Siete detenidos por tráfico ilegal de migrantes en ‘coches-patera’ a Francia
Los delincuentes cobraban entre 150 y 300 euros por un viaje desde la frontera hasta Bayona y Burdeos
El tráfico ilícito de migrantes se ha instalado en la frontera francoespañola como un negocio del que se están lucrando grupos de delincuentes. Estos están organizados para ofrecer coches-patera que atraviesan la muga por pasos de montaña poco vigilados. Se aprovechan de la situación de vulnerabilidad de los inmigrantes, a los que cobran por trasladarles hasta las localidades francesas de Bayona y Burdeos. Una operación conjunta de la Guardia Civil, la Gendarmería y Europol ha permitid...
El tráfico ilícito de migrantes se ha instalado en la frontera francoespañola como un negocio del que se están lucrando grupos de delincuentes. Estos están organizados para ofrecer coches-patera que atraviesan la muga por pasos de montaña poco vigilados. Se aprovechan de la situación de vulnerabilidad de los inmigrantes, a los que cobran por trasladarles hasta las localidades francesas de Bayona y Burdeos. Una operación conjunta de la Guardia Civil, la Gendarmería y Europol ha permitido desarticular una célula que operaba de esta forma en Navarra y el País Vasco. Siete personas de origen marroquí y maliense han sido detenidas por organizar traslados en coche a Francia en los que transportaban a tres o cuatro migrantes en cada viaje.
Los detenidos están acusados de integrar una organización que se dedicaba a captar a personas procedentes del norte de África que atraviesan la península y llegan hasta la frontera de Francia con la intención de pasar a este país. El grupo de captación se encargaba de contactar con los migrantes en Navarra y Gipuzkoa principalmente, aunque también lo hacían en otras provincias españolas. Solían acudir a centros de atención de inmigrantes para echar el cebo y “ofrecer sus servicios”, señalan fuentes de la investigación. Otros eran captados mediante el “boca a boca”.
Una vez acordado el precio que los inmigrantes debían pagar para cruzar la frontera, la red de tráfico ilegal les ofrecía un servicio de vigilancia y transporte que se encargaba de realizar los traslados irregulares burlando la vigilancia policial. A los inmigrantes les cobraban entre 150 y 200 euros por el traslado a Bayona y entre 250 y 300 euros si les llevaban hasta Burdeos.
La denominada operación Poltsa (Bolsa en euskera), desarrollada durante la semana del 14 de octubre, ha puesto al descubierto que este grupo de delincuentes habría logrado culminar unos 60 traslados a Francia durante los dos últimos meses. Los detenidos utilizaban vías secundarias y caminos rurales, zonas de poco tránsito y escasamente vigiladas por las policías de ambos lados, para atravesar la frontera. Un vehículo lanzadera abría paso y hacía las funciones de vigilancia para confirmar que durante el trayecto no existían controles policiales que ponían en riesgo su actividad.
A la menor sospecha de peligro, los integrantes de esta red ordenaban a los migrantes que se bajaran del coche y se colocaran en la carretera simulando que estaban realizando autostop.
Los agentes han realizado varios registros domiciliarios en las localidades navarras de Urrasun e Irurita, donde han aprehendido un total de 25 teléfonos móviles, dos tabletas y un ordenador que van a ser analizados posteriormente por las unidades investigadoras. Igualmente, se ha incautado numerosa documentación de utilidad para la investigación, tal como transacciones bancarias y de remesadoras, documentos de identidad y empadronamientos.
La actuación de la policía ha permitido detener a grupos de personas que se dedicaban a traficar con migrantes y les ayudaban a pasar a Francia. En mayo pasado fue arrestado un ciudadano de origen senegalés que utilizaba su propio vehículo para cruzar la frontera desde Irún. En agosto de 2020 cayó otra célula que actuaba de forma similar: cobraba unos 200 euros a cada migrante por trasladarles a Francia en vehículos propios o en transporte público.