Pere Aragonès y Ximo Puig normalizan las relaciones institucionales pero no avanzan en financiación autonómica

Ni el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, ha conseguido un cómplice en su objetivo de lograr un referéndum, ni el valenciano, Ximo Puig, ha logrado que su homólogo y vecino apoye abiertamente una reforma del sistema de financiación autonómica. Eso sí, ambos presidentes han escenificado la normalización de las relaciones entre ambas comunidades cuatro años después, tras el periodo del proceso soberanista que lideró Carles Puigdemont y ...

Ni el presidente de Cataluña, Pere Aragonès, ha conseguido un cómplice en su objetivo de lograr un referéndum, ni el valenciano, Ximo Puig, ha logrado que su homólogo y vecino apoye abiertamente una reforma del sistema de financiación autonómica. Eso sí, ambos presidentes han escenificado la normalización de las relaciones entre ambas comunidades cuatro años después, tras el periodo del proceso soberanista que lideró Carles Puigdemont y finiquitó Quim Torrà. Desde 2017 no se celebraba una reunión entre los presidentes autonómicos catalán y valenciano, líderes de dos comunidades con importantes intereses económicos en común. “Desde el respeto, el diálogo y la voluntad de acuerdo”, tal como ha dicho Puig, este miércoles han llegado a acuerdos para avanzar en la búsqueda de fondos europeos de recuperación con la creación de consorcios y formatos que premia la propia UE.

“Queremos cooperar y hacer normal lo que es normal, tejer alianzas desde la normalidad”, ha insistido Ximo Puig. “Creemos en los lazos compartidos, en la prosperidad compartida”, ha señalado Aragonès. La prioridad inmediata, según ambos, es la recuperación de las consecuencias de la pandemia y para ello ambos coinciden en que la prolongación de los fondos covid que el Estado repartió entre las autonomías sería una garantía para que estas hicieran frente a los efectos de la pandemia. En eso, ha dicho Aragonès, la Comunidad Valenciana sí encontrará “la complicidad de Cataluña”.

“Entendemos la infrafinanciación que sufre la Comunidad Valenciana”, ha dicho el presidente de la Generalitat de Cataluña que, en cualquier caso, no va a renunciar a que su marco de negociación con el Estado sea únicamente el bilateral. Ni siquiera se ha comprometido a apoyar el modelo por el que apuesta Puig en el Consejo de Política Fiscal, para el que sí ha logrado el apoyo de Baleares y Andalucía. “No hay ningún modelo propuesto de momento”, ha argumentado. “Cataluña tiene su proyecto y no compartimos su hoja de ruta, pero ha de haber un espacio común”, ha expuesto sin cortapisas Ximo Puig. De esa manera han dejado en evidencia que en lo que se refiere a sus objetivos principales, la reforma de la financiación para uno y el referéndum para el otro, la distancia sigue siendo la misma.

El presidente de la Generalitat de Cataluña se ha referido también a la reunión de la mesa de diálogo con el Gobierno, prevista para la próxima semana. Aragonès ha criticado la postura de Puigemont, quien ha minimizado el órgano: “No me entra en la cabeza que alguien no la considere importante”, ha dicho después de hacer hincapié en que es el primer paso para resolver “un conflicto con raíces muy profundas”. “Deberíamos ser muy conscientes de que es muy importante y que hay que encontrar una solución democrática”, ha relatado. “Vamos a tener desde el Govern de Catalunya la máxima implicación. Y como es una cuestión sumamente importante y por la relevancia de esta cuestión, evidentemente contamos con la máxima implicación institucional del Gobierno de España”, ha subrayado sin querer abandonar la esperanza de que sea el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien presida la mesa por parte del Gobierno.