Los policías llevarán su protesta el 14 de diciembre ante el Congreso

Los sindicatos, que se manifiestan este sábado en Madrid, se concentrarán ante la Cámara baja el día que comienzan los trabajos para la reforma de la ‘ley mordaza’

Un participante en la concentración de policías y guardias civiles del pasado miércoles en Valencia con una camiseta de Jusapol, convocante de la manifestación de Madrid.Mònica Torres

La manifestación que recorrerá este sábado el centro de Madrid no es la última protesta de policías prevista contra la anunciada reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ley mordaza. Justicia Salarial Policial (Jusapol, la plataforma que en 2018 sacó a la calle a miles de agentes para reclamar la equiparación salarial con los mossos) y las dos organizaciones surgidas de ella, el sindicato Justicia Policial (Jupol) y ...

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La manifestación que recorrerá este sábado el centro de Madrid no es la última protesta de policías prevista contra la anunciada reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ley mordaza. Justicia Salarial Policial (Jusapol, la plataforma que en 2018 sacó a la calle a miles de agentes para reclamar la equiparación salarial con los mossos) y las dos organizaciones surgidas de ella, el sindicato Justicia Policial (Jupol) y la asociación profesional Justicia Guardia Civil (Jucil), mayoritarias en ambos cuerpos, han planteado al resto de organizaciones policiales concentrarse ante el Congreso el 14 de diciembre, coincidiendo con el inicio de los trabajos de la comisión que estudiará las enmiendas a la norma, según confirmó a EL PAÍS el presidente de Jusapol, Miguel Ángel Gómez.

Gómez asegura que aspira a que en esta movilización exista un “frente común” con el resto de organizaciones de Policía Nacional, Guardia Civil y cuerpos de seguridad autonómicos y locales hasta ahora no logrado. Sin embargo, dirigentes de otros sindicatos y asociaciones muestran sus recelos a esta protesta. El motivo: los sucesos acaecidos en la concentración celebrada el 3 de marzo de 2020, justo antes del primer estado de alarma por la covid, en la que Jusapol, Jupol y Jucil congregaron a miles de agentes coincidiendo con una reunión de la Mesa de la Cámara en la que se debatía una propuesta sobre equiparación salarial con las policías autonómicas. Muchos asistentes cubrieron sus rostros con caretas de Anonymous y rompieron el cordón policial para plantarse ante la puerta de los Leones. En aquella protesta se llegaron a repartir pasquines anónimos en los que se incitaba a los agentes a participar, una semana más tarde, en una huelga encubierta con bajas médicas —policías y guardias civiles no tienen reconocido este derecho—, que finalmente fue fallida.

La manifestación de este sábado llevará, por primera vez en democracia, policías a la calle para reclamar algo diferente de mejoras salariales y laborales. En este caso, para influir sobre una ley. La protesta, convocada bajo el lema No a la inseguridad ciudadana, contará con la presencia anunciada de Pablo Casado, Santiago Abascal e Inés Arrimadas, líderes del PP, Vox y Ciudadanos, así como de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. La manifestación y el apoyo de los tres partidos de la derecha han provocado inquietud en el Ministerio del Interior por el posible daño a la imagen de neutralidad de las Fuerzas de Seguridad.

Con las protestas, iniciadas el miércoles, los agentes reclaman que se retiren las enmiendas que PSOE y Unidad Podemos quieren introducir en la ley mordaza (aprobada en 2015 con los votos del PP en solitario), al considerar que dificultarían su labor policial. En concreto, aquellas que, en la interpretación hecha por los representantes sindicales, permitiría difundir imágenes de ellos grabadas durante su actividad profesional; eliminaría la presunción de veracidad de los policías; abriría la posibilidad de celebrar manifestaciones sin comunicación previa; o reduciría de seis a dos horas del tiempo máximo de retención de una persona para su identificación y obligaría a devolver al punto donde fueron interceptadas a las personas trasladadas a comisaría.

Buena parte de estas objeciones son rebatidas por la literalidad de las enmiendas, según admiten ahora fuentes sindicales, que reconocen que cuando plantearon las protestas solo conocían la reforma por informaciones periodísticas. “Al leer las enmiendas, algunas reclamaciones no tienen sentido”, admite un dirigente policial que pide mantener el anonimato. Gómez también reconoce que su organización ha tenido acceso al texto recientemente y que “un equipo de trabajo” de Jusapol aún las está analizando. Pese a ello, insiste en que las movilizaciones están justificadas. “Hay puntos en esta ley que nos va a condicionar en nuestra labor profesional, pero también en lo personal como policía”, recalca. Gómez reclama a los grupos parlamentarios que, antes de seguir adelante con la reforma, escuchen a los policías porque son “los que trabajan todo el día con esta ley”.

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