El forense Francisco Etxeberria: “No hay precedentes en el mundo de un reto como el del Valle de los Caídos”
Los trabajos para intentar recuperar los restos de 77 personas en el mausoleo pueden durar más de un año, según el responsable de la intervención
Francisco Etxeberria (Beasain, Gipuzkoa, 64 años) es uno de los mejores antropólogos forenses del mundo. Chile pidió su ayuda para examinar los restos del cantautor Víctor Jara, los del expresidente Salvador Allende y los del poeta Pablo Neruda. Por sus manos pasaron también los cadáveres de Lasa y Zabala, asesinados por los GAL. Desde el año 2000 ha coordinado, con la sociedad de ciencias Aranzadi, la exhumación de 6.000 fusilado...
Francisco Etxeberria (Beasain, Gipuzkoa, 64 años) es uno de los mejores antropólogos forenses del mundo. Chile pidió su ayuda para examinar los restos del cantautor Víctor Jara, los del expresidente Salvador Allende y los del poeta Pablo Neruda. Por sus manos pasaron también los cadáveres de Lasa y Zabala, asesinados por los GAL. Desde el año 2000 ha coordinado, con la sociedad de ciencias Aranzadi, la exhumación de 6.000 fusilados del franquismo arrojados a fosas y cunetas por toda España. El Gobierno le ha encargado la intervención en el Valle de los Caídos para tratar de devolver a sus familias los restos de 77 personas enterradas allí sin su consentimiento.
Pregunta. ¿Cuánto tiempo pueden prolongarse los trabajos?
Respuesta. Es posible que estemos todo este año y también el que viene. El proceso es el siguiente: los obreros acondicionan la capilla, entran los forenses y se vuelve a acondicionar la capilla. Se va a hacer por tramos. No solo se trata de buscar las cajas, también hay que hacer los informes. Hasta que no se terminan los trabajos de análisis de una parte no empiezan los siguientes.
P. ¿Y cuánto tiempo les ha llevado preparar la intervención? ¿Cómo ha sido el proceso?
R. Desde el momento en el que el Gobierno creó la Secretaría de Estado de Memoria Democrática [en 2018 se creó una dirección general específica y en 2020 una secretaría de Estado] este proyecto estaba encima de la mesa. Tenía algunos antecedentes de ideas expresadas por familiares y por Patrimonio Nacional, que había mantenido ya algunas reuniones. El primer diseño del proyecto no ha experimentado demasiadas modificaciones, pero sí vistos buenos. Entre ellos, el del Consejo Médico Forense. Luego ha habido que concretar hasta dónde llega la responsabilidad de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, la de Patrimonio Nacional o la de los laboratorios. La disposición de todo el mundo ha crecido en este año y medio, a medida que se ha incrementado la comprensión de la iniciativa. Había una decisión política, pero exigía unos trámites obligatorios.
P. ¿Cuántas personas trabajarán en las exhumaciones y en qué disciplinas están especializadas?
R. Tenemos a la cabeza a seis médicos forenses, funcionarios del Ministerio de Justicia. Como complemento va a haber un equipo de unas 20 personas que serán llamadas a medida que vayan surgiendo necesidades. Este equipo está compuesto por más médicos, antropólogos, arqueólogos, odontólogos y genetistas, todos ellos forenses. Además, ya está trabajando un equipo de historiadores en la búsqueda de toda la documentación que pueda existir de las personas que se está buscando.
P. ¿Cuáles son las mayores dificultades? ¿Cuál es el estado de conservación de las criptas?
R. La mayor dificultad es el deterioro de los contenedores de los restos humanos. Que se hayan degradado tanto que no permitan interpretar cuál es el pueblo de dónde proceden. Porque vamos buscando cajas concretas con rotulaciones concretas. Si la madera se ha degradado y se han producido mezclas masivas de esqueletos, algo que aún no sabemos, eso limitaría poderosísimamente la investigación y la podría hacer inviable. Como bien ha señalado el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, vamos a buscar en las mejores condiciones, con todos los medios, pero eso no garantiza que los vayamos a encontrar. Hay una limitación real por el tiempo transcurrido. Esta limitación ha sido advertida por todos los expertos consultados hasta el presente. Nos manejamos en términos de mucha dificultad. No hay precedentes a nivel mundial de un reto forense de estas características.
P. ¿Es la intervención más compleja de su carrera?
R. Esta intervención es difícil por sus características y dimensiones, por sus proporciones y volumen, por la cantidad de restos.
P. ¿Cómo tranquilizaría a quien tiene a un familiar enterrado en las criptas, pero no desea trasladar los restos?
R. Garantizándole que el equipo que va a intervenir conoce por experiencia los códigos éticos y deontológicos de la disciplina forense. Va a ser tan respetuoso con cualquier resto humano que allí se encuentre como lo ha sido siempre y en cualquier circunstancia o lugar del mundo. Se cumple el principio de legalidad, legitimidad y cualificación de los profesionales. El respeto, tanto al edificio como a los restos que allí se conservan, está garantizado.