Los turistas que nunca llegaron

La preocupación social por la llegada de foráneos genera una falsa percepción en pueblos del litoral

Autopista A-1, a la altura de San Sebastián de los Reyes (Madrid), sin tráfico este Jueves Santo.Luis Sevillano Arribas
Madrid -

Ni en Marbella, ni en Zahara de los Atunes, ni en Tarifa, ni en Chiclana. Tampoco en Valencia, ni en Llanes (Asturias), ni en Galicia, ni en la Costa Brava. Los turistas nunca llegaron. Los más de 10.000 controles establecidos por la Guardia Civil en las carreteras, sumados a los de las policías locales y a las barreras de hormigón ubicadas a la entrada de los municipios con más segundas residencias no fueron necesarios o disuadieron a quienes pretendían de...

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Ni en Marbella, ni en Zahara de los Atunes, ni en Tarifa, ni en Chiclana. Tampoco en Valencia, ni en Llanes (Asturias), ni en Galicia, ni en la Costa Brava. Los turistas nunca llegaron. Los más de 10.000 controles establecidos por la Guardia Civil en las carreteras, sumados a los de las policías locales y a las barreras de hormigón ubicadas a la entrada de los municipios con más segundas residencias no fueron necesarios o disuadieron a quienes pretendían desplazarse con motivo de la Semana Santa en pleno estado de alarma.

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Los atascos en las salidas de algunas ciudades, como Madrid, fueron debidos a los múltiples controles de tráfico, tal y como explicó este jueves la secretaria general de Transportes, María José Rallo. Un total de 3.090 vehículos fueron sancionados, según los datos aportados por el general José Manuel Santiago. Un dato que se encuentra dentro de la media de estos últimos 26 días, desde que el pasado 14 de marzo el Gobierno decretó el estado de alarma.

Sin embargo, fueron muchos los alcaldes de esas poblaciones más turísticas los que permanecieron alerta ante una posible llegada de gente procedente de otras comunidades con motivo de las vacaciones de Semana Santa.

El presidente asturiano, Adrián Barbón (PSOE), pedía el lunes a los vecinos de los municipios turísticos de su región que comunicaran a las autoridades la llegada de personas de fuera de Asturias porque, aseguraba, “no dejaban de llegar mensajes de vecinos denunciando la llegada de personas de fuera”. Pero el alcalde de Llanes, Enrique Riestra (Vecinos por Llanes), la localidad más turística de Asturias, aseguraba este jueves que los datos que hasta el momento le habían facilitado Guardia Civil y policía local contradecían esas denuncias. “Es posible que si alguien ve a otra persona que no conoce en el supermercado lo cuente en una red social y eso después corre como la pólvora”, advertía.

“Desde la Guardia Civil queremos informaros que desmentimos categóricamente las informaciones que están apareciendo en perfiles particulares de redes sociales en los que se denuncian afluencias masivas de visitantes y turistas a zonas como Zahara de los Atunes, El Palmar o la Barrosa”, señalaba un portavoz del instituto armado en Cádiz. “La gente quiere creerse una cosa que no es real”, desesperado por la insistencia, el alcalde de Tarifa, Francisco Ruiz, desmiente por última vez que estén llegando visitantes o propietarios de segundas viviendas. El regidor coordinó la intensificación de controles el pasado fin de semana y los ha intensificado desde este pasado miércoles. "Se han estado haciendo controles tácticos y me dan reportes de que no hay nada anormal. No hay movimiento. El Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera también ha desmentido la llegada de foráneos.

Ni en Marbella, ni en Mijas ni Fuengirola, donde también se intensificaron los controles, registraron diferencias con el resto de días.

Desde la delegación de Gobierno valenciana aseguran que no ha habido una afluencia de visitantes, con una disminución del 80% del tráfico respecto al mismo día del pasado año. En Galicia montaron dispositivos en la AP-9, en la autovía de la Meseta y en la Transcantábrica, pero no se interceptó a nadie.

Los municipios más turísticos de la Costa Dorada y la Costa Brava de Cataluña se blindaron. La inmensa mayoría, como Salou, Cambrils, Calafell, Port de la Selva, Begur o Palafrugell colocaron bloques de hormigón en sus entradas para cerrar el paso a los vehículos y habilitaron drones para localizar a quien pudiese querer romper el confinamiento. También en esa zona del litoral catalán, algunos alcaldes reclamaron a los residentes que denunciaran la presencia de esos vecinos de segunda residencia, sin que se hayan traducido en hechos ni infracciones reseñables.

Con información de: Patricia Ortega Dolz, Jesús A. Cañas, Ferrán Bono, Sonia Vizoso, Nacho Sánchez, Marc Rovira y Marta Rodríguez.

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