La derecha arropa la primera manifestación de policías para influir en una ley política
Miles de manifestantes recorren el centro de Madrid para oponerse a la reforma de la ‘ley mordaza’ junto a los líderes de PP, Vox y Ciudadanos
Varios miles de policías de distintos cuerpos, y familiares de estos, recorrieron este sábado el centro de Madrid para oponerse a la propuesta del PSOE y Unidas Podemos para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ley mordaza. Es la primera vez en democracia que agentes salen a la calle para reclamar algo más que mejoras salariales y laborales. Pese al elevado número de personas que acudieron (20.000 personas, según la Delegación del Gobierno; 150.000, según los convocantes), la protesta no logró bloquear el centro de la capital.
La marcha fue convocada por Justicia Sal...
Varios miles de policías de distintos cuerpos, y familiares de estos, recorrieron este sábado el centro de Madrid para oponerse a la propuesta del PSOE y Unidas Podemos para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ley mordaza. Es la primera vez en democracia que agentes salen a la calle para reclamar algo más que mejoras salariales y laborales. Pese al elevado número de personas que acudieron (20.000 personas, según la Delegación del Gobierno; 150.000, según los convocantes), la protesta no logró bloquear el centro de la capital.
La marcha fue convocada por Justicia Salarial Policial (Jusapol, la plataforma de agentes surgida en 2018 para reclamar la equiparación salarial con los mossos) y las dos organizaciones surgidas de ella, el sindicato Justicia Policial (Jupol) y la asociación profesional Justicia Guardia Civil (Jucil), mayoritarias en ambos cuerpos. A pesar de la insistencia de los convocantes en desmarcarse de cualquier partido e ideología, la manifestación adquirió desde el principio tintes políticos. Los lemas coreados contra el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez fueron más allá de las críticas a las enmiendas a la ley mordaza que se habían esgrimido como origen de la protesta. La manifestación contó, además, con la presencia de los líderes del PP, Vox y Ciudadanos —Pablo Casado, Santiago Abascal e Inés Arrimadas— en una reedición, esta vez sin foto, de la concentración del 10 de febrero de 2019 en la plaza de Colón de Madrid contra el diálogo con el independentismo catalán. La derecha considera a las fuerzas de seguridad y sus familias un importante caladero de votos.
La manifestación partió poco después de las 11.30 de la Puerta del Sol para recorrer la Carrera de San Jerónimo y, posteriormente, los paseos del Prado y Recoletos hasta desembocar en la plaza de Colón y la cercana sede del Ministerio del Interior, en el paseo de la Castellana. Los manifestantes iban encabezados por una pancarta con el lema No a la inseguridad ciudadana sostenida tanto por los dirigentes de las organizaciones convocantes, como por los de otros sindicatos y asociaciones policiales, pero ningún político.
Estos aparecían metros más atrás. En primer lugar, Abascal —recibido por los manifestantes con gritos de “presidente, presidente”—, acompañado de los dirigentes de su partido Javier Ortega Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio. Por atrás, pasando casi inadvertida, caminaba la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, junto a los diputados de su partido Edmundo Bal y Miguel Gutiérrez. La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que desde semanas atrás había mostrado un apoyo a la protesta que reiteró este sábado antes del inicio de la marcha, no acompañó la manifestación, según dijo, por el carácter institucional de su cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid. Tras haber participado por la mañana en un acto en León, Casado llegó cuando terminaba la marcha entre gritos de “presidente” y “traidor”.
Al pasar frente al Congreso de los Diputados, este sábado sin actividad, la manifestación se detuvo mientras por la megafonía se animaba a los asistentes a gritar el lema de la protesta “en el lugar donde se nos tiene que oír”. Miguel Ángel Gómez, presidente de Jusapol, había declarado a los periodistas poco antes que la reforma deja a los agentes “desprotegidos” ante la delincuencia y lanzó un mensaje al presidente Pedro Sánchez: “Esperamos que nos llame, que nos pida la opinión”. Jusapol ya ha planteado al resto de los sindicatos y organizaciones policiales una concentración ante el Congreso el próximo 14 de diciembre, día en el que sí hay actividad parlamentaria y, precisamente, comienzan los trabajos de la comisión que va a abordar la reforma de la ley mordaza. Gómez dejó entrever la carga política de la protesta al vincular la reforma normativa al pacto del Ejecutivo con sus socios parlamentarios para aprobar las cuentas públicas: “Nos sentimos como una moneda de cambio para que esos Presupuestos [generales del Estado] salgan adelante”.
Los dirigentes de Jusapol, Jupol y Jucil han justificado estas movilizaciones en los supuestos perjuicios que la reforma propuesta por los dos partidos del Gobierno supondrá para el trabajo diario de los agentes. Durante la protesta de este sábado, muchos de los asistentes repetían estas críticas, aunque la inmensa mayoría admitía que no haber leído las enmiendas propuestas por PSOE y Unidas Podemos. El viernes, el propio presidente de Jusapol reconoció a EL PAÍS que el contenido de las enmiendas que habían provocado la movilización las había conocido su organización después de convocar la protesta y, de hecho, un equipo del sindicato aún las estaba analizando. este sábado, Ernesto Vilariño, secretario general de Jucil, una de las organizaciones convocantes y que recientemente ganó las elecciones en la Guardia Civil, admitía a este diario no haberlas leído.
Los representantes de los agentes piden retirar aquellas modificaciones que, siempre según su interpretación, permiten difundir imágenes de ellos grabadas durante su actividad profesional. También las que, según ellos, eliminan la presunción de veracidad de los policías al elaborar las actas de sanción; dejan sin castigo la celebración de manifestaciones no comunicadas con carácter previo; reducen de seis a dos horas el tiempo máximo de retención de una persona para su identificación; obligan a devolver al punto donde fueron interceptadas a las personas trasladadas a comisaría; y eliminan el uso de las pelotas de goma.
Buena parte de estas objeciones son rebatidas por la literalidad de las enmiendas y la sentencia del Tribunal Constitucional que, en enero de 2021, avaló buena parte de la ley, pero también consideró inconstitucional un punto referido a las grabaciones a los agentes durante su actuación que ahora los sindicatos reclaman que se mantenga. Además, los mensajes de los representantes sindicales, coincidentes con los de los líderes de la derecha, seguían este sábado aludiendo a delitos y delincuentes, términos que corresponden al Código Penal. La ley mordaza aborda únicamente infracciones administrativas
La manifestación terminó frente de la sede de Interior con la lectura de un manifiesto en el que Jusapol aseguraba que el cambio normativo “transmite un mensaje de impunidad, justo cuando más agresiones están sufriendo nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”. Los convocantes anunciaron la puesta en marcha de “una campaña ciudadana para hacer llegar a la sociedad española el profundo error que supone aceptar sin más la reforma planteada”. Mientras, los manifestantes lanzaron proclamas contra el ministro Fernando Grande-Marlaska.