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20 excursiones imprescindibles para descubrir Pirineos

Más de 430 kilómetros de montañas grandiosas, parques nacionales y naturales excepcionales, espectaculares valles, lagos glaciares, estaciones de esquí, pueblos medievales y centenares de rutas para senderistas y montañeros. Pistas pirenaicas muy atractivas a ambos lados de la frontera

El agua es la gran protagonista de parcsnaturals.gencat.catDani Salvá (alamy)
Es difícil encontrar en toda Europa un lugar comparable a la Vall de Boí, un valle en la provincia de Lleida que a pesar de sus reducidas dimensiones concentra un patrimonio arquitectónico medieval único. Situado a los pies del Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, sus iglesias románicas, patrimonio mundial de la Unesco desde el año 2000, se han conservado a lo largo de los siglos y hoy muestran con orgullo sus altos campanarios y las espectaculares pinturas murales que cubren sus paredes interiores (son reproducciones; las pinturas originales se muestran en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, en Barcelona). El acceso a la Vall de Boí por una única carretera permite descubrir la principal maravilla de este valle: sus nueve iglesias. La más espectacular de todas es la de Sant Climent de Taüll (en la foto), con unas impresionantes pinturas murales del siglo XII, presididas por el célebre pantocrátor. Las pinturas pueden contemplarse a través de un interesante ‘video mapping’ que recrea los frescos originales dentro del ábside mayor y el presbiterio de la nave central. Igualmente llamativas son las iglesias de Sant Quirc de Durro, Santa María de Taüll, Sant Joan de Boí o la de Santa Eulàlia d’Eril la Vall, un vistoso templo con un altísimo campanario que junto con los de los otros pueblos cercanos servían no solo para llamar a los fieles, sino también para hacer las funciones de comunicación y vigilancia del valle.
Más información: vallboi.cat
Lucas Vallecillos (alamy)
Situada prácticamente en la confluencia del Noguera Pallaresa con el Noguera de Cardos, Llavorsí es la capital del rafting por excelencia: desde aquí parten la mayoría de rutas río abajo. Y es que en el río Noguera Pallaresa se practican un gran número de deportes de aguas bravas, no solo rafting: hydrospeed, bus-bob, canoa, piragua o kayak. Tanto en Llavorsí como en Sort hay numerosas agencias de deportes de aguas bravas que ofrecen diversas actividades deportivas por el río, en grupo e individuales, que no necesitan demasiada experiencia para ser practicadas. Por ejemplo, el kayak de río, un descenso en piragua individual sorteando con ayuda de las palas los obstáculos en el agua. O como el clásico rafting, un descenso por las aguas bravas en un bote neumático, junto con otros tripulantes con ayuda de remos. El hidrospeed es en un trineo acuático de gran estabilidad y fácil maniobra. También para grupos de cuatro o cinco personas hay quien prefiere el bus-bop, una embarcación neumática alargada donde los tripulantes van uno detrás de otro y sin sujeción: el chapuzón está casi garantizado si no se sabe mantener el equilibrio y remar de forma coordinada.
Más información: turisme.pallarssobira.cat
alamy
Comer en los Pirineos es como sumergirse en recetas a veces milenarias, inmersas en la cultura montañesa, pensadas siempre para reponer fuerzas en un entorno difícil. Son platos de sabores fuertes y aromas de gran potencia, elaborados con paciencia y a fuego lento. Un buen ejemplo es la olla aranesa, imprescindible en cualquier viaje al visitvaldaran.comgetty images
El extremo más oriental de los Pirineos, que se extiende hasta el cabo de Creus para hundirse en el Mediterráneo, parece dulcificarse a medida que se acerca al mar. En este Pirineo catalán encontramos uno de los grandes símbolos del románico pirenaico: el monasterio de Santa María de Ripoll (Girona). Erigido a partir del siglo IX, fue en su día uno de los más importantes centros culturales de toda Europa. Modificado y ampliado a lo largo de la historia, todavía sorprende su espectacular portada románica, esculpida a mediados del XIII con tal cantidad de escenas bíblicas que se la conoce como la “Biblia de piedra”. También conserva un bello claustro y en su interior reposan los restos de los condes de Besalú y los primeros condes de Barcelona, desde Guifré el Pelós a Ramon Berenguer IV. Tras la visita, se impone tomar un aperitivo en una de las terrazas de los bares de la Plaça de l’Abat Oliba para descansar, reponer fuerzas y contemplar tranquilamente la fachada principal del templo.
Más información: monestirderipoll.cat
Dukas Presseagentur (alamy)
Este pueblo de la comarca de la elripolles.comDaniele SCHNEIDER (getty images)
¿Alguien se imagina un Shangri-La en medio de los Pirineos? Un lugar apartado de todo, sin coches, sin carreteras de acceso, pero al que además se puede llegar fácilmente. Lo encontramos en la Vall de Núria, un valle a 2.000 m de altitud, al que se llega por un tren-cremallera en un vertiginoso recorrido… o a pie. No hay otra forma porque no existe ninguna carretera de acceso. El tren-cremallera parte de Ribes de Freser y en un vertiginoso y espectacular recorrido recorre 12,5 kilómetros, superando un desnivel de más de 1.000 metros. Al llegar arriba esperan un santuario en el que se venera a la virgen de Núria, un enorme lago central, una pequeña pista de esquí... ¡y ni un solo vehículo motorizado! La otra forma de acceso es a pie, por uno de los empinados senderos que parten del pueblo de Queralbs y de otros puntos de la Vall de Ribes. Para disfrutar a fondo del valle prácticamente sin gente, una buena opción es pasar una noche en el Hotel Vall de Núria, contiguo al santuario y completamente renovado. Así podremos disfrutar del ocaso en compañía de un silencio estremecedor y ver la salida del sol tras las montañas antes de la llegada de los primeros visitantes a bordo del tren-cremallera.

Más información: valldenuria.cat
Sergi Boixader (alamy)
El Aneto, la cumbre más alta de los Pirineos con sus 3.404 metros de altura, corona esta cordillera y también el parque natural de Posets-Maladeta que se extiende por el extremo oriental de Aragón. El parque incluye los dos principales macizos de la cordillera, el de Posets, al oeste, y el de Maladeta, al este, divididos por el valle de Benasque. Cada año, es el destino de miles de viajeros amantes de la naturaleza. Aunque la ascensión al Aneto es el objetivo de muchos excursionistas, la zona está llena de otras rutas menos exigentes que llevan a parajes espectaculares, como el ibón de Coll de Toro o el Forau de Aiguallut. Son recorridos sencillos y fascinantes, con poca pendiente, que incluso se pueden realizar también con niños. Otra excelente excursión, esta vez en la vertiente occidental del parque, es la que desde el valle de Estós alcanza Ibonet de Batisielles (10 kilómetros de recorrido que se hacen en unas tres horas), un conjunto de dos lagos glaciares superpuestos a la sombra de impresionantes cumbres.
Más información: turismodearagon.com
Christian Kober (getty images)
Situado en el corazón de los Pirineos, miteco.gob.esPablo Benedito / Aurora Photos (getty images)
Una de las grandes capitales pirenaicas es jaca.comángel Villalba (getty images)
Cada año, miles de peregrinos con sus mochilas cruzan el umbral de la iglesia que se alza en el corazón del conjunto monumental de turismo.navarra.esCro Magnon (alamy)
Entre los valles Aezkoa y Salazar, en el Pirineo navarro, y con una extensión que alcanza parte de Iparralde, en el País Vasco Francés, este inmenso hayedo está considerado el segundo más extenso de Europa. Un destino imprescindible para excursionistas y amantes de los lugares insólitos. Se trata de un enorme bosque de más de 17.000 hectáreas, regado por el río Irati, que cuenta con rincones de una belleza sobrecogedora, en especial en otoño, cuando las hojas de las hayas adquieren mil y un tonos que van cambiando un día tras otro. Un consejo: llevar unos prismáticos para observar la rica fauna, tanto la migratoria como la sedentaria. Para acceder a turismo.navarra.esYAY Media AS (alamy)
En invierno, todo el Principado de visitandorra.comgetty images
Cuando se habla del País Vasco Francés se suele elogiar sobre todo la costa, pero la región es mucho más pirenaica que atlántica. Las montañas y los valles presiden esta zona al otro lado de la frontera española. En Labort abundan los pueblos con encanto y por todas partes hay paseos de gran belleza. Y en la provincia histórica de la Baja Navarra se llega al corazón de las tradiciones. No muy lejos, en la pequeña ciudad de Oloron-Sainte-Marie (en el departamento de Pirineos Atlánticos) encontramos paisajes magníficos y un patrimonio histórico impresionante, como la catedral de Santa María d’Oloron, una ciudad medieval episcopal muy interesante. Construida por el vizconde de Bearne Gastón IV el Cruzado, este templo, patrimonio mundial, es un edificio del siglo XII con un excepcional pórtico románico (en la imagen) que en su primer dovelaje describe los preparativos para un festín bearnés con jabalí, salmón, pan y queso. En el interior esperan un rico mobiliario, un órgano del siglo XVII, un coro con deambulatorio y la pila de agua bendita llamada “de los leprosos”, a la izquierda de la entrada, reservada a los agotes un pueblo “maldito”.
Más información: la catedral de Santa María d’Oloron
ángel uisma (getty images)
Desde Foix, el Sendero o Ruta de los Cátaros (lesentiercathare.com) recorre casi 250 kilómetros hasta Port-la-Nouvelle, en la vertiente francesa de los Pirineos. Es un sendero de gran recorrido (GR367), que se puede completar en 12 etapas, pasando junto a antiguas fortalezas como las de Roquefixade, Montségur, Puilaurens, Peyrepertuse, Quéribus (en la foto) o Aguilar, encaramadas en promontorios rocosos. Estos casillos fueron los refugios de la secta herética de los cátaros, que la iglesia persiguió hasta su violenta desaparición a manos de los cruzados en el siglo XIII. Si al recorrido se añade el Camino de los Buenos Hombres o Camí dels Bons Homes (GR107), que une Foix con Berga (en Cataluña), descubriremos castillos como los de Montaillou y Lordat. Todo un viaje a través del tiempo hasta ocho siglos atrás.alamy
Hay más historias de trenes en los Pirineos, como el Tren Amarillo, en este caso en Francia. Construido a principios del siglo XX para reducir el aislamiento del Capcir y la Cerdaña, une Villefranche-de-Conflent y Latour-de-Carol, con un recorrido de 62 kilómetros. Es toda una proeza técnica gracias a sus 650 estructuras de ingeniería y 19 túneles. El llamado Canari (por su color) es todo un símbolo de la región, y el ferrocarril de vía métrica más alto del continente. Hoy, con una red de comunicaciones mucho más eficiente que la existente hace un siglo, el trazado constituye un bello recorrido turístico que salva un desnivel de 1.200 metros, atravesando viaductos como el de Séjourné o el puente Gisclard, y aferrándose en algún tramo a estrechos salientes. El tren tiene 22 paradas, pero si se desea regresar en el mismo día y evitar un viaje agotador, es recomendable hacer el tramo de Villefranche-Mont-Louis para descubrir las gargantas del Tèt, o el tramo de Mont-Louis-Latour-de-Carol en la Cerdaña.
Más información: ter.sncf.com
Didier ZYLBERYNG (alamy)
Este enorme circo glaciar, patrimonio mundial de la Unesco desde 1997 e integrado en el Parc National des Pyrénées, es, según palabras de Victor Hugo, “una montaña y una muralla al mismo tiempo. [...] Es el Coliseo de la naturaleza”. Es, sin duda, uno de los sitios pirenaicos más visitados. Solo es posible acceder a pie a este gran anfiteatro de rocas sedimentarias oscuras, surcado de neveros y en medio del cual brillan las aguas de la cascada de Gavarnie, situado a más de 1.500 metros de altitud. Los vehículos deben aparcar a la entrada del pueblo de Gavarnie, donde comienza la ruta principal. La alternativa si hay mucha gente es visitar otro circo más grande y más virgen, el de Troumouse, con menos afluencia, que se sitúa al oeste. Eso sí, Gavarnie presenta una cara completamente diferente según la estación del año. En verano domina el verde; en otoño es una explosión de colores dorados, y en invierno se tiñe de blanco y negro.
Más información: valleesdegavarnie.com
Yann Guichaoua-Photos (getty images)
Desde el observatorio situado en la cima del picdumidi.comGonzalo Azumendi (getty images)
El pueblo de Hôpital-Saint-Blaise, de apenas 80 habitantes y aislado en plena naturaleza en los confines de Bearne, en el departamento francés de Pirineos Atlánticos, es el último vestigio de un hospital construido en el siglo XII y que durante siglos sirvió de albergue de peregrinos del Camino de Santiago. Declarado patrimonio mundial en 1998, su iglesia constituye toda una joya hispanomusulmana. En el siglo XVI el hospital fue abandonado y terminó desapareciendo, pero las personas que vivían allí siguieron creando el pueblo. Hôpital-Saint-Blaise está rodeado por numerosos senderos que cruzan el bosque Josbaig, entre ellos el GR78. Para los que solo busquen una introducción amable al lugar, el Ayuntamiento ha ideado un sendero interpretativo de 15 minutos para recorrer los puntos de interés de la población y la naturaleza que lo rodea.
Más información: france-voyage.com
Ed Buziak (alamy)
La de Niaux es, junto con la de pyrenees-ariegeoises.comGONZALO AZUMENDI (getty images)