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El blog de viajes
Por Paco Nadal

Desmontando prejuicios de un viaje a África: ni tanto calor, ni tantos mosquitos, ni tan peligroso

Olvida temores e ideas preconcebidas. Para saber la realidad del mundo, hay que moverse del sillón, viajar y verlo con tus propios ojos. El mayor peligro que corres es que te enamore y quieras regresar una segunda vez a este fascinante continente

Paisaje de dunas en un desierto en Namibia.Paco Nadal Yuste

Llevo casi 40 años viajando al África negra. Los 10 últimos, organizando viajes de autor con Cadena Ser Viajes primero y, ahora, con El País Viajes. Son aventuras a las que se apunta muchísima gente que nunca había viajado a este continente y que, sobre todo, ni se imaginaba que podría hacerlo porque vivía llena de tópicos, prejuicios e imágenes estereotipadas sobre África.

“Me pesé antes de salir para ver cuánto peso perdía por las gastroenteritis”, me dice una de las viajeras que me acompañan ahora mismo en ...

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Llevo casi 40 años viajando al África negra. Los 10 últimos, organizando viajes de autor con Cadena Ser Viajes primero y, ahora, con El País Viajes. Son aventuras a las que se apunta muchísima gente que nunca había viajado a este continente y que, sobre todo, ni se imaginaba que podría hacerlo porque vivía llena de tópicos, prejuicios e imágenes estereotipadas sobre África.

“Me pesé antes de salir para ver cuánto peso perdía por las gastroenteritis”, me dice una de las viajeras que me acompañan ahora mismo en un viaje por Namibia, desde donde escribo estas líneas. “Vine porque me convenció una amiga, pero dudaba porque imaginaba muchos peligros y que hasta podían comernos los leones”, dice otra.

Es increíble el desconocimiento que la inmensa mayoría de europeos tienen del África subsahariana. Muchos piensan que es aún como en las películas de Tarzán. Sobre todo, no entienden que hay muchas Áfricas. África no es un país, es un continente. Y nada tiene que ver Botsuana con Nigeria; Mozambique con Etiopía, ni el cono sur del continente con el África del oeste. Meter en el mismo saco a 1.300 millones de personas que viven en un territorio de 30 millones de kilómetros cuadrados es un dislate típico de quienes vivimos absortos en nuestro cómodo y privilegiado primer mundo.

Lo curioso —y lo que me anima a seguir organizando estos viajes— es que todo el que viene queda fascinado con la realidad que descubre. Realidad que no tiene nada que ver con lo que imaginaban. Ya sea en Namibia, en Zimbabue, en Tanzania o en Uganda, África les enseña a quitarse la venda, les descubre que el mundo no es como nos lo cuentan en los telediarios. Y que en este continente —como en todos— hay muchísima más gente buena que mala.

El grupo de El Pais Viajes en el Trópico de Capricornio.Paco Nadal Yuste

Estos son algunos de los tópicos e imágenes estereotipadas más habituales entre esos viajeros que llegan llenos de temores y se van enamorados de África.

Para ir me tengo que poner un montón de vacunas

Falso. De hecho, una gran mayoría de países no exigen ninguna vacuna para que los turistas entren en ellos. La de la fiebre amarilla es obligatoria en algunos países si vienes de otros donde esta enfermedad es endémica, pero no si procedes de Europa. Otras vacunas pueden ser recomendables (hepatitis, tifus…), pero piensa: ¿qué tipo de viaje vas a hacer? ¿Vas a estar 10 días durmiendo en hoteles y viajando en coche con aire acondicionado? ¿O vas de cooperante a un barrio pobre de una ciudad superpoblada durante un año? En este último caso yo buscaría una máxima protección. En el primero, sinceramente, el riesgo que vas a correr es ínfimo.

Hace un calor horroroso

Falso también. El África subsahariana abarca desde el Trópico de Cáncer, en los 23º norte, hasta el paralelo 34º, 49º sur del cabo Agulhas, en la esquina meridional de Sudáfrica. Es decir, vas a encontrar todos los climas y todas las estaciones del año que quieras en función de a qué país vayas y en qué época del año lo hagas. He pasado más frío en mayo en Zimbabue que en enero en Sevilla. Y ahora mismo en Namibia, donde es aún invierno, dormimos en tiendas de campaña con sacos preparados para 15 grados bajo cero. Y no estorban.

Atardecer cerca de Twyfelfontein (Namibia).Paco Nadal Yuste

Hay muchos mosquitos y puedo coger la malaria

Erróneo, otra vez. Y volvemos a lo mismo, esto es un continente con infinidad de ecosistemas. Hay países ecuatoriales, como Uganda, donde la malaria es más endémica y se recomienda la profilaxis con pastillas tipo Malarone. Pero en otros, como en Namibia, la incidencia de la enfermedad es mínima. Además, ¿en qué época viajas? Si es temporada seca y visitas países que no son ecuatoriales, solo vas a ver mosquitos en tu imaginación. Hay más mosquitos en las playas del Mediterráneo español en verano que en las llanuras pedregosas de Mali o Etiopía en temporada seca. No te obsesiones y, sobre todo, no te gastes un dineral en tontunas antimosquitos de esas que vende en grandes superficies.

Hay muchas hambrunas y no tienen de nada

Te invito a que veas la foto anexa. Es un supermercado en Namibia. Mejor surtido que muchos de Latinoamérica. Y los he visto igual en Zimbabue, en Botsuana o en Sudáfrica. Sí, en lugares puntuales puede haber guerra y desnutrición. Pero esa no es la imagen que define a todo un continente. Las cadenas de distribución funcionan con normalidad en los países más turísticos y excepto en zonas muy remotas o situaciones puntuales, lo normal es que encuentres todo tipo de bienes básicos.

Supermercado en Otjiwarongo (Namibia).Paco Nadal Yuste

África está llena de peligros físicos e igual hasta me comen los leones

De verdad, en África no todos los seres vivos se despiertan cada mañana pensando a qué ser blanco se van a comer. Además, los animales salvajes, para su desgracia, están confinados en parques nacionales que se visitan bien con guías y coches especiales (casos de Kenia y Tanzania) o por tu cuenta en tu propio vehículo, como Chobe (Botsuana), Queen Elisabeth (Uganda) o Etosha (Namibia), pero siempre con unas normas muy estrictas que garantizan la completa seguridad. He estado a dos metros de leones en todoterrenos abiertos… y nadie se ha comido a nadie. Siempre puedes cometer una estupidez y bajarte del coche… pero para eso no hace falta ir a África; en algunas reservas de animales de Europa han ocurrido accidentes de este tipo y fueron siempre por una imprudencia humana. En países donde hay cocodrilos o hipopótamos en los ríos basta con seguir las recomendaciones y normas de uso de los locales para no acercarse a donde no debes. Es como si no quisieras viajar a Europa porque si cruzas un semáforo en rojo te puede atropellar un coche; ¡pues no lo cruces en rojo!, pero no dejes por eso de ir a Europa.

El grupo de El País Viajes, organizado por Paco Nadal, en la Costa de los Esqueletos (Namibia).Paco Nadal Yuste

Hay mucha inseguridad y me pueden robar o hasta matar

En este punto es donde afloran nuestros prejuicios racistas más profundos y ocultos, incluso aunque no te consideres racista. Pensar que, porque sean negros y tengan un nivel económico menor que el nuestro, la población aguarda detrás de cada esquina para asaltarte es un absurdo. En todos los años que llevo viajando por África no he visto gente más amable, educada y servicial que aquí. Y esa sensación se han llevado todos los viajeros que han venido conmigo al continente en estos últimos años.

Pero volvemos a la diversidad: obviamente no es lo mismo si andas tú solo de noche por un barrio marginal de Kinshasa (República Democrática del Congo) o por un townships a las afueras de Johanesburgo (Sudáfrica) que si viajas con una agencia, con tu chófer y tu guía, por Kenia o por Tanzania. Ni es lo mismo Nigeria, con 218 millones de habitantes, 250 grupos étnicos, más de 500 lenguas y severos problemas sociales que si lo haces por Botsuana, con la misma extensión que España y apenas dos millones de habitantes. Que en África hay lugares peligrosos es cierto. Como los hay en Nueva York, en París o en Londres. Que toda África es peligrosa… es tan falso como un billete de seis euros. Con un poco de sentido común te puedes mover seguro por casi cualquier sitio.

Está todo muy sucio y hay pobreza extrema

Desde luego, si vas con la idea de encontrar la pulcritud de Suiza o Japón, este no es tu sitio. Pero vamos, te llevarías sorpresas: he visto baños públicos en carreteras de África mucho más limpios que los de algunas gasolineras españolas. De los países turísticos creo que el de calles e instalaciones más sucias es Kenia. Sin embargo, Mozambique me pareció muy limpio; también Uganda y Tanzania. Una vez más, los del cono sur (Namibia, Botsuana, Zimbabue, Sudáfrica) se llevan el primer premio en orden y limpieza. En cuanto a la pobreza extrema, puede haberla en zonas rurales remotas y en ciertas áreas, pero no generalizada. Lo que pasa es que muchos viajeros confunden pobreza con un estilo de vida tradicional, apegado a la tierra y sin tantos bienes de consumo como necesitamos nosotros.

Debo tener mucho cuidado con el agua y no comer verduras ni nada fresco

Es cierto que debes llevar cierto cuidado con los alimentos y no consumir en puestos callejeros sospechosos (aunque yo lo hago y aquí sigo, vivo). Pero de ahí a lavarse los dientes con agua embotellada y pasar dos semanas sin probar una ensalada hay un trecho. El sentido común vuelve a ser el mejor aliado. En los restaurantes y locales a donde te van a llevar a comer en un viaje turístico te puedes fiar de lo que tomas. Obviamente, nadie está exento de pillar una gastroenteritis o un problema estomacal, pero como en cualquier viaje por cualquier continente.

Va a ser un viaje incómodo y en hoteles malos

Como en cualquier continente, en los países turísticos de África vas a encontrar hoteles de todos los precios y condiciones. Alucinarías con los hotelazos y resorts para turistas ricos que hay aquí. Puedes viajar con todo tipo de presupuestos: si vas en plan mochilero tienes tugurios por 10 dólares al día y si vas en plan Memorias de África, hotelazos que solo los va a poder catar en un viaje de novios (a no ser que seas rico). Y por en medio, todo un catálogo de alojamientos con buena relación calidad-precio.

Conclusión: olvida temores e ideas preconcebidas. Para saber la realidad del mundo, hay que moverse del sillón, viajar y verlo con tus propios ojos. No deje de visitar África. El mayor peligro que corres es que te enamore y quieras regresar.

Puedes seguir a Paco Nadal también en Spotify, Instagram, YouTube y Twitter. Y escucharle todos los viernes, a las 19.40, con Carles Francino en ‘La Ventana’, de cadena SER.

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