Madrid, de la gran nevada a la gran helada

La capital puede batir durante la ola de frío que comienza este lunes y que afecta a todo el país su récord de temperatura mínima, establecido en 1945. De momento, en su primer envite, no ha sucedido, pero aún quedan muchos días, ya que las temperaturas extraordinariamente bajas se prolongarán hasta el viernes.

En el área metropolitana de Madrid, los termómetros no han caído la madrugada del domingo al lunes tanto como parecía posible a priori, explica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Así, en la centenaria estación de El Retiro se han medid...

La capital puede batir durante la ola de frío que comienza este lunes y que afecta a todo el país su récord de temperatura mínima, establecido en 1945. De momento, en su primer envite, no ha sucedido, pero aún quedan muchos días, ya que las temperaturas extraordinariamente bajas se prolongarán hasta el viernes.

En el área metropolitana de Madrid, los termómetros no han caído la madrugada del domingo al lunes tanto como parecía posible a priori, explica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Así, en la centenaria estación de El Retiro se han medido -4,4 ºC, aunque en puntos más abiertos de la ciudad sí se ha llegado hasta los -9,6, como en el aeropuerto de Barajas, o a -8,2, como en Ciudad Universitaria.

“En Alcalá de Henares (-11,5), Arganda del Rey (-12,8) y otros municipios de la zona oriental de la comunidad sí se ha bajado de los -10ºC que en algunos momentos se han visto posibles en la capital”, indica el experto. Estas ciudades del corredor del Henares volverán el martes a marcar cotas muy bajas, al igual que en el sur de la región, en Las Vegas (Aranjuez).

La inusual y adversa ola de frío que afectará a partir de este lunes y durante toda la semana a la Península se va a cebar especialmente con Madrid, al ser una de las zonas donde más nieve ha caído. El acusado descenso de las temperaturas hará que durante el lunes y el martes las máximas estén en la región entre 5º y 10ºC por debajo de los valores normales, mientras que las mínimas pueden llegar a situarse entre 10º y 15ºC por debajo. De día, no se espera que los termómetros pasen de 5 ºC e incluso que puedan quedarse en 0ºC alguna jornada.

De noche, es posible que en la capital se pueda bajar de -10 ºC, “algo realmente inédito que solo ha ocurrido en una ocasión en los últimos 100 años”, explica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). A lo largo de la semana pasada, los pronósticos apuntaban a que podía llegarse a -11 ºC, pero conforme se acerca la fecha las previsiones van afinando y las últimas, del domingo, lo rebajan a -7 ºC, con la noche del lunes al martes como la peor del episodio.

Al final, “todo dependerá de la cantidad de nieve que quede en el suelo, un factor fundamental para el enfriamiento nocturno”, matiza Del Campo. El récord de temperatura mínima de Madrid está en -10,1ºC, que registró el observatorio de El Retiro en el 16 de enero de 1945.

Además del peligro que suponen estas temperaturas en poblaciones poco acostumbradas, las intensas heladas nocturnas y un ambiente diurno muy frío favorecerán la persistencia de la capa de nieve (o hielo) en muchas zonas durante toda la semana, avisa el portavoz de Aemet.

Pero, ¿cuánta nieve ha caído, ha sido la peor nevada en la historia de Madrid, lo nunca visto? No, pero sí es “la mayor al menos desde 1971″, responde Del Campo, tal y como los meteorólogos llevaban días alertando. Tampoco se han triplicado las previsiones, en contra de lo que defienden Ayuntamiento y Gobierno regional. Cayeron 50,5 litros por metro cuadro de precipitación en el centro durante todo el episodio, medidos por el pluviómetro de la estación de Retiro, “y estaban previstos de 40 a 50”, indica el experto. Como resultado, la ciudad quedó bajo “una capa de nieve de 25 a 30 centímetros, incluso más en barrios periféricos del este y el sur, donde se llegó a 35, 40 e incluso 50”.

En el aviso, que era rojo, un nivel jamás activado por nieve en la zona centro, además de esta previsión de precipitación se estimaba que serían más de 20 centímetros sumados a los cinco del día anterior, pero calcular con exactitud cuánta agua se convertirá en nieve es imposible, porque cualquier mínima variación en la temperatura altera el resultado. De promedio, caen 33 litros en Madrid en enero, pero durante todo el mes. Algo de esta nieve se ha derretido tras un domingo de cielos despejados, además de la retirada por los servicios de limpieza y Emergencias y por los propios madrileños.

José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored y estudioso de las nevadas en España, coincide con Del Campo y cifra la nevada del sábado en una horquilla entre 30 y 50 centímetros según las zonas. “Donde más nevó fue en el sureste de la capital y de la región y donde menos, en el oeste y noroesteW. Así, Villanueva del Pardillo y Pozuelo se quedaron en 30/40 y Vallecas, Alcalá y Torrejón, más cerca de los 50. “Y cuidado con algunas cifras que circulan”, advierte el experto, porque no se puede salir a la calle con un metro y medir al tuntún. “Medidas de 60, 70 y 80 centímetros son falsas. Hubo ventiscas, por lo que la nieve se amontonó en algunas zonas”, concluye.

Viñas ha establecido un ránking de las peores nevadas sufridas por la capital desde principios del siglo pasado hasta hoy. Se ha basado en el trabajo publicado por un experto de Aemet, que tuvo la concienzuda paciencia de pasar 40 años midiéndolas, de 1960 a 2005, con ayuda de su hermano. También ha rastreado documentos de las grandes nevadas del siglo XIX. “La de enero de 2021 es la segunda peor en siglo y cuarto, empatada con la de febrero de 1907, en la que se acumularon entre 20 y 50 centímetros de nieve, y solo superadas por una caída a primeros de siglo, en noviembre de 1904, en la que llegaron a medirse espesores de un metro a 70 centímetros”, asegura el autor del Diccionario Ilustrado del Tiempo y el Clima.

De las nevadas recientes más importantes, a su juicio esta supera a la de marzo de 1971, que llegó a 30/40 centímetros, y a la de febrero del 63, que se movió en un orden de 30 a 35 centímetros de espesor. “El resto se ha quedado en de 15 a 20, 25 como mucho”, recuerda Viñas.