Análisis

Así arrancan (otra vez) las encuestas en Galicia y País Vasco

PP y PNV son los favoritos, pero con márgenes dispares

Finalmente habrá elecciones antes de verano. Este lunes se volvió a llamar a las urnas en Galicia y País Vasco, que habían suspendido sus comicios de abril por culpa de la pandemia. A continuación repaso los primeros sondeos en las dos comunidades autónomas.

En Galicia el PP es favorito, pero no tiene la mayoría asegurada. Las encuestas de marzo le daban 40 escaños, dos más de los necesarios para sumar una mayoría. ¿Pero qué efect...

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Finalmente habrá elecciones antes de verano. Este lunes se volvió a llamar a las urnas en Galicia y País Vasco, que habían suspendido sus comicios de abril por culpa de la pandemia. A continuación repaso los primeros sondeos en las dos comunidades autónomas.

En Galicia el PP es favorito, pero no tiene la mayoría asegurada. Las encuestas de marzo le daban 40 escaños, dos más de los necesarios para sumar una mayoría. ¿Pero qué efectos han podido tener estos dos meses de crisis por el coronavirus? No tendremos una respuesta firme hasta que se publiquen más encuestas, pero de momento el PP parece salir reforzado, más que lo contrario. En mayo se han publicado dos sondeos: el de ElectoPanel le da a los populares 2 ó 3 escaños más que en febrero y lo coloca en 41, mientras que NC Report los deja en 37 o 38 diputados, que es más o menos dónde estaban antes de la crisis.

El PP gallego arrancó este año más débil que en 2016, pero es posible que crezco en estas semanas. La tendencia del PP a nivel nacional —de la que sí tenemos muchas encuestas— ofrece buenos pronósticos para Alberto Núñez Feijóo. El PP ha subido tres puntos desde marzo, pasando del 20% al 23% en las encuestas de unas hipotéticas generales. Si esta tendencia se replica en Galicia, su mayoría estará más cerca.

La alternativa para la izquierda es un acuerdo entre PSOE, BNG y Galicia en Común (la coalición de Podemos). En marzo esa suma estaba apenas un escaño por debajo de la mayoría, pero ahora parece retroceder. Su mejor opción la ofrecen los umbrales mínimos: la suma de izquierdas y nacionalistas podría alcanzar la mayoría con un PP que rondase el 41% o 42% de votos, siempre que Ciudadanos y Vox no llegan al 5%, que es el mínimo exigido para obtener representantes en Galicia.

En el País Vasco el PNV seguirá casi con seguridad. Sumará probablemente con el PSOE, que ya facilitó la investidura de Iñigo Urkullu en 2016 y que ha sido su socio preferente en los últimos años. Y tendrá una mayoría alternativa con Bildu. El resto de opciones me parecen de momento altamente improbables.

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Está por ver todavía si la crisis del coronavirus tiene algún efecto sobre la fortaleza del PNV. De momento no parece: el sondeo de ElectoPanel mejora sus resultados en dos escaños (pasa de 28 a 30 desde febrero) y NC Report le da uno más (para rondar los 27 o 28).

La gran ventaja del PNV es el proceso de investidura en el País Vasco, porque es menos exigente que el que rige en las elecciones generales. Se pueden presentar varios candidatos al mismo tiempo (en 2016 fueron Urkullu y Maddalen Iriarte, de Bildu) y todos los diputados votan para elegir su preferido. Pero no hay votos “sí” o “no” y en la segunda votación basta con ser el más votado para ser investido lehendakari. Ahora mismo, con el reparto de diputados que ofrecen las encuestas, es difícil imaginar un candidato que consiga más apoyos que Urkullu en una votación así.

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