Municipalismo y pactos más allá de la cuestión catalana

Engrasar la cogobernanza entre el Gobierno y las comunidades autónomas es otro de los retos que Isabel Rodríguez afronta como ministra de Política Territorial

La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en el traspaso de cartera con su predecesor, Miquel Iceta.J.J. Guillén (EFE)

Uno de los retos que Isabel Rodríguez hereda en una de las carteras más políticas del Gobierno, la de Política Territorial, es el de profundizar en la cogobernanza entre las diferentes administraciones del Estado. Partidaria de avanzar hacia un modelo federal, el final de meta que el PSOE defiende para culminar el Estado autonómico, una tarea pendiente es darle el sentido que las comunidades reclaman a la conferencia de presidentes. La cum...

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Uno de los retos que Isabel Rodríguez hereda en una de las carteras más políticas del Gobierno, la de Política Territorial, es el de profundizar en la cogobernanza entre las diferentes administraciones del Estado. Partidaria de avanzar hacia un modelo federal, el final de meta que el PSOE defiende para culminar el Estado autonómico, una tarea pendiente es darle el sentido que las comunidades reclaman a la conferencia de presidentes. La cumbre de finales de este mes en Salamanca volverá a reproducir el formato que disgusta a tantos barones, incluidos algunos del PSOE, que reclaman que el órgano vaya más allá de una sucesión de declaraciones y reflexiones y esté dotado de un método de trabajo para ser más resolutivo.

La cuarta ministra de Política Territorial durante el mandato de Pedro Sánchez no hizo una sola mención a Cataluña en el traspaso de carteras con su predecesor, Miquel Iceta —el nuevo ministro de Cultura no ocultó que lamentaba el relevo: “Siento dejar Política Territorial y lo quiero decir así de claro”, dijo—. Rodríguez dejó de esa forma claro que una de sus prioridades en lo que resta de legislatura será, sin descuidar el conflicto catalán, poner el foco en los problemas estructurales en otras partes del país. “El acuerdo y el pacto siempre es una fórmula de trabajo. Nos hace sentir mejor que la permanente confrontación”, señaló Rodríguez en una afirmación que valía para cualquier territorio. El Gobierno y el Govern de ERC y Junts retomarán la mesa de diálogo en septiembre.

Otro de los puntos en los que la ministra marcó perfil propio fue la defensa de municipalismo frente al trato preferente, y casi exclusivo, que los sucesivos Gobiernos han dado a las comunidades. “En este país se ha hecho mucho por el desarrollo autonómico. Quizá quedaba coja la política municipal. Tenemos el reto de fortalecerla, hay 8.131 ayuntamientos donde se realiza un trabajo impresionante”, reivindicó la ya exalcaldesa de Puertollano (Ciudad Real). “Creo que los territorios marcan el carácter y el mío está marcado por mi procedencia. Si los territorios marcan a las personas, los territorios no se entienden sin las personas”, abundó en otro guiño a la diversidad del país más allá de la cuestión catalana.

Rodríguez recordó la figura de Rosa Conde, portavoz del Gobierno de Felipe González entre 1988 y 1993. “Entonces había pocas mujeres en política. Para mí fue una inspiración. Con esto quiero poner en valor a todas las que nos precedieron”, subrayó antes de resaltar que las mujeres representan al 63% del Consejo de Ministros. “Pone a España a la vanguardia, como ya hizo el presidente Zapatero”, ha aseverado. Tampoco se olvidó de Alfredo Pérez Rubalcaba, fallecido en 2019: “Espero seguir la senda con la que él y otros mejoraron la vida de mi generación. Soy quien soy porque otros antes nos hicieron una sociedad mejor. Reclamo y reivindico la perspectiva de cambiar la vida de la gente”.

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