Unidas Podemos se reivindica como “el escudo social” del Gobierno en el traspaso de carteras a Díaz y Belarra

El PSOE es el partido que más tiempo ha gobernado España desde la restauración de la democracia y Pedro Sánchez cuenta ya varias remodelaciones en sus Gobiernos, pero la jornada era muy especial para Unidas Podemos. El socio minoritario de la coalición ha escenificado la transición y traspaso de poderes entre Pablo Iglesias y la nueva vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, en un acto en el que ...

El PSOE es el partido que más tiempo ha gobernado España desde la restauración de la democracia y Pedro Sánchez cuenta ya varias remodelaciones en sus Gobiernos, pero la jornada era muy especial para Unidas Podemos. El socio minoritario de la coalición ha escenificado la transición y traspaso de poderes entre Pablo Iglesias y la nueva vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, en un acto en el que Ione Belarra ha sido la más vehemente en reivindicar a su formación como la responsable de las medidas sociales del Gobierno desde el estallido de la pandemia. La nueva ministra de Derechos Sociales no ha tenido una sola palabra de reconocimiento para el PSOE. “Gracias Pablo, has logrado la subida del salario mínimo, la construcción del escudo social que ha frenado los desahucios y evitado los cortes de suministros. En este camino, tu papel para unos Presupuestos expansivos y sociales que permitan canalizar los fondos europeos ha sido imprescindible”, ha alabado a Iglesias. La presencia de los otros tres ministros de Unidas Podemos —Irene Montero (Igualdad), Manuel Castells (Universidades) y Alberto Garzón (Consumo)— ha sido la constatación de que era una cita trascendental para la fuerza política que en 2014 sacudió el tablero de la política española. La ministra de Educación, Isabel Celaá, representó a los socialistas.

El secretario general de Podemos ya no es vicepresidente segundo del Gobierno desde hoy, una vez se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Este miércoles es la fecha límite para la presentación de las candidaturas a las elecciones del 4 de mayo en Madrid, según la Ley electoral. “Es un honor inmenso traspasar las responsabilidades que he tenido como vicepresidente a una mujer como Yolanda Díaz. Creo que todo el mundo lo reconoce, ya que es la mejor ministra de Trabajo de la historia de nuestra patria. La labor que estás haciendo al frente del Ministerio de Trabajo no solamente es excelente, sino que es gracias a ti que Unidas Podemos ha demostrado y ha contribuido con la herramienta de protección social más poderosa en un contexto de crisis económica y social que han sido los ERTE”, ha declarado Pablo Iglesias en la entrega del testigo a quien ha designado como su sucesora en el espacio político a la izquierda del PSOE. “Estoy convencido de que vas a jugar un papel fundamental en el futuro democrático de España”, ha pronosticado Iglesias, que llevaba una mascarilla con la bandera indígena wiphala.

Iglesias, que ha recalcado que desde las carteras de Unidas Podemos “se va a seguir trabajando para defender la Constitución y el interés general”, también ha colmado de elogios a Belarra, que hasta ahora era la secretaria de Estado para la Agenda 2030. “Has demostrado sobradamente tu inteligencia política, tu capacidad de trabajo, tu empatía hacia los colectivos más vulnerables y una firmeza imprescindible para que se cumpla el programa de gobierno que acordamos con el PSOE. No me cabe duda de que este ministerio queda en las mejores manos, de que lo vas a hacer mejor que yo y que vamos a lograr grandes avances”, ha aseverado en un acto muy emotivo en el que se ha abrazado con la vicepresidenta y la ministra. “Resultaba difícil para mí encontrar las palabras justas para agradecer al vicepresidente segundo la confianza depositada en mí. Hace poco más de un año pocos podían imaginar que hoy estaríamos aquí. Si a alguien se lo han puesto difícil para llegar a ser vicepresidente y ministro del Gobierno de España ha sido, tanto en lo personal como en lo político, a Pablo Iglesias. A cambio nuestro país me atrevería a decir que ha tenido pocas veces sentado en la bancada azul [del Gobierno en el Congreso] a un hombre que es intelectualmente extraordinario, políticamente muy capaz y con unos principios democráticos muy arraigados en lo ético”, ha exaltado la figura y legado del vicepresidente saliente.

A diferencia de Belarra, que ha avisado al PSOE que desde su ministerio insistirá en “el derecho a la vivienda pinchando de una vez por todas la burbuja y regulando los alquileres, tal y como señala el acuerdo de Gobierno”, Díaz ha tenido palabras de agradecimiento más allá de Unidas Podemos. La vicepresidenta tercera ha tenido palabras afectuosas para patronal y sindicatos —“Gracias, queridos Pepe [Álvarez, secretario general de UGT], Unai [Sordo, de CC OO], Antonio [Garamendi, presidente de la CEOE], Gerardo [Cuerva, de Cepyme], gracias por vuestra generosidad y la fuerza compartida de encontrar acuerdos”—, Pedro Sánchez y el socio mayoritario del Ejecutivo, entre otros. “No estaríamos aquí si no fuera por las personas trabajadoras de este país. A ellas me debo, nos debemos y les tendemos la mano”, ha remarcado Díaz. Pero como no podía ser de otra manera, ha expresado su “especial gratitud a Pablo Iglesias, que desde la vicepresidencia se topó con la ira y la furia, con la labor destructiva de quienes proclamaban la futilidad de nuestro esfuerzo. Contra viento y marea, impulsó la articulación de un escudo social de derechos que es, actualmente, un ejemplo para las democracias europeas y una promesa de porvenir y de dignidad para este país. Gracias, Pablo, lo tendremos siempre presente”.

La vicepresidenta tercera, que ha pronunciado parte de su discurso en gallego ―”Meu pai, grazas papá, polas leccións de vida, de entrega aos demais, de respecto e de solidariedade”, ha agradecido a su padre, Suso Díaz, histórico sindicalista, presente en el salón de actos del edificio donde están Sanidad, Derechos Sociales y Consumo―, ha reconocido que la experiencia en el Gobierno “ha corrido en paralelo al aprendizaje de la sociedad española”. Pero también ha subrayado que “nunca antes como ahora, bajo el amparo de esta vicepresidencia, el Ministerio de Trabajo, el trabajo mismo, había adquirido tal peso y relevancia política en el seno de un Gobierno de España”.

La presencia de cuatro vicepresidentas por primera vez en el Gobierno ha sido una muestra de orgullo y reivindicación del feminismo. “Esta vicepresidencia tercera se suma a otras tres vicepresidencias del Gobierno de España, también ocupadas por mujeres. Es un orgullo transitar, junto a Carmen [Calvo], Nadia [Calviño] y Teresa [Ribera], hacia ese horizonte pleno que el feminismo nos ha otorgado. Un feminismo inclusivo, diverso y transformador, que se alimenta de la materia misma del futuro y que configura el núcleo de una democracia mejor”, ha señalado Díaz.

Dos horas y media antes, a las 9.00, Calviño, Díaz y Belarra han prometido sus cargos ante el Rey en el palacio de la Zarzuela. “Prometo cumplir fielmente con las obligaciones de mi cargo con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros”, ha sido la fórmula empleada. La vicepresidenta segunda ha sido la primera que ha prometido lealtad a Felipe VI, momento en el que Calviño ha dirigido su mirada al monarca. La siguiente ha sido Díaz, que a diferencia de enero de 2020, cuando prometió como ministra de Trabajo, no ha apoyado por los nervios la mano en la Constitución al recitar la fórmula; fuentes del Gobierno explican que no es obligatorio hacerlo. Belarra ha prometido el cargo variando la fórmula original y diciendo “Consejo de Ministras”. Al acto han asistido el presidente del Gobierno y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, en su condición de Notario Mayor del Reino. Como viene sucediendo desde que Sánchez gobierna, no ha habido símbolos religiosos. El acto se ha transmitido en diferido, igual que el del pasado 27 de enero, cuando Carolina Darias pasó a ser la nueva ministra de Sanidad y Miquel Iceta le sustituyó como ministro de Política Territorial y Función Pública.