Donde dije digo, digo Diego: las contradicciones del PP y Ciudadanos
Las promesas de no convocar elecciones ni registrar mociones de censura saltan por los aires
El terremoto de la moción de censura en Murcia ha tenido réplicas en el resto de gobiernos de coalición entre el PP y Ciudadanos. Las declaraciones contradictorias de los dirigentes de ambos partidos ponen en evidencia la disputa a brazo partido en el centroderecha por la supervivencia o la recuperación del espacio electoral perdido. Estas son algunas de ellas.
El botón nuclear. La relación de Isabel Díaz Ayuso con Ciudadanos, y e...
El terremoto de la moción de censura en Murcia ha tenido réplicas en el resto de gobiernos de coalición entre el PP y Ciudadanos. Las declaraciones contradictorias de los dirigentes de ambos partidos ponen en evidencia la disputa a brazo partido en el centroderecha por la supervivencia o la recuperación del espacio electoral perdido. Estas son algunas de ellas.
Las contradicciones de Isabel Díaz Ayuso
El botón nuclear. La relación de Isabel Díaz Ayuso con Ciudadanos, y especialmente con Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad, ha sido difícil desde el principio. El PP madrileño se ha quejado amargamente en los últimos meses de tener a la oposición “dentro de casa” y siempre ha temido que su socio cambiara de bando e impulsara una moción de censura. Para evitar ese escenario, la presidenta tenía en su mano la amenaza de apretar el botón nuclear del adelanto electoral, con encuestas muy favorables para ella y muy desfavorables para el partido de Inés Arrimadas. Sin embargo, la presidenta madrileña ha descartado públicamente en numerosas ocasiones que fuera a adelantar los comicios y que barajase siquiera esa posibilidad. “Si hubiera convocado yo unas elecciones, me llamarían insensata y tipa peligrosa”, declaró en El Mundo hace solo un mes. El temor, sin embargo, siempre ha estado ahí. De hecho, el secretario general del PSOE de Madrid, José Manuel Franco, aventuró el pasado diciembre que podría haber elecciones anticipadas en 2021.
La libertad y los despachos. “Quiero que sea la voluntad de los madrileños la que guíe su destino. Asumo todo lo que está por venir y lo haré siempre pensando en el beneficio de España y de Madrid antes que en el mío propio. Quiero que los madrileños sean los que elijan entre el socialismo o la libertad”, declaró al anunciar el adelanto electoral. En las últimas horas ha repetido que no quiere dejar el destino de los madrileños en manos de decisiones que se toman “en los despachos”. Pero la presidenta madrileña no ganó las elecciones de 2019 [ahora las encuestas sí le dan la victoria]. Fue la del candidato socialista, Ángel Gabilondo, la lista más votada, y el pacto que aupó, legítimamente, a Díaz Ayuso al poder se fraguó en otros despachos y en conversaciones con Ciudadanos. La disyuntiva “socialismo o libertad” tampoco es, evidentemente, cierta. Los socialistas gobiernan, solos o en coalición, en nueve comunidades y sus ciudadanos gozan de las mismas libertades que en Madrid.
Cataluña y las elecciones en pandemia. “No puede ser que el mismo Gobierno que convocó elecciones en Cataluña con peores datos, ahora cierre así España estando mucho mejor”, declaró Ayuso hace unos días. La Comunidad de Madrid tiene ahora los peores datos de incidencia de coronavirus de todo el país, pero su presidenta ha decidido adelantar los comicios autonómicos. “Lamento que hayan contado a algunos medios mi supuesta intención de convocar elecciones haciendo coincidir con las catalanas”, había declarado en septiembre. “Mi única preocupación es la vuelta al colegio, reforzar la sanidad madrileña y proyectos para reactivar la comunidad que presido”, añadió.
Las contradicciones de Inés Arrimadas
Mociones y moral. El equipo de Díaz Ayuso tiene desde hace meses encuestas que favorecen al PP y perjudican a Cs, lo que invitaba al adelanto electoral. Pero Pablo Casado e Inés Arrimadas sellaron un pacto de no agresión (ni moción ni adelanto) que permitía a Génova frenar la voluntad de la presidenta madrileña de ceder a esa tentación para deshacerse de un socio con el que nunca se ha llevado bien. “Quien presente una moción de censura en plena segunda ola es un irresponsable y tiene un problema moral”, opinaba la líder de Cs el pasado octubre en La Sexta. Su partido, no obstante, presentó este miércoles una moción en Murcia que dio a Díaz Ayuso la excusa para adelantar los comicios en Madrid.
La regeneración. Ciudadanos, que ha incurrido en numerosas contradicciones y bandazos en su estrategia desde su nacimiento, sacó pecho del pacto con el PP en Andalucía para desalojar al PSOE del poder como ejemplo de cambio y “regeneración” tras años de corrupción, en alusión al caso de los ERE. Pero no aplicó esa misma filosofía en Madrid, donde los populares gobiernan desde hace 25 años y donde varios de sus presidentes, vicepresidentes y consejeros han tenido problemas con la justicia por casos de corrupción. Ignacio González fue encarcelado, como Francisco Granados, y Esperanza Aguirre está imputada por el caso Púnica.
Las contradicciones de Pablo Casado
Peleas y distracciones. Una de las herramientas recurrentes del líder del PP para desgastar al Gobierno de coalición del PSOE y Podemos ha sido explotar sus desavenencias sugiriendo que esas peleas internas distraen al Ejecutivo. “España se va a la ruina mientras su Gobierno se pelea”, ha repetido muchas veces. Pero las disputas han sido constantes también en la Comunidad de Madrid hasta la ruptura total este miércoles.
La unión del centro-derecha. Casado insiste prácticamente desde su llegada a la presidencia del partido en su propósito de reagrupar al “centro-derecha” para desalojar a Pedro Sánchez del poder y llevó su afán de aliarse con Cs hasta el sacrificio de uno de sus dirigentes más veteranos, Alfonso Alonso, exlíder de los populares vascos. La dirección nacional del PP ha fichado y sigue llamando a miembros del partido de Arrimadas a sumarse a sus filas. Pero si los pronósticos del PP madrileño se cumplen y las elecciones adelantadas en Madrid se celebran, sería Díaz Ayuso quien lograría esa recuperación del espacio electoral que Casado promete desde hace dos años. El destino del líder del partido queda ligado al de la presidenta madrileña, a la que ha tenido que defender internamente en multitud de ocasiones al ser un nombramiento muy cuestionado en el PP por su falta de experiencia de gestión. El protagonismo de Ayuso, apuesta personalísima de Casado, y de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, inquieta hace tiempo en Génova y va en aumento. El Gobierno murciano, que conocía la noche anterior el plan para presentar una moción de censura, no intentó adelantar las elecciones. El de Madrid, sí. Cayetana Álvarez de Toledo, que critica sin tapujos a su jefe desde que la cesó como portavoz en el Congreso, presenta ahora a Ayuso como “la alternativa” y “la oposición visible”. “Ese es el camino de la reagrupación que tanto necesita España. No opas estériles”, ha escrito en El Mundo, el mismo medio por el que comunicó, hace unos años, su ruptura con Mariano Rajoy.
Las contradicciones de Ignacio Aguado
En Murcia sí, pero en Madrid no. El vicepresidente cesado se ha prodigado en los medios de comunicación en las últimas horas para criticar la decisión de Díaz Ayuso de adelantar las elecciones, pero todas sus declaraciones se caen al cambiar el sujeto de Madrid por Murcia, donde su partido ha presentado la moción de censura. “A nosotros nos ha pillado trabajando y al PP maquinando”, se quejó, por ejemplo, obviando que los dirigentes de Cs en Murcia llevan semanas urdiendo la moción para desalojar al PP de la presidencia.
Lealtad. “He tenido que callarme mucho por lealtad”, ha repetido también Aguado. Lo cierto es que las polémicas en el seno del Gobierno de coalición han sido constantes y muchas veces públicas. Por ejemplo, cuando Díaz Ayuso se resistía a aceptar el cierre forzado por el Ministerio de Sanidad y recurrió a la justicia. “Yo apuesto por hablar, no por los tribunales. Las restricciones de movilidad de hoy salvan vidas mañana”, dijo entonces el vicepresidente madrileño.