Ciudadanos sigue abierto a negociar con el Gobierno pese a no gustarle el pacto de Bildu
El partido de Inés Arrimadas insiste en que no es un socio estable del Ejecutivo y estudiará posibles pactos en función de cada caso
El pacto del PSOE y Unidas Podemos con Bildu anoche tras el pleno del estado de alarma sorprendió a Ciudadanos como al resto de fuerzas políticas. El partido de Inés Arrimadas no puede estar más alejado políticamente de Bildu y tampoco ha compartido nunca la derogación de la reforma laboral, pero a pesar del enfado en sus filas la decisión de la dirección es separar ambas cuestiones y no ver el acuerdo como un obstáculo para posibles negocia...
El pacto del PSOE y Unidas Podemos con Bildu anoche tras el pleno del estado de alarma sorprendió a Ciudadanos como al resto de fuerzas políticas. El partido de Inés Arrimadas no puede estar más alejado políticamente de Bildu y tampoco ha compartido nunca la derogación de la reforma laboral, pero a pesar del enfado en sus filas la decisión de la dirección es separar ambas cuestiones y no ver el acuerdo como un obstáculo para posibles negociaciones con el Gobierno en el futuro. Así, Ciudadanos mantiene su disposición a negociar con el Ejecutivo en función de cada caso concreto, según ha expresado esta mañana el portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, en dos entrevistas en la Cadena SER y TVE. “Nosotros vamos a negociar con el PSOE en función del objeto concreto de la negociación", ha remarcado. "No somos socios del Gobierno Frankenstein”, ha remachado Bal recuperando la expresión más dura que utilizaba la formación para referirse al pacto de investidura de Pedro Sánchez.
El partido siempre ha rechazado una derogación completa de la reforma laboral de 2012 y este jueves ha reafirmado su oposición a que se derogue. “Nos oponemos a una tabla rasa, a una resurrección de la legislación anterior en bloque”, ha subrayado Bal. “¿Qué vamos a hacer, volver a la legislación de [José Luis Rodríguez] Zapatero en este momento de crisis? Es un disparate absoluto", se ha quejado. No obstante, Cs encuadra ese compromiso de la derogación en el acuerdo que ya tenían el PSOE y Unidas Podemos con los socios que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez, entre ellos Bildu. “El acuerdo del PSOE con Bildu lo enmarco dentro de su acuerdo de investidura para el sostenimiento del Gobierno Frankenstein. Es prácticamente una reproducción del acuerdo de legislatura”, ha insistido el portavoz de Ciudadanos.
Tras la aprobación este miércoles de la quinta prórroga del estado de alarma, se conoció un pacto del PSOE y Unidas Podemos con Bildu que incluía el compromiso de derogar “de manera íntegra” la reforma laboral del PP antes de que expiren “las medidas extraordinarias” frente a la pandemia. Horas después, al filo de la medianoche, los socialistas emitieron “una nota aclaratoria” en la que rectificaban lo firmado anulando el primer punto de ese acuerdo y dándole otra redacción que lo rebajaba.
Ciudadanos se desvincula de ese pacto porque no es un socio estable del Gobierno e insiste en que estudiará caso por caso si entabla en el futuro nuevas negociaciones. La estrategia del partido para la nueva etapa bajo el liderazgo de Inés Arrimadas pasa por reivindicarse como una formación útil que llega a acuerdos y logra medidas concretas para corregir o mejorar la gestión del Gobierno, y aunque los socios del Ejecutivo de Sánchez no gustan nada en la formación ―“nos encontramos en las antípodas ideológicas”― , seguirán tratando de sacar el máximo partido a sus 10 diputados. “Cuando llegue la siguiente negociación se planteará en los términos que se plantee, y nosotros arrancaremos al Gobierno condiciones buenas para todos haciendo política útil. Ya veremos lo que nos trae el futuro”, ha dejado abierto Bal.
El acuerdo conocido anoche causó en todo caso un monumental enfado en las filas de Ciudadanos. El portavoz adjunto, Edmundo Bal, lo ha calificado de “inmoralidad sea cual sea su contenido” por haberse firmado con Bildu, “que no condena la historia criminal de ETA”. Algunos dirigentes han expresado también su malestar en las redes, como Mayte Pagazaurtundúa, eurodiputada en la delegación de Ciudadanos y hermana del agente de policía Joseba Pagazaurtundúa, asesinado por ETA en 2003. Pagazaurtundúa fue además presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. “Pactar con Bildu es blanquearles el pasado que no han condenado. Para justificarlo nos helarán la sangre una y otra vez”, ha escrito en Twitter. El jefe de filas de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Luis Garicano, ha criticado también que el acuerdo con Bildu es “amoral”, “muy malo para la economía y la recuperación, malo para la cohesión interna del Gobierno, innecesario para ganar el voto” y “desastroso para la aprobación de un paquete económico europeo”. “¿Alguien me lo explica?”, se ha preguntado en la misma red social.
Algunas fuentes del partido agradecen la rectificación del Gobierno: esa marcha atrás ha permitido que Ciudadanos tuviera una reacción templada hoy. El pacto inicial con Bildu "hubiera destruido cualquier capacidad de negociación en Bruselas”, lamentan en Ciudadanos.
Lo que sí ha enfriado en los últimos días el partido es su oferta de mano tendida al Gobierno para negociar unos Presupuestos Generales. Aunque fue la propia Arrimadas quien ofreció en marzo su disposición a acordar unos Presupuestos para la reconstrucción, Cs aleja ahora ese escenario, aunque Bal no ha cerrado del todo la puerta. “El Gobierno del PSOE dice ahora que a lo mejor deja pasar los Presupuestos en 2020. En el futuro se decidirá qué Presupuestos, qué impondrá Europa… Sánchez no dice si está negociando un rescate. El día de mañana, si existen los Presupuestos, veremos si son buenos para los españoles”, ha reflexionado en TVE.