: PHOTOGENIC/CLAUDIA ALBA (EUROPA PRESS)

Una traición ha roto la coalición entre PP y Ciudadanos que gobernaba Castilla y León, aunque cada partido señala al otro como responsable de la afrenta. El presidente, Alfonso Fernández Mañueco (PP), dio por terminado este lunes el acuerdo con Ciudadanos que lo aupó al poder en 2019, y alegó para ello presuntas “traiciones” y “deslealtades” de su socio en la negociación presupuestaria: Mañueco aseguró que Cs estaba urdiendo “por la espalda” ac...

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Una traición ha roto la coalición entre PP y Ciudadanos que gobernaba Castilla y León, aunque cada partido señala al otro como responsable de la afrenta. El presidente, Alfonso Fernández Mañueco (PP), dio por terminado este lunes el acuerdo con Ciudadanos que lo aupó al poder en 2019, y alegó para ello presuntas “traiciones” y “deslealtades” de su socio en la negociación presupuestaria: Mañueco aseguró que Cs estaba urdiendo “por la espalda” acuerdos con el PSOE y un partido local de Ávila, acusación que Cs niega tajantemente. A su vez, el partido dirigido a escala nacional por Inés Arrimadas y cuya cabeza visible en Castilla y León es Francisco Igea —hasta este lunes, vicepresidente de la Junta— sostiene que el movimiento de Mañueco es “incomprensible” y desleal. Igea se enteró del adelanto electoral por las redes sociales mientras hacía una entrevista radiofónica, y Arrimadas aseguró que la víspera del anuncio, el domingo por la noche, habló con el mismo Mañueco y este le negó que fuera a convocar los comicios.

La decisión del presidente castellano-leonés supone un durísimo golpe para Ciudadanos, que en los últimos diez meses ha sido expulsado de tres gobiernos autonómicos: primero, en Murcia, tras la moción de censura fallida pactada con el PSOE contra el PP; como consecuencia de ello, del de Madrid, cuando la presidenta Isabel Díaz Ayuso reaccionó a la amenaza de lo sucedido en Murcia rompiendo también con Cs y adelantando elecciones, después de las cuales Cs quedó fuera del Parlamento madrileño; y ahora, en Castilla y León. Ya sólo tienen representación en un gobierno autonómico, el de Andalucía, aunque también forman parte del gobierno municipal de la capital, Madrid.

“La lealtad hoy se paga con deslealtad. Por empezar a llamar las cosas por su nombre”, tuiteó este lunes Begoña Villacís, dirigente de Cs y vicealcaldesa de Madrid, que mostró su estupefacción ante la salida del gobierno castellano-leonés de la consejera de Sanidad, de su partido, en plena sexta ola de la pandemia. Un Igea furibundo tildó igualmente de “incomprensible” la decisión de Mañueco, le acusó de romper la “palabra” dada y añadió, en alusión a ese presunto pacto presupuestario de Cs con el PSOE que habría llevado al PP a romper la baraja: “El presidente sabe bien que eso es mentira”.

La estocada llega tras varios avisos como el del pasado septiembre, cuando el PP, sin comentarlo con sus socios, votó contra el plan sanitario de Ciudadanos y abrió una profunda crisis de confianza que se ha rubricado ahora. Fuentes del entorno de Igea asumen en privado que este último movimiento no les ha cogido por sorpresa: “En lo personal estábamos más que preparados para que esto sucediera”, afirman.

Igea, que no tiene cargos orgánicos en Cs, anunció este lunes que se pone a disposición del hospital de Palencia, donde ejercía como médico de Digestivo antes de entrar en aventura política. No aclaró, sin embargo, si intentará volver a ser candidato en los comicios del 13 de febrero, y no cerró por tanto la puerta a seguir en la arena institucional. “Que no se engañe nadie, vamos a seguir peleando por cambiar nuestra comunidad”, dicen en su entorno.

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