Siete hoteles con encanto para disfrutar del enoturismo en La Rioja

Escaparse a un hotel en un viñedo es mucho más que una simple estadía: es una inmersión completa en un estilo de vida donde la naturaleza, el buen vino y la relajación se combinan para ofrecer una experiencia inolvidable. Lejos del bullicio de la ciudad, estos hoteles rodeados de viñedos permiten desconectar del ritmo acelerado del día a día y reconectar con lo esencial. Aquí, cada detalle está pensado para que disfrutes del paisaje, la tranquilidad y, por supuesto, del arte de hacer y degustar vino.

Al planear una escapada a uno de estos hoteles, te encontrarás con una gama de experiencias que van más allá del hospedaje tradicional. La mayoría de los establecimientos ofrecen visitas guiadas a las bodegas, donde podrás aprender sobre el proceso de vinificación de la mano de expertos: desde el cuidado de las vides hasta la creación de los mejores vinos. Las catas privadas, muchas veces acompañadas de gastronomía local, son además una forma deliciosa de saborear la cultura de la región. Y para quienes buscan algo más exclusivo, algunos hoteles ofrecen talleres de enología y cenas de maridaje con menús diseñados para realzar los sabores de cada copa.

Además (y esto es importante) no todo gira en torno al vino. Muchos de estos destinos están ubicados en entornos naturales e históricos privilegiados, por lo que las actividades al aire libre también juegan un papel importante (si el tiempo lo permite): desde caminatas por los viñedos hasta paseos en bicicleta o visitas a monasterios como los de Yuso y Suso, en San Martín de la Cogolla; el de Santa María la Real, en Nájera; o la abadía cisterciense de Caña. Algunos hoteles ofrecen incluso experiencias de bienestar, como tratamientos de spa con productos a base de uva o yoga al aire libre con unas vistas espectaculares.

¿Cómo elegir una buena bodega con hotel?

A la hora de elegir un hotel en un viñedo, es fundamental tener presentes factores como, por ejemplo, la ubicación: un alojamiento cerca de un pueblo pintoresco te permitirá explorar la historia y cultura locales, mientras que otros están más apartados, ofreciendo un mayor grado de privacidad y aislamiento.

Piensa también sobre el tipo de experiencia que buscas, y pregúntate: ¿te interesa un hotel boutique más íntimo o prefieres una propiedad grande con una oferta variada de actividades? Y ya que el propósito del viaje es disfrutar tanto del paraje como de un descanso reparador y la cata de unos buenos caldos, asegúrate de que la calidad de la bodega cumplirá con tus expectativas.

Con tantas opciones disponibles, elegir el hotel adecuado dependerá en gran medida de tus preferencias personales, y por eso desde EL PAÍS Escaparate hemos querido presentarte esta pequeña selección de hoteles riojanos escogidos especialmente para ti. Hagas lo que hagas, una cosa es segura: la experiencia será una celebración de los sentidos y un recuerdo imborrable.

Hotel Santa María Briones

En la villa medieval de Briones, y a poca distancia del torreón y de sus murallas, encontramos este precioso hotel boutique de solo 16 habitaciones, ubicado en una antigua casa solariega del siglo XVI recuperada por el arquitecto Ignacio Quemada y la interiorista Isabel López Vilalta & Asociados. Alojarse entre sus paredes es detenerse en el tiempo; poner en pausa el ajetreo y el estrés de la vida moderna para explorar la cultura y gastronomía riojanas en comunión indisoluble con su tierra. Aprovecha tu escapada, pasea por sus calles empedradas y visita los 4.000 metros cuadrados de la bodega y museo Vivanco de la Cultura del Vino. Allí, en el Jardín de Baco, podrás encontrar más de 220 variedades de vides procedentes de todo el mundo.

Hotel bodega Eguren Ugarte

En Laguardia, el corazón de la Rioja Alavesa, rodeado de 130 hectáreas de campos abiertos y viñedos y protegido por la Sierra de Cantabria se encuentra el Hotel Bodega Eguren Ugarte, un pequeño alojamiento de autor donde la paz y la tranquilidad se unen a la íntima experiencia de dormir entre viñas y barricas.

El hotel cuenta con 15 habitaciones confort, cuatro deluxe y dos premium: espacios para relajarse, descansar y disfrutar de un entorno inolvidable con vistas a los viñedos, sin renunciar a todas las comodidades modernas. Allí podrás recorrer los 2.000 metros de galerías excavadas en la cueva, pasear en carro de caballos entre las vides, realizar un curso de cata, disfrutar de sus dos restaurantes y conocer de cerca la cultura vasca local. Visita obligada es, también, acercarse a las Bodegas Ysios, cuya arquitectura moderna, obra de Santiago Calatrava, sorprenderá y maravillará a partes iguales.

Hotel Marqués de Riscal

Uno de los nombres más reconocidos de La Rioja se transforma en una increíble experiencia de enoturismo de lujo en este magnífico hotel diseñado por Frank Gehry, en la localidad alavesa de Elciego. Su estilo, atrevido y vanguardista, guarda innegables similitudes con el Museo Guggenheim de Bilbao, otra de sus obras más reconocidas. En este marco incomparable, el Vinothérapie Spa propone varios tratamientos basados en uvas, además de disponer de piscina cubierta, hammam, sauna finlandesa, centro de fitness y servicio de masajes. Las vistas, extraordinarias, pueden disfrutarse desde casi cualquiera de sus habitaciones, así como desde sus ocho terrazas. El hotel cuenta también con dos restaurantes y organiza visitas guiadas tanto a los viñedos propios como al cercano museo Vivanco.

Hotel Vinícola Real-200 Monges

El Hotel Vinícola Real-200 Monges está situado en la localidad de Albelda de Iregua, a solo 15 minutos de Logroño, y comparte instalaciones con la bodega Vinícola Real, que podrás visitar. En la planta baja del hotel se sitúa la bodega, en la primera y segunda planta están las habitaciones y, por último, en la tercera planta, se encuentra un torreón que sirve de mirador: una acogedora salita de estar desde donde disfrutar de unas magníficas vistas del valle de Iregua. Alójate allí y cata sus vinos, en especial el reconocido 200 Monges.

Hotel Villa de Ábalos

Ubicado en la localidad de Ábalos, en plena Rioja Alta, y a pocos minutos de la Rioja alavesa, este hotel ofrece la oportunidad de sumergirse en un entorno de ensueño donde el enoturismo es toda una forma de vida. Dispone de solo 12 habitaciones repartidas en dos plantas que equilibran a la perfección encanto, modernidad y tradición, y gracias a su inmejorable ubicación son el punto de partida idóneo para una amplia gama de experiencias gastronómicas con las que sacarle el máximo jugo a tu escapada. Además, a menos de 20 minutos se encuentran pueblos que bien merecen una visita como Elciego, Laguardia, Haro, San Vicente de la Sonsierra o Briones. ¡Ah! Y Santo Domingo de la Calzada y Ezcaray, a 35 minutos.

Hotel Viura

Situado en Villanueva de Álava (Rioja alavesa), este establecimiento llama la atención desde el principio gracias a un espectacular diseño vanguardista que aúna modernidad, naturaleza y tradición, obra del estudio de arquitectura Designhouses. En él, se hace uso de un amplio abanico de elementos (hormigón, madera, metal envejecido, vidrio y luz) para construir una armónica serie de cubos desestructurados con vistas a la Sierra de Cantabria, dentro del cual encontraremos un hotel moderno y rodeado de una ingente cantidad de bodegas: no en vano, este pequeño pueblo, de apenas 350 habitantes y plagado de casas señoriales de estilo renacentista y barroco, alberga 43 bodegas comerciales censadas, por lo que ostenta el récord de ser la localidad del mundo con mayor cantidad de bodegas por habitante.

Alojarte en el hotel Viura te dará no solo la oportunidad de zambullirte en uno de los pueblos con más encanto de la Rioja alavesa; sino también de pasear entre viñedos, disfrutar de su gastronomía única o de relajarte en el ambiente íntimo de un spa diferente con tratamientos 100 % naturales basados en los beneficios de la miel y la uva.

Hotel Bodega FyA – Grupo Piérola

Este hotel ubicado en Navarrete (Rioja Alta) celebra no solo la tradición del vino, sino también el patrimonio de La Rioja, ya que sus instalaciones incluyen un museo de cerámica con más de 850 piezas representativas de este arte típico de la zona. De esta forma, el vino y la alfarería se fusionan en un entorno de lujo que cuenta con hotel de cuatro estrellas, bodega y artesanía. Además, su ubicación permite disfrutar de diversas actividades, como una visita a las bodegas Franco Españolas o alquilar bicicletas para explorar los alrededores de una manera diferente y alejarse del ajetreo urbano.