Euskadi da pasos hacia una convivencia sin odio
El homenaje a Mikel Zabalza, muerto en 1985 tras ser detenido por la Guardia Civil, reúne a todos los partidos y al delegado del Gobierno
Otro paso adelante en el camino de la convivencia. Todos los grupos políticos del Ayuntamiento de San Sebastián y representantes de los Gobiernos central y vasco han participado este sábado en el homenaje que el consistorio donostiarra ha ofrecido a Mikel Zabalza, un conductor de autobuses cuyo cadáver fue hallado hace 35 años ahogado en el río Bidasoa tras ser detenido 20 días antes por la Guardia Civil. Fallecido en circunstancias que aún no han sido esclarecidas, ...
Otro paso adelante en el camino de la convivencia. Todos los grupos políticos del Ayuntamiento de San Sebastián y representantes de los Gobiernos central y vasco han participado este sábado en el homenaje que el consistorio donostiarra ha ofrecido a Mikel Zabalza, un conductor de autobuses cuyo cadáver fue hallado hace 35 años ahogado en el río Bidasoa tras ser detenido 20 días antes por la Guardia Civil. Fallecido en circunstancias que aún no han sido esclarecidas, el caso de Zabalza siempre ha estado relacionado con una posible muerte por torturas y la izquierda abertzale lo ha considerado una víctima suya. Esto no ha sido impedimento para que el PP haya apoyado y asistido al homenaje de este sábado, al que también se ha sumado el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso.
“Siempre he creído que hay que prestar atención al testimonio de las víctimas, aunque a veces no compartamos todo lo que piensan y dicen”, ha escrito el socialista Itxaso en las redes sociales poco después de acabar el acto. Durante el homenaje, todos los presentes han aplaudido la intervención de Lourdes Zabalza, hermana del fallecido, quien ha hecho un alegato contra la tortura “amparada por el Estado” español, ha dicho. El alcalde de la ciudad, Eneko Goia (PNV), ha trasladado el apoyo del consistorio a la familia y deseado que “puedan cerrarse las heridas que hoy siguen abiertas”.
Mikel Zabalza, nacido en 1953 en Orbaizeta (Navarra) y empleado del Ayuntamiento donostiarra, fue detenido la madrugada del 26 de noviembre de 1985, el día siguiente de un atentado de ETA que costó la vida de dos soldados y un guardia civil. Fue acusado de pertenecer a un comando de la banda, aunque su familia siempre ha negado que estuviese enrolado en ETA. Fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo (San Sebastián) y su cuerpo fue encontrado 20 días después flotando y esposado en el río Bidasoa, a su paso por Endarlaza.
Para la familia, “los responsables de las torturas y quienes las consintieron no han recibido ningún tipo de castigo”, ha afirmado Lourdes Zabalza: “Al contrario, han sido condecorados y ascendidos, a pesar de que algunos hayan sido condenados como miembros de grupos terroristas. Eso quiere decir que la tortura ha sido amparada por parte del Estado y que [el de Zabalza] no fue un caso aislado”.
“La reparación y la justicia que reclamamos siempre para todos quienes han sido víctimas de la violencia se tienen que concretar en esclarecer definitivamente el caso Zabalza”, ha dicho Goia. El entorno más cercano al fallecido no tiene “ninguna duda” de lo sucedido: “La noche que le detuvieron lo mataron torturado”. “Nosotros le pedimos al Estado español el reconocimiento de la verdad, la reparación del buen nombre y garantías de que no va a volver a suceder”, ha concluido Lourdes Zabalza en medio de los aplausos de los asistentes, entre los que también se encontraban la directora del Instituto Gogora del Gobierno vasco, Aintzane Ezenarro, y el viceconsejerode Derechos Humanos, José Antonio Rodríguez Ranz.
Itxaso tenía 10 años cuando murió Zabalza en 1985, año en el que gobernaba el PSOE y el coronel Enrique Rodríguez Galindo dirigía el cuartel de Intxaurrondo. Hoy, como representante del Gobierno en Euskadi, Itxaso ha querido tener un “gesto” que la familia le ha agradecido personalmente. “En Euskadi hay muchas sensibilidades y demasiado dolor no procesado, pero hay que tener la altura moral de entender que solo tendremos futuro si sembramos junto a las nuevas generaciones un presente sin odio. Y para ello, actos como el de hoy pueden ser una valiosa contribución”, ha escrito.
Hace algunos años no hubiese sido posible congregar en este mismo acto a todas las sensibilidades políticas vascas. El PP lo ha apoyado en San Sebastián con la presencia de Jorge Mota, hermano de Ángel Mota, asesinado por ETA en 1990, y delegado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) hasta que fue elegido concejal donostiarra. Su asistencia al homenaje ha sido reconocida como “ejemplar” por representantes de la izquierda abertzale: “No es un paso a coste cero”, ha asegurado en privado a este diario un portavoz de EH Bildu.
Hace un mes, todos los grupos del Parlamento vasco, incluidos el PP-Ciudadanos y Vox, se sumaron al homenaje que la Cámara rindió al representante de Herri Batasuna Santi Brouard, asesinado en noviembre de 1984 por los GAL. Fue la primera vez que la formación de ultraderecha secundaba un acto por una víctima de la izquierda abertzale, aunque lo hizo para “condenar el asesinato de un parlamentario”.
EH Bildu viene acudiendo esporádicamente desde hace algunos años actos de recuerdo a víctimas del terrorismo de ETA. En 1996 se presentó por primera vez en la ofrenda floral que se celebra en recuerdo del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco. Más recientemente, la portavoz de los independentistas en el Congreso, Mertxe Aizpurua, acudió al homenaje que el Legislativo dedicó al exministro socialista Ernest Lluch. Son pasos hacia una convivencia en concordia que también demostró a finales de noviembre pasado el diputado de Bildu Jon Iñarritu, cuando expresó su “condena”, “respeto” y “solidaridad” al parlamentario de Vox Antonio Salvá, padre de un guardia civil asesinado por ETA.