Urkullu garantiza al Gobierno que cuentan con mecanismos para convocar unas elecciones autonómicas con seguridad
El lehendakari apela a los partidos vascos a debatir con responsabilidad sobre la idoneidad de julio para convocarlas
El lehendakari, Iñigo Urkullu, acaba de cerrar el círculo para que las elecciones autonómicas se celebren a mediados de julio. Tras el acuerdo con el Gobierno central que facilitó el sí del PNV a la prórroga del estado de alarma, y las declaraciones de la ministra de Política Territorial Carolina Darias este jueves, avalando unas elecciones autonómicas en Euskadi, “siempre qu...
El lehendakari, Iñigo Urkullu, acaba de cerrar el círculo para que las elecciones autonómicas se celebren a mediados de julio. Tras el acuerdo con el Gobierno central que facilitó el sí del PNV a la prórroga del estado de alarma, y las declaraciones de la ministra de Política Territorial Carolina Darias este jueves, avalando unas elecciones autonómicas en Euskadi, “siempre que se celebren con la máxima cautela y coordinación”, el lehendakari ha asegurado este viernes en el Parlamento vasco que "Euskadi cuenta con mecanismos preventivos suficientes” para convocarlas con seguridad.
Urkullu ha comparecido ante la Diputación Permanente del Parlamento vasco para explicar las últimas actuaciones de su Gobierno en torno a la pandemia del coronavirus, en un momento en el que las administraciones central y vasca negocian la desescalada. En el caso de Euskadi, aspira a pasar a la fase 1 este mismo lunes. Es la segunda vez en la que Urkullu comparece en este foro. La primera, el 24 de abril, Urkullu anunció que julio podría ser un buen mes para las elecciones. Unas semanas después tiene las manos libres, siempre que se cumplan las condiciones sanitarias para revocar el decreto autonómico de Emergencia Sanitaria.
De hecho el próximo día 14 de mayo Urkullu se reunirá con el resto de los portavoces parlamentarios para cumplir el último de los requisitos para tomar la decisión, escuchar a los portavoces, tal y como se comprometió en el decreto de suspensión de las elecciones previstas para el 5 de abril, y que fue amparado jurídicamente por la Junta electoral vasca. A diferencia del decreto de suspensión de las elecciones gallegas, Urkullu no vinculó una nueva convocatoria electoral al levantamiento del estado de alarma.
En su comparecencia de este viernes, el lehendakari ha insistido en que toca hablar de elecciones “por responsabilidad”, y no como un debate electoralista, entre otras cosas porque ningún partido cuenta con certezas en este escenario: “Nadie cuenta con certezas en una situación de incertidumbre, dificultad y volatilidad” como la actual. No se trata de hablar de una fecha u otra, según él, sino de “tomar decisiones con responsabilidad, contando con toda la información, con garantías suficientes y la debida antelación”. Urkullu cree que hay que aprovechar la oportunidad que se abre en julio, y ha defendido que la normalización parlamentaria, institucional y política es fundamental para afrontar la recuperación social, económica y del empleo tras la pandemia de la covid-19. En su opinión, las elecciones en julio darían paso a un Parlamento y gobierno fuerte en septiembre, por si acaso se produce un repunte de casos. Aunque no se vaya a discutir sobre la fecha, hay rumores que apuntan a que las preferencias del lehendakari se sitúan en los domingos centrales de julio, o bien el 12 o el 19.
Urkullu cree garantizado que Euskadi cuenta con mecanismos preventivos suficientes para desarrollar cualquier tipo de actividad, no solo la electoral, garantizando la salud y la seguridad de las personas. Para ello se deben asegurar las condiciones de control de la enfermedad y la coordinación de los servicios públicos, no solo los autonómicos sino también los de la administración central, como Correos, de manera que toda la población tenga el mismo acceso al voto. “Se trata de elaborar un plan de seguridad y protección de la campaña y la jornada electoral para toda la ciudadanía y para las personas que trabajarán en el dispositivo electoral”, ha explicado. Además de la reunión con los partidos, Urkullu se va a reunir también con el LABI, el foro de coordinación institucional para analizar la declaración de emergencia sanitaria decretada por el departamento de Salud el 13 de marzo.
El gabinete vasco defiende que la desescalada debe gestionarse desde los principios de “proximidad y subsidiariedad” con respeto al marco competencial del autogobierno y dejando atrás, progresivamente, el confinamiento para retomar la actividad económica y social. Para ello el Gobierno ha defendido la realización masiva de pruebas a la población en general para facilitar rastrear al virus como mayor eficiencia. "Esa situación y estas medidas posibilitarán un horizonte de certidumbre,” ha dicho Urkullu, para que se puedan celebrar desde las elecciones hasta otro tipo de eventos durante los próximos meses, garantizando la salud pública. A partir de junio se podrían abrir los museos y salas de exposiciones, celebrar espectáculos musicales en espacios cerrados, la proyección de películas en salas de cine y la apertura de bibliotecas, siempre con un aforo limitado y con estrictas medidas de higiene y seguridad en los accesos.
Feijóo abre la puerta a la convocatoria de julio
El presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, que durante la semana pasada reclamó con insistencia al Gobierno central el fin del estado de alarma con el argumento de que no era necesario para gestionar la crisis sanitaria, evidencia ahora que busca la convocatoria inminente de las elecciones autonómicas.
Tras señalar que “habrá rebrotes” del virus en el otoño, dado que así se lo han indicado “todos los especialistas”, Feijóo ha afirmado este viernes en rueda de prensa que está pendiente de despejar “la incógnita” que le permita saber cuál es “la mejor quincena” desde el punto de vista sanitario para celebrar los comicios. Y, aunque ha evitado confirmarlo, ha dejado entrever que esa quincena será del mes de julio.
El presidente gallego se había puesto el límite de septiembre, fecha en la que expira su legislatura, para ir a las urnas, motivo por el que presionó al Ejecutivo central reclamando el fin del estado de alarma ya que con él en vigor era imposible. Ahora, gracias a la cláusula introducida por el PNV en el último decreto de prórroga que permite a "las comunidades" convocar elecciones pese al estado excepcional, puede hacerlo ya cuando quiera, Y más allá del otoño el panorama electoral se le complica.
En sus declaraciones de este viernes ha expuesto varios argumentos que justificarían una cita electoral en julio. Por una parte, se ha referido a que van pasando los días y con ellos el fin de una legislatura “que se podría extender de forma ordinaria hasta octubre”. Además ha dejado claro que comparte las declaraciones de Urkullu, con quien ha hecho coincidir cuatro comicios desde 2009, relativas a la “necesidad que tienen las comunidades de gobiernos fuertes” para poder afrontar la fase de reactivación económica y social.
La incógnita, ha asegurado, se despejará en “los próximos días”, a la vista de los resultados que arroje el estudio epidemiológico de la Xunta, cuya primera fase finaliza este mismo viernes. Y una vez que, a partir de ese momento, tenga una propuesta “razonada”, asegura que la comunicará -está obligado por el decreto por el que suspendió la convocatoria del pasado 5 abril- a los grupos de oposición.