Sánchez abre la puerta a una ley de la Corona para profundizar la modernización

El presidente garantiza que la coalición no se va a romper pese a la tensión con la reforma de las pensiones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este martes durante la rueda de prensa.Vídeo: Olmo Calvo /epv

El Gobierno y La Zarzuela trabajan en un proyecto para continuar con la línea de modernización de la Monarquía instalada por Felipe VI. El presidente, Pedro Sánchez, ha dejado incluso la puerta abierta a una posible ley de la Corona, ante varias preguntas de la prensa, aunque no ha querido dar más detalles. “Vamos paso a paso”, ha señalado ante varias cuestiones sobre el asunto. Sánchez ha calificado de “valiente” el discurso de Navidad de Feli...

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El Gobierno y La Zarzuela trabajan en un proyecto para continuar con la línea de modernización de la Monarquía instalada por Felipe VI. El presidente, Pedro Sánchez, ha dejado incluso la puerta abierta a una posible ley de la Corona, ante varias preguntas de la prensa, aunque no ha querido dar más detalles. “Vamos paso a paso”, ha señalado ante varias cuestiones sobre el asunto. Sánchez ha calificado de “valiente” el discurso de Navidad de Felipe VI y ha abierto la puerta a novedades importantes en los próximos meses, aunque sin cerrar detalles a la espera de que sea La Zarzuela quien confirme los pasos a dar. “El Rey quiere una Monarquía constitucional adaptada a la España del siglo XXI. Renovación, rendición de cuentas, ahí está trabajando Felipe VI. Vamos paso a paso. Ya irán conociendo como se materializa la hoja de ruta de renovación de la Corona en cuanto a transparencia y ejemplaridad”, ha señalado Sánchez.

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En todo momento ha trasladado la sensación de que las novedades son inminentes, aunque no ha querido profundizar. “A lo largo del reinado de Felipe VI ha dado pruebas de caminar hacia una Monarquía adaptada a la España del siglo XXI. Ese ánimo de renovación va a continuar. En lo que podamos ayudar, el Gobierno estará a disposición de la Corona”, ha señalado cuando le han preguntado si están trabajando en una ley o será la propia Casa Real la que se autorregule.

La posibilidad de modificar la inviolabilidad del Rey, que permite, por ejemplo, que Juan Carlos I no pueda ser juzgado por ninguno de sus actos antes de la abdicación, a pesar de que no tengan nada que ver con su papel como jefe de Estado, está encima de la mesa. Es la regulación que existe en otros muchos países, pero en España nunca se desarrolló una norma específica.

El presidente también ha abierto la puerta con claridad, aunque sin cerrar ningún compromiso, al indulto de los presos del procés después de las elecciones catalanas, algo que en el Ejecutivo se da prácticamente por hecho. “Este es un Gobierno que desde el principio no ha escondido sus intenciones. Es un Gobierno que apuesta claramente por el reencuentro, por la reconciliación y por la convivencia en Cataluña y de Cataluña para con España. Creo que es muy importante superar episodios aciagos que nos sonrojan a todos”, ha asegurado Sánchez cuando le han preguntado por los indultos. El presidente cree que hay que superar la etapa anterior y admitir errores por parte de todos para reconstruir la convivencia. “Creo que, cuando hablamos de Cataluña, nadie está libre de culpa. Todos hemos cometido errores. Y lo que tenemos que hacer es aprender de esos errores, mirar hacia delante y ser capaces de encontrar un espacio en el que nos podamos reencontrar”. Sánchez incluso ha llegado a plantear que los ciudadanos sabrán valorar a quienes plantean esta vía el 14 de febrero, en las elecciones catalanas. El Gobierno maneja como escenario ideal que ERC se haga con la hegemonía del independentismo por primera vez, superando a Junts, y que el PSC y los comunes tengan un buen resultado que permita incluso la posibilidad de que los republicanos puedan gobernar sin el grupo de Carles Puigdemont.

Sánchez ha ofrecido una larga comparecencia de balance del año en la que ha detallado el informe de rendición de cuentas que ha preparado La Moncloa con el aval metodológico de una decena de expertos, que concluye que de los 1.238 compromisos adquiridos ya se ha cumplido el 23,4% y un 90% de ellos están en marcha.

El presidente ha tratado de minimizar las tensiones con su socio de Gobierno y, sobre todo, ha dejado un mensaje claro ante varias preguntas: la coalición no se va a romper y él no tiene ninguna intención de seguir gobernando en solitario, algo que podría ser un infierno parlamentario sin el apoyo de Unidas Podemos. Sánchez cree que ni siquiera se romperá por el asunto más delicado que tienen ahora encima de la mesa, esto es la reforma de las pensiones.

El presidente ha admitido que Bruselas exige a España que garantice la sostenibilidad del gasto en pensiones. Esa es la justificación que plantea el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para proponer un aumento de 25 a 35 de los años que computan para el cálculo de la pensión, una reforma que Unidas Podemos y los sindicatos rechazan de plano. Sánchez no ha entrado a defender esa propuesta, pero sí ha dicho que, al margen de lo que pida Bruselas, el Gobierno hará una reforma para garantizar esa sostenibilidad porque se lo debe a las siguientes generaciones porque las pensiones son “la clave de bóveda del Estado del bienestar”.

A partir de ahí lo ha dejado todo abierto aunque ha insistido en que quiere descartar las “especulaciones” sobre la posibilidad de que vaya a gobernar en solitario si no hay acuerdo. “Este es un Gobierno de coalición que tiene ánimo de perdurar en el tiempo. Y digo Gobierno de coalición con todas las letras”, ha reiterado.

El Ejecutivo ha decidido este martes prorrogar el salario mínimo actual a la espera de ver si mejora la economía para poder subirlo. Por tanto se ha buscado una vía intermedia. Ni se sube un 0,9% como quería Unidas Podemos ni se congela en 2021 como planteaba el sector liderado por la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño. Se deja abierto. Sánchez ha defendido la posición de Calviño, que rechazaba la subida en este momento. “Hemos subido el salario mínimo un 29% en dos años. Ningún país ha abordado esa subida. Y en escenario de baja inflación. El salario mínimo en España es un 42% del salario medio. En Alemania es un 43%. ¿Por qué se suben las pensiones y el salario de los funcionarios un 0,9% y no el SMI [salario mínimo interprofesional]? Porque en el último caso el esfuerzo lo hace el empresario, que en este momento, en muchas ocasiones, necesita este alivio para poder sobrevivir. Nuestro país va a caer dos dígitos del PIB. Tenemos que centrar todos los objetivos en salvar vidas, empresas y empleos”, ha sentenciado para justificar que no se suba ahora.

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