“La España vista desde la M-30 no es la España real”

El presidente valenciano, Ximo Puig, considera insoslayable el debate sobre “el ‘dumping’ fiscal de Madrid” y defiende el modelo alemán de descentralización

El presidente valenciano, Ximo Puig, en el Palau de la Generalitat.Vídeo: FOTO Y MÓNICA TORRES
Valencia -

El presidente valenciano, Ximo Puig, anticipó el debate sobre lo que califica de dumping fiscal de Madrid por rebajar impuestos gracias a los beneficios que le procura el efecto capitalidad, creando ...

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El presidente valenciano, Ximo Puig, anticipó el debate sobre lo que califica de dumping fiscal de Madrid por rebajar impuestos gracias a los beneficios que le procura el efecto capitalidad, creando una competencia injusta con otras comunidades autónomas. Puig, socialista federalista de 61 años, considera insoslayable el debate y defiende que España mire hacia el modelo alemán de descentralización para “arbitrar una convivencia razonable”.

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Pregunta. ¿Su denuncia de lo que llama dumping fiscal ha tenido la repercusión que esperaba?

Respuesta. Es un debate insoslayable, al margen de la cuestión nominalista. Desde el punto de vista fiscal hay espacios que generan desigualdad y llueve sobre mojado. Cuando hay comunidades autónomas que están muy infrafinanciadas, que no pueden hacer competencia fiscal porque es imposible para garantizar su solvencia, se generan estos desequilibrios. Es imprescindible garantizar en primer lugar la suficiencia de las comunidades autónomas en su conjunto.

P. ¿Ha encontrado apoyo a esas reivindicaciones entre los presidentes autonómicos?

R. Hay muchas presidencias que entienden esta cuestión. Otra cosa es que haya limitaciones basadas en una orientación ideológica. En el fondo, todos somos conscientes de que tenemos que abordar la financiación autonómica y la reforma fiscal. Hay algunos impuestos estatales derivados a las comunidades autónomas que hasta que no se resuelva la base del problema deberían ser armonizados.

P. Voces como la del exministro socialista Miguel Sebastián consideran incongruente que un adalid del federalismo como usted o un partido independentista como Esquerra defiendan la armonización fiscal de España.

R. No soy dogmático en nada. Hablo de una cuestión de carácter coyuntural. No se puede categorizar. Hay que hacer una reforma fiscal, un aggiornamento fiscal, porque venimos sosteniendo desde los tiempos de Fuentes Quintana un sistema impositivo sin cambios sustanciales, pero la sociedad ha cambiado mucho. El principio constitucional vigente es el de la progresividad fiscal. Y hay problemas muy graves, como el fraude, que resulta incomprensible que sigan siendo un agujero negro con la digitalización actual.

Ximo Puig, en su despacho del Palau de la Generalitat, con un cuadro del Equipo Crónica, cedido por el IVAM, al fondo.Mònica Torres

P. Usted ha calificado el dumping fiscal de “desleal, injusto e insultante”, ¿qué opina del concierto vasco?

R. Es insultante que alguien hable desde la soberbia. No tengo nada contra Madrid ni queremos enfrentarnos a ella. La Comunidad Valenciana se siente referenciada en este espacio. Pero hacer nacionalismo siempre tiene consecuencias. Hay un efecto capitalidad de Madrid que existe, como demuestran estudios como el del IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas]. Como existe en todo el mundo. Pero un país como España debería mirar a Alemania y su descentralización. Más allá de que no cuestiono los fueros históricos ni el concierto vasco, sí que hay que transparentar lo que cada comunidad autónoma aporta al conjunto para financiar el conjunto, no para sus propios recursos. Tiene que haber mucha más transparencia.

P. En su reciente visita a Barcelona, ha instado a Cataluña a dejar el bloqueo independentista y sumarse a una “España de las Españas”. ¿En qué consiste su llamada ‘vía valenciana’?

R. La España de las Españas es un concepto que le gustaba mucho a Ernest Lluch y que significa que pueden existir vías diferentes para llegar a una coexistencia posible. La España vista desde la M-30 o la M-40 no es la España real. Cuando en Madrid se envía ese mensaje de que Madrid es España y España es Madrid se da una concepción anacrónica de la realidad. Y esa España de las Españas tiene que ver con la historia también. Aquí hasta el siglo XVII había una Corona de Aragón y un Reino de Valencia, por ejemplo. La España de las autonomías no es una invención de 1978, sino que responde a una tradición.

P. Ha mencionado al modelo alemán, pero el PSOE parece seguir más el modelo francés, dividido en dos almas, jacobina (centralistas) y girondina (federalistas), ¿no?

R. No creo. Cada visión es respetable, pero lo cierto es que hay que arbitrar una convivencia razonable. En este sentido, es importante el papel que hace el Gobierno de España de intentar integrar y cohesionar huyendo del independentismo y del centralismo. En cualquier caso, la agenda prioritaria y básica ahora es superar la pandemia y reactivar la economía.

“Mi única vinculación de futuro está relacionada con la Comunidad Valenciana. Está absolutamente descartado [continuar su trayectoria en Madrid]. Esta es mi estación término”
“Mi única vinculación de futuro está relacionada con la Comunidad Valenciana. Está absolutamente descartado [continuar su trayectoria en Madrid]. Esta es mi estación término”

P. La Airef [Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal] prevé que la Comunidad Valenciana tenga el mayor déficit de España en 2021, un 2,3%. ¿A qué obedece?

R. A la infrafinanciación. La realidad es que desde 1995 hasta la actualidad, la Comunidad Valenciana ha perdido casi 12 puntos de renta per cápita. Queremos cumplir los objetivos fiscales, pero para eso tenemos que reiniciar la situación.

P. Y en este contexto tan complicado, su Gobierno negocia con Abengoa su cambio de domicilio fiscal de Sevilla a Valencia. ¿Por qué la Generalitat tiene que avalar un préstamo de 20 millones de euros, lo que no ha hecho la Junta andaluza, a una empresa en situación muy delicada?

R. Atendemos una petición de una multinacional que plantea la posibilidad de instalarse en la Comunidad Valenciana. Hacemos un análisis económico y de riesgos. Esta es una tierra amable. Más de 600 empresas han venido de Cataluña. Vamos a estudiar y en función de las contraprestaciones reales, veremos. Planteamos que haya una parte de la actividad económica de Abengoa que se traslade aquí, claro, no solo su sede social. Pero no es un tema prioritario.

P. En España, cuando no se lograba llegar a acuerdos, se veía como modelo el Gobierno valenciano de coalición de izquierdas. Tras las críticas públicas por falta de consenso y cogobernanza de la vicepresidenta Mónica Oltra, de Compromís ¿el oasis era un espejismo? ¿se han cerrado las discrepancias?

R. La vicepresidenta ha dicho hoy [por el viernes] que estamos en una normalidad mejorada. Es un Gobierno de coalición en el que hay miradas diferentes, como es normal. Pero lo importante es que llevamos seis años sacando los presupuestos, como muy pocas comunidades han hecho. Este es el retrato real de la situación.

“Planteamos que haya una parte de la actividad económica de Abengoa se traslade aquí, claro, no solo su sede social. Pero no es un tema prioritario"
“Planteamos que haya una parte de la actividad económica de Abengoa se traslade aquí, claro, no solo su sede social. Pero no es un tema prioritario"

P. ¿Es necesaria la sintonía personal con su vicepresidenta y entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias?

R. [Breve silencio] Bueno, cuanta mayor sintonía, mejor siempre.

P. ¿Le hace mella la situación de uno de sus hermanos, investigado por el cobro de ayudas al valenciano tras una denuncia de los populares?

R. El PP de la Comunidad Valenciana tiene una hipoteca reputacional muy grave y lo que pretende es mimetizar su situación en los otros, pero la sociedad valenciana está en otra onda.

P. Su gestión de la pandemia está bien valorada por la ciudadanía, según encuestas recientes. Y ha aumentado su protagonismo en la escena nacional, es inevitable preguntarle por sus aspiraciones políticas...

R. Ninguna. Mi única vinculación de futuro está relacionada con la Comunidad Valenciana y en este momento, además, me parecería obsceno hablar de qué va a pasar dentro de dos años, porque vivimos al día, ahora con cierta esperanza gracias a la vacuna, aunque también genera mucha preocupación entre la ciudadanía. Tenemos una carga de trabajo enorme.

P. ¿No le tienta como a otros expresidentes valencianos, Joan Lerma o Eduardo Zaplana, continuar su carrera política en Madrid?

R. Está absolutamente descartado. Para mí esta es una estación término. Es un honor presidir la Generalitat. Creo que hay muy buena sintonía con el Gobierno de España que se necesita consolidar por mucho tiempo.

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