Los acuerdos del PP con el Gobierno vuelven a fracturar a la derecha
“¡Que se besen!”, corean diputados de Vox tras la votación de los nuevos consejeros de RTVE
Media hora antes, el cómplice del Gobierno era Vox, por consentir, según el PP, que los 140.000 millones de euros de los fondos europeos “queden en manos de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias”. Media hora más tarde, en el mismo pleno del Congreso de este jueves, los diputados de Vox coreaban “¡que se besen!, ¡que se besen!” después de que los populares votasen junto a las dos formaciones del Gobierno el nuevo Consejo de Administración de RTVE.
Tres semanas antes, Vox era, según dijo en la Cámara el presidente del Gobierno y líder del PSOE, un partido...
Media hora antes, el cómplice del Gobierno era Vox, por consentir, según el PP, que los 140.000 millones de euros de los fondos europeos “queden en manos de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias”. Media hora más tarde, en el mismo pleno del Congreso de este jueves, los diputados de Vox coreaban “¡que se besen!, ¡que se besen!” después de que los populares votasen junto a las dos formaciones del Gobierno el nuevo Consejo de Administración de RTVE.
Tres semanas antes, Vox era, según dijo en la Cámara el presidente del Gobierno y líder del PSOE, un partido “incluso con más sentido de Estado que el PP” por haber permitido con su abstención aprobar el plan para ejecutar los fondos europeos que rechazaron populares y Ciudadanos. Tres semanas después, de nuevo en el Congreso, los populares han pasado a ser, según la diputada socialista Tamara Raya, “esa parte de la derecha con sentido de Estado” por su acuerdo con el Ejecutivo para designar la nueva dirección de RTVE.
Cada vez que un partido de la oposición facilita algún trámite al Gobierno, los demás se le echan encima para recriminarle la felonía. Le ocurrió a Ciudadanos cuando apoyó las sucesivas prórrogas del estado de alarma, le ocurrió a Vox cuando permitió sacar adelante el plan para los fondos europeos y le ha ocurrido ahora al PP con el pacto sobre RTVE y el acuerdo, todavía inconcluso, sobre el Poder Judicial. Según van cambiando los papeles, también cambia a toda velocidad la visión del Gobierno sobre cuál de sus opositores tiene más sentido de la responsabilidad.
El pleno de este jueves en el Congreso comenzó con Vox en el papel de traidor a ojos del resto de la oposición. Se debatía una enmienda a la totalidad del proyecto de ley que regula la ejecución de los fondos europeos, presentada por Ciudadanos y apoyada por el PP. El diputado popular Miguel Ángel Castellón aprovechó para cargar contra Vox por haber permitido hace un mes que el plan iniciase su tramitación parlamentaria, “lo que ni en sus mejores sueños hubiesen pensado en La Moncloa y en Galapagar”. Los irresponsables, en la visión del Gobierno, eran el PP y Ciudadanos. “Luego se quejan de que son irrelevantes”, atacó a los populares el diputado socialista Pedro Casares. El parlamentario del PSOE pasó por alto que Ciudadanos resultó decisivo el pasado mayo para que el Gobierno salvase las prórrogas del estado de alarma y reprochó a los liberales: “Cada vez que hay un momento trascendental, no se puede contar con ustedes”. La propuesta fue derrotada, con Vox sumando sus votos a los del Gobierno y sus aliados habituales.
Justo a continuación, llegó el debate previo a la votación de los seis miembros del Consejo de Administración de RTVE pactados por el Ejecutivo y el PP. Y las traiciones y las irresponsabilidades cambiaron de bando de un plumazo. El diputado de Vox Manuel Mariscal levantaba la voz: “Este es el teatro del consenso, que se reparte las instituciones en los despachos”. La diputada popular Macarena Montesinos se defendió: “Somos un partido de Estado”. Una afirmación pronto corroborada por la socialista Raya. Montesinos no se reprimió en su contraataque a la extrema derecha: “Basta de numeritos cutres y de salvapatrias. Lo que ustedes quieren es amordazar a la prensa libre”.
La indignación de Vox era compartida ahora por Ciudadanos. Su diputado Guillermo Díaz subrayó que los candidatos pactados por el Gobierno y el PP han obviado las valoraciones previas del comité de expertos. Y puso un ejemplo: “Ustedes no han elegido al que obtuvo el primer puesto y, en cambio, sí al que quedó en el número 56″. Díaz recriminó a los dos grandes partidos que no hayan sido capaces de ponerse de acuerdo para enfrentar la pandemia, pero sí para “repartirse los jueces y TVE”. “Siento tristeza y vergüenza. ¿En qué planeta viven ustedes?”, manifestó.
Entre los que sí apoyan el acuerdo, los argumentos a favor no fueron del todo coincidentes. Para el PSOE, es una manera de reforzar “un servicio público de calidad”; para el PP, será el camino para acabar con “la manipulación y el sectarismo” que ese partido atribuye a TVE, y, según Sofía Castañón, de Unidas Podemos, con el nuevo equipo directivo se evitará que “se reaccione con represalias inéditas al primer rótulo que a cierto poder no le gusta”, en alusión al despido del guionista autor del título “Leonor se va de España, como su abuelo”.
Ciudadanos, al igual que Vox, no participó en la votación, que consiguió una mayoría poco frecuente en un Parlamento tan fragmentado como el actual: 249 síes, la suma de PSOE, PP, Unidas Podemos y PNV. Cuando se anunció el resultado, los de Vox se lanzaron a canturrear la melodía del supuesto matrimonio. A ver lo que dura, porque la estabilidad de las parejas en el Congreso puede esfumarse en cuestión de minutos.