Vídeo | Las cinco recomendaciones de Paco Nadal: qué hacer en Hokkaido, una isla salvaje y desconocida de Japón
La isla asiática guarda secretos desconocidos para los occidentales: además de su huerta, la más importante del país nipón, aquí esperan los ainus, quienes protegen uno de los espacios naturales más vírgenes del Pacífico
Hokkaido es la más septentrional de las cuatro principales islas que componen Japón. Es también la más salvaje y virgen, donde el interés no son los templos milenarios, sino la más pura naturaleza. La ventaja es que esta es también la isla menos conocida y, por tanto, en la que hay menos turistas. Un territorio que ha estado habitado desde tiempos inmemoriales por el pueblo ainu, una población indígena con sello propio, pues además de tener un idioma peculiar sus creencias religiosas se basan en el respeto y el amor a la naturaleza.
Pero esto no es lo único que hace singular este lugar desconocido del país nipón. Aquí van cinco actividades imprescindibles para descubrir Hokkaido, sus paisajes, su gente y su cultura.
- Hacer actividades acuáticas, como paseos en kayak por el lago Onuma o esnórquel en la península de Shakotan. Las especies acuáticas que nadan alrededor de la isla son muy difíciles de ver en cualquier otra parte del mundo. Las ballenas minke nadan alrededor de los barcos y hasta 10 especies de defines del Pacífico surcan sus aguas. Muchos turistas se acercan a la isla para avistar las muchas especies marinas. La mejor época del año para verlas: entre los meses de mayo y agosto.
- Practicar senderismo, por ejemplo, subiendo al monte Hakodate o a un volcán activo en la península de Oshima. Desde el primero de ellos, hay unas preciosas vistas panorámicas (de hecho, se consideran una de las tres mejores vistas nocturnas del país). Las vistas cambian según la época del año, aunque probablemente el mejor momento para disfrutar de ellas sea invierno. Y es que en esta estación, cuando el día es claro, la nieve hace que las luces parezcan brillar más, si cabe.
- Disfrutar de su riquísima gastronomía, basada en el pescado fresco y, por supuesto, en el arroz. Entre las muchas especialidades del norte de Japón destacan sus mariscos. Las vieiras, los erizos de mar, los camarones y otros mariscos de aguas frías están entre los mejores del país (los cangrejos de la zona son especialmente sabrosos y variados). Por ejemplo, se pueden disfrutar crudos o cocidos en cualquiera de los muchos restaurantes, tabernas o puestos de la capital de Hokkaido, Sapporo. Uno no debería marcharse sin probar el donburi-meishi: un típico tazón de arroz coronado con una variedad de mariscos.
- Descubrir la cultura de los ainus, el pueblo indígena que habita la prefectura de Hokkaido desde hace más de 2.000 años, mucho antes de la anexión japonesa, y que mantiene su lengua y sus costumbres. Se asientan dentro del parque nacional Akan-Mashu, y se trata de uno de los lugares más auténticos de Japón. En este pueblo situado junto a un lago se descubre su teatro tradicional, su cocina y su historia, con sus interesantes detalles, transmitida por ellos mismos, de forma oral. Los ainus siempre han vivido en armonía con el mundo natural, y hoy se puede aprender mucho de su cultura, cómo vivir de forma sostenible, por ejemplo, pues siempre han habitado en armonía con la naturaleza y no contra ella.
- Aprender la importancia de la agricultura en la isla, una importante despensa para el resto de Japón. Sobre todo de algas, ingrediente fundamental en las elaboraciones culinarias nacionales. La isla, que representa casi un cuarto en la superficie total de Japón, también es una gran productora de legumbres, trigo, patata y remolacha.
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