Iglesias: “Seguiremos trabajando para retirar las medallas a Billy el Niño”
Víctimas del franquismo ven “despreciable” que el Estado haya obligado a quienes padecieron sus torturas a pagar durante años el ingreso extra que conllevaban esas condecoraciones
Un día después de la muerte por coronavirus del expolicía franquista acusado de torturas Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, el vicepresidente, Pablo Iglesias, ha asegurado que el Gobierno “seguirá trabajando para hacer lo que haya que hacer para retirarle las medallas, a título póstumo si es necesario”. En una entrevista en Radiocable, el líder de Podemos ha asegurado estar “muy jodido” por el hecho de que el expolicía haya muerto “en la cama” y co...
Un día después de la muerte por coronavirus del expolicía franquista acusado de torturas Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, el vicepresidente, Pablo Iglesias, ha asegurado que el Gobierno “seguirá trabajando para hacer lo que haya que hacer para retirarle las medallas, a título póstumo si es necesario”. En una entrevista en Radiocable, el líder de Podemos ha asegurado estar “muy jodido” por el hecho de que el expolicía haya muerto “en la cama” y condecorado por el Estado. “Es una vergüenza y como vicepresidente tengo que pedir perdón. Llevamos mucho tiempo persiguiendo algo que era de justicia, que le quitaran las medallas. La democracia tiene que reconocer la vergüenza de haber protegido durante 40 años a este miserable", ha añadido. La propuesta de modificación de ley que presentó el Gobierno el pasado enero para retirar las medallas en ciertos casos excluye, sin embargo, la posibilidad de hacerlo en caso de fallecimiento del beneficiario.
En 2018, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, reclamó toda la documentación sobre el policía franquista acusado de torturas y reclamado por la justicia argentina, para ver si era posible retirarle una medalla pensionada concedida en 1977. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que representa a las víctimas del franquismo, había presentado 263.700 firmas solicitándolo y ya se había dirigido al anterior Gobierno, del PP, con la misma petición. Al consultar el expediente del expolicía comprobaron que no tenía una, sino cuatro medallas, todas con un incremento de pensión incorporado. Cobraba el equivalente a pensión y media.
Sin embargo, el Gobierno no retiró las medallas a Billy el Niño, y la petición de extradición de la juez argentina María Servini de Cubría, que abrió, en Buenos Aires, una causa por los crímenes del franquismo, fue rechazada. El pasado febrero, Unidas Podemos votó en el Congreso en contra de pedirle al Gobierno que facilitara la hoja de servicios del torturador franquista. Luego también pidió disculpas por aquella decisión.
La ARMH ha presentado, de nuevo, la petición para que se retiren las medallas a Billy el Niño. “Lamentablemente, pese a las evidencias y denuncias de numerosos testigos, González Pacheco ha sido protegido y premiado durante cuarenta años de democracia, en los que ha disfrutado de una pensión especial proveniente de condecoraciones que ningún Gobierno le retiró en vida, un hecho despreciable que ha supuesto para sus víctimas tener que pagar con sus impuestos una pensión especial”, afirman.
La asociación lamenta que “no haya sido una sentencia judicial la que haya resuelto las consecuencias de sus crímenes”, pero insiste en su reclamación para que haya una “declaración de condena política por sus delitos, y de respeto, disculpa y reconocimiento del Estado a sus víctimas y a todos los hombres y mujeres que en este país se jugaron la vida, la juventud y el futuro por combatir el fascismo”.
El pasado 28 de marzo falleció, también de coronavirus, uno de los denunciantes de Billy el Niño, José María, Chato Galante. “No era un funcionario que torturaba, era un torturador compulsivo, disfrutaba haciéndolo. Decía: ‘Te puedo destruir”, relataba a EL PAÍS en 2013. Otras víctimas también han relatado a este diario distintos tipos de torturas recibidas. “Olía mucho a alcohol. Era bajito, feo, con los ojos saltones. Tenía 28 años, solo dos más que yo. Y disfrutaba torturando. Se le notaba porque en medio de la furia, al pegarte bofetadas y patadas, tenía un gesto de placer, de satisfacción”, recordaba Felisa Echegoyen.
La primera medalla, con distintivo rojo y un incremento de un 10% en su pensión, se la concedió el entonces Gobierno franquista el 20 de julio de 1972. La segunda, con distintivo de plata, se la otorgó el Ejecutivo de Adolfo Suárez el 13 de junio de 1977 por la liberación del presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol, y el teniente general Emilio Villaescusa, secuestrados por los GRAPO entre finales de 1976 y principios de 1977. Esta condecoración suponía un incremento de su pensión en un 15%. La tercera, también con distintivo rojo, es decir, con un incremento en su pensión de un 10%, le fue concedida por Interior el 10 de octubre de 1980. Y la cuarta, de plata, es del 30 de marzo de 1982. En este caso, era para toda la Brigada de Información, a la que pertenecía Billy el Niño, y suponía un 15% más en su pensión. El expolicía franquista la reclamó por vía judicial cuando ya disfrutaba de los beneficios de las otras tres medallas, porque pese a formar parte de dicha brigada no se le habían abonado las cantidades aparejadas a la condecoración. Una sentencia judicial le reconoció los efectos económicos de esa medalla el 12 de diciembre de 2010.