Qué ver en Seúl cuando no has visto nada antes
Seúl es magnética, tecnológica y muy moderna, pero también histórica y tradicional. Intentamos condensar su esencia en un viaje exprés
Corea del Sur tiene mucho que ofrecer, pero antes de cualquier viaje por el país conviene poner el foco en su gran ciudad, Seúl. La megaurbe concentra una gran parte de la población del país, llegando casi a los 10 millones de habitantes (de los 51 millones que tiene Corea del Sur, en datos de 2022).
Conocida es su pasión por la tecnología, la moda, el café, el ocio (también nocturno, porque Seúl es como Nueva York, nunca duerme), el cine, la música y el karaoke, y las compras. Sin embargo, Seúl tiene una cara b profundamente tradicional, más armónica, en paz con la naturaleza, que pone atención a la alimentación con productos saludables y de la tierra, muy al alcance en sus mercados tradicionales. Y, por supuesto, una en la que se tiene muy en cuenta su pasado y legado histórico, con numerosos templos y monumentos que hablan de su rica historia, que se remonta siglos atrás. Seúl es una ciudad muy equilibrada, no solo en su arquitectura, sino también en su propuesta turística.
Si es tu primera vez en Corea del Sur es posible que te abrume la cantidad de actividades y lugares que tienes por conocer. Una forma de hacerlo más accesible es apuntándote al próximo viaje que realizará EL PAÍS VIAJES del 8 al 20 de abril de 2025. El recorrido tiene como objetivo conocer Corea del Sur en primavera, en plena floración. La primavera en todas las culturas es festejada y bienvenida, es una estación que se caracteriza por sus vivos colores, en Asia Oriental, además, tiene el añadido de los tonos rosas y blancos de los cerezos en flor. El paisaje acompaña, pero también lo hace la climatología, que, en este caso, es muy agradable.
En Corea del Sur, pese a sus rascacielos y tecnología puntera, ir a presenciar el curso de la naturaleza es una parte primordial de su cultura. Este viaje es una oportunidad para conocer no solo su gran ciudad, sino también la parte más histórica de la civilización coreana. A todo ello tenemos que añadirle la gastronomía y la compañía del anfitrión de este recorrido, que será el experto Ulises Tindón Manzano, traductor profesional y profesor universitario de Lengua y Literatura Coreana. Aparte de varias visitas como turista, estuvo viviendo cinco años en Corea del Sur para estudiar coreano y así poder especializarse en traducción literaria por el Instituto de Traducción Literaria de Corea (KLTI).
Aunque este viaje se centra en todo el país, nosotros viajaremos en este artículo solo a Seúl, la capital.
Seúl natural
Como bien decíamos, la naturaleza y la armonía con el entorno forman parte de la cultura surcoreana. Tanto que toda la urbanización de la ciudad está pensada respetando el curso del río y de las montañas. La mayoría de las líneas de tren suelen terminar el recorrido en una montaña. Y la ciudad cuenta con agradables paseos con abundante vegetación para escapar del asfalto, de las luces y los grandes centros comerciales.
Todo paseo que se precie tiene que contar con el río Hangang como punto de referencia; divide la ciudad entre norte y sur, y siempre está lleno de vida. Bordeado de parques e instalaciones recreativas es el lugar ideal para pasear en bicicleta, navegar por el río, observar aves o darse un baño en una de sus piscinas públicas durante los meses de verano.
El agua es fundamental en la ciudad, lo demuestra también el largo recorrido que acompaña al arroyo Cheonggyecheon. Con 11 kilómetros de longitud, atraviesa el centro de Seúl, siendo uno de los proyectos de renovación urbanística más importantes de los últimos años. Este arroyo estaba ya en la dinastía Joseon (1392-1910), pero se cubrió con una autopista después de la Guerra de Corea (1950-1953). En 2003, se eliminó la autopista para recobrar de nuevo su vida: empieza en la plaza Cheonggye, un popular centro de arte cultural, y pasa por debajo de un total de 22 puentes antes de desembocar en el río Hangang.
El parque Namsan, situado en la base de la montaña Namsan, es uno de los parques más queridos que se encuentra en el corazón de Seúl; y es también el más grande. Está dividido en cuatro distritos y está pensado para disfrutar de la naturaleza, sobre todo en primavera y otoño. El parque también cuenta con muchas atracciones y actividades, como el Salón Conmemorativo Ahn Jung-geun, un teleférico y el N Seoul Tower (el observatorio más popular de la ciudad por sus espectaculares vistas), un jardín botánico y un centro de experiencias forestales para niños. También es impresionante Haneul Park, construido para la World Cup Park. Su nombre en coreano significa cielo, y tiene mucho que ver por las vistas de Seúl que ofrece. Quizá lo más impresionante es que antes de convertirse en este oasis natural fue un vertedero. Para llegar puedes subir unas 291 escaleras. Lo dicho: está en el cielo.
Tres localizaciones más: el parque del lago Seokchon y el Seoul Botanic Park, un espacio donde vas a encontrar un jardín, un bosque, un lago y un pantano juntos. Y algo muy curioso, alberga plantas que representan las 12 ciudades más importantes de todo el mundo.
Si viajas en otoño o en primavera, debes ir al bosque de Seúl. Aquí se celebran dos de los festivales más importantes del año: Yeouido Spring Flower Festival y Seokchon Lake Cherry Blossom Festival están dedicados a la floración del cerezo. En otoño, sin embargo, los ginkgos son los protagonistas.
Seúl urbanita
La parte más urbana de Seúl es igualmente emocionante. Resérvate varios días para conocer sus centros comerciales, a los seulenses les encantan las compras. Puedes combinar los centros comerciales más tecnológicos con los más tradicionales. El mercado de Dongdaemun lo combina todo porque es un gran distrito comercial situado en la zona alrededor de la puerta Dongdaemun, un punto de referencia destacado en Corea del Sur con su mercado tradicional. Dentro se encuentra el Dongdaemun Design Plaza & Park, el edificio diseñado por Zaha Hadid, considerado una obra maestra de la arquitectura contemporánea.
Si nos centramos en tamaño, COEX es el mastodóntico centro comercial de Seúl, ya que alberga de todo, hasta museos y cines (por supuesto, con megasalas espectaculares). Al ser subterráneo, tiene como puerta de entrada varias paradas de metro. En contraposición, dos de los mercados tradicionales más vibrantes de la ciudad son Gwangjang y Namdaemun, este último con más de 10.000 tiendas.
Aunque no tengas previsto comprar pescado, siempre hay que hacer una visita al mercado de pescado más emblemático de Seúl, Noryangjin.
Por otro lado, Seúl cuenta con grandes museos, para no perderse dos de los más importantes hay que ir al Museo Nacional y al Museo Nacional del Folklore, ubicado en el palacio de Gyeongbokgung.
En pleno auge mediático, Corea del Sur llama la atención del mundo por su cine (Parásitos fue galardonada como mejor película en los Oscar de 2020), su música (el K-POP es uno de los géneros creados en el país que más resuena en la actualidad) y ahora también en los deportes. Nunca nadie había generado tanta expectación en la especialidad de tiro como Kim Ye-ji, la medallista conseguía ser el centro de atención en los Juegos Olímpicos de París por su estilo. Esta podría ser una de las razones por las que en la Oficina de Turismo de Seúl también ofrezcan como actividad de ocio el tiro con arma desde su portal web. Ahora todos quieren ser como ella.
Seúl histórica
No menos importante es la parte histórica de la ciudad, también inabarcable. Seúl es conocida por sus puertas, las que la protegieron durante la dinastía Joseon. En total hubo ocho puertas, de las que solo se conservan seis, y no en perfecto estado. De las ocho puertas, la norte, sur, este y oeste eran conocidas como las Cuatro Grandes Puertas. Todas ellas se encuentran cerca de monumentos y lugares históricos importantes. La puerta de Namdaemun, por ejemplo, que es conocida como la Gran Puerta del Sur, se encuentra junto al mercado que recibe el mismo nombre. Este pintoresco mercado cuenta con años de historia, al igual que la puerta que lo acompaña, y está abierto las 24 horas del día.
Además de las puertas, Seúl cuenta con numerosos palacios y templos, algunos de los más visitados son el palacio de Gyeongbokgung, el templo Jogyesa o el de Bongeunsa. En la zona entre Gyeongbokgung y Changdeokgung se encuentra Bukchon, un lugar que conserva unas 900 hanoks, las casas tradicionales de Seúl, un lugar muy turístico, pero siempre recomendable para entender cómo era la ciudad antes de la era moderna.
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