Sánchez y Díaz salvan su territorio
Es relevante que los dos socios de Gobierno muestren cuáles son las reglas del juego y en qué líneas van a trabajar ante una de las reformas de más calado de la legislatura
¿Qué hay de nuevo en el acuerdo alcanzado ayer entre los dos socios del Gobierno sobre la reforma laboral? Aparentemente nada, puesto que el comunicado posterior a la reunión en La Moncloa repite el texto acordado por el PSOE y Unidas Podemos en su pacto de gobierno de coalición. Pero sí es relevante que ambas partes mostraran —ante sí primero y ante los demás después— cuáles son las reglas del juego, y en qué líneas van a trabajar ante una de las reformas de más calado de la legislatura.
Se hacía necesario r...
¿Qué hay de nuevo en el acuerdo alcanzado ayer entre los dos socios del Gobierno sobre la reforma laboral? Aparentemente nada, puesto que el comunicado posterior a la reunión en La Moncloa repite el texto acordado por el PSOE y Unidas Podemos en su pacto de gobierno de coalición. Pero sí es relevante que ambas partes mostraran —ante sí primero y ante los demás después— cuáles son las reglas del juego, y en qué líneas van a trabajar ante una de las reformas de más calado de la legislatura.
Se hacía necesario repetir la voluntad de abordar la reforma de la reforma porque la parte socialista, mayoritaria, quería dejar trazado su territorio, su impronta y su influencia, aunque sea la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien coordine las negociaciones. El desencuentro entre socios no ha sido un teatro ni una representación de tensiones artificiales, señalan los conocedores de los detalles. Por el contrario, se han visto en la absoluta necesidad de testar si el compromiso de investidura sigue vigente y si se tienen mimbres para continuar la negociación con los agentes sociales. Seguirán adelante tras la reunión de ayer, muy trabajada previamente, en la que con prontitud se zanjó la disputa.
“No se empieza de cero”, señalan interlocutores gubernamentales, porque lo hablado hasta la fecha sirve y el trabajo de la vicepresidenta segunda se reanuda en el punto que se dejó al surgir el desencuentro. Las partes están de acuerdo en que ningún agente social debe quedar descolgado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere una reforma con el acuerdo de sindicatos y empresarios. Todos dicen perseguir ese objetivo pero aún deben aproximar mucho sus posturas en un plazo de pocas semanas. El poder que la reforma de 2012 restó a los representantes de los trabajadores, en beneficio de las empresas, es la piedra de choque con la patronal. Los sindicatos quieren recuperar el poder perdido, pero es difícil que puedan recuperarlo todo.
La prueba inmediata del acuerdo interno del Gobierno se vislumbrará este miércoles en la reunión sobre modernización del mercado laboral, dentro de la mesa de diálogo social. Sindicatos y patronal estarán muy atentos a la actitud del secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, que preside la reunión. Los sindicatos quieren ver que, tras la crisis, el responsable gubernamental entona un como decíamos ayer y también que no haya retrocesos. Entienden que lo ocurrido ha sido disputa interna de poder y lo comprenden.