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Rincones de naturaleza intacta en Europa

El Viejo Continente todavía alberga lugares donde la civilización parece muy lejana. Desde lagos donde habitan osos en libertad hasta parques en los que el bisonte es el rey. Paisajes inalterados y de gran belleza

Es difícil encontrar unas aguas tan turquesas y una hierba tan verde en otro lugar de Europa. El parque nacional del Triglav, en Eslovenia, es un gigantesco paraíso natural de 840 kilómetros cuadrados, cuajado de lagos, desfiladeros, ríos, cascadas e infinitas praderas alpinas. Quizá el rincón de mayor belleza paisajística es el situado en torno a la garganta de Tolmin, fácilmente accesible en un recorrido circular de aproximadamente dos horas en el que habrá que atravesar el Hudičev most o puente del Diablo, suspendido sobre el río Tolminka a 70 metros de altura. Será casi imposible que no nos tiemblen las rodillas al mirar para abajo y sentirnos al borde del abismo.Marius Roman (Getty Images)
En una de las últimas grandes zonas de vega fluvial del centro de Europa, el Danubio sigue decidiendo su propio curso a lo largo de 40 kilómetros entre las capitales europeas de Viena y Bratislava. Con su caudal oscilante determina el día a día de esta vega, hogar de numerosas especies animales y vegetales, algunas de las cuales están amenazadas. Los tupidos bosques de ribera de esta zona protegida pueden explorarse a pie, en bici o en canoa. Además, los guardabosques organizan regularmente excursiones guiadas. En la foto, un grupo de pelícanos al atardecer en el delta del Danubio, cerca de Rumania.Paul Biris (GETTY IMAGES)
Tras las atronadoras cascadas, los barrancos y los ríos del valle de Thingvellir aguarda un paraje de gran signficado histórico para Islandia. En la explanada de Thingvellir, cerca de la visitadísima garganta de Almannagjá, en el año 930 los vikingos se reunieron en las primeras asambleas democráticas, fundando el Alþingi, el primer parlamento del mundo. Fue allí también donde Islandia adoptó el cristianismo en el año 1000 y fue también en Thingvellir, o þingvellir como dicen en islandés, donde nació la República de Islandia el 17 de junio de 1944. En el parque nacional de Thingvellir está también la fisura de Silfra, donde se separan las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia.Shobeir Ansari (Getty Images)
Es el parque nacional más antiguo de Croacia. Una reserva forestal de 295 kilómetros cuadrados situada en el centro del país y conocida por sus 16 lagos cristalinos comunicados unos con otros mediante ríos susurrantes y espectaculares cascadas, lo que convierte este lugar en un gigantesco parque de juegos acuáticos. También es el hogar para muchos osos y lobos, cuyo número en libertad es el más alto de Europa. Aunque hace muchos tiempo que el turismo descubrió este parque -cada año lo recorren alrededor de un millón de personas-, con algo de paciencia todavía se encuentran rincones solitarios.Sebastian Condrea (GETTY IMAGES)
Donde hay un monte suele haber también un camino: una senda por la que hay que subir. Y, cuanto más duro es el desafío, mayor la fascinación. El ascenso de la pared occidental del Naranjo de Bulnes, poderoso monolito de los Picos de Europa, de 2.500 metros de altitud, se considera uno de los mayores retos entre los aficionados a la escalada. Pero no hace falta ser un adicto a la adrenalina para poder experimentar la embriaguez de esta cordillera caliza: por estas estribaciones serpentean incontables senderos alpinos. Especialmente espectacular es la ruta del Cares, que une las poblaciones de Caín de Valdeón (León) y Poncebos (Asturias), 12 kilómetros que conforman una de las rutas de senderismo más impresionantes de España. En la imagen, unos excursionistas en los lagos de Covadonga, en el municipio asturiano de Cangas de Onís.Íñigo Fernández de Pinedo (GETTY IMAGES)
Quien visite este parque nacional, unos 200 kilómetros al norte de Oslo, entrará en el Reino de los Gigantes, o al menos esa sería la traducción literal de Jøtunheimen. Los gigantes son, en realidad, las cumbres más altas de Noruega, que se yerguen hacia el cielo, imponentes y majestuosas a 2.500 metros. Excursiones de uno o varios días permiten visitar glaciares, llanuras pedregosas y lagos alpinos. Aquí está también una de las rutas de senderismo más famosas y holladas de Noruega: la del monte Besseggen.Roberto Moiola / Sysaworld (Getty Images)
Caminar sobre las aguas a pie enjuto resulta un reto casi imposible. Excepto en la costa del mar del Norte, donde, aproximadamente cada 12 horas, el mar se retira y unos experimentados guías -en ningún caso se debe ir solo- llevan a los turistas de paseo por las marismas. Las mareas se ocupan de que el paisaje cambie constantemente, creando un entorno único para animales y plantas. Así de especial es el mar de Frisia, que se extiende desde los Países Bajos por la costa alemana hasta Dinamarca, y la Unesco lo ha declarado Patrimonio de la Humanidad. En la foto, vista aréa Schiermonnikoog, la isla frisia inhabitada más pequeña, en la costa holandesa.Frans Lemmens (Getty Images)
El único parque nacional de Portugal se cuenta, por sus múltiples facetas, entre las zonas protegidas más hermosas del sur de Europa. Desde los lagos alpinos y pantanos de las alturas del parque, pobladas por genistas y enebros, hasta los valles siempre verdes donde crecen moreras, eucaliptos y robles. Su interior también esconde una vida animal única: lobos, gatos monteses, águilas reales, nutrias y hasta víboras habitan este territorio. Es fácil llegar con transporte público y hay varios campings donde pernoctar.ALAMY
Las escarpadas y angostas vías de acceso a este parque van serpenteando a 1.500 metros de altitud, lo que el mero trayecto hasta Garajonay es toda una experiencia. En el camino encontramos árboles nudosos cubiertos de musgo, que cada poco se abren para ofrecer vistas de los abruptos valles de color verde oscuro de La Gomera. Una vez arriba, en el Alto de Garajonay, espera una excelente red de exiguas sendas silvestres cubiertas por un techo de tupida fronda. Cuando esta selva canaria de laureles por fin ralea, aparecen unas imponentes vistas desde los miradores de Los Roques.Dominic Dähncke (GETTY IMAGES)
Para los eslovacos, la cima del Kriváň, de 2.500 metros, es prácticamente una visita obligada al menos una vez en la vida. Hasta tal punto es un símbolo patrio esta cumbre, casi siempre nevada, que figura en las monedas eslovacas de cinco céntimos. El resto de Europa está empezando a descubrir ahora este paraíso para senderistas que es el Alto Tatra, pequeña y pintoresca parte de los Cárpatos en la que se apiñan 25 picos de más de 2500 metros, llena de cascadas, acogedores albergues e incontables senderos.aeduard (Getty Images)
El parque nacional de Durmitor, al noroeste de Montenegro, ofrece una naturaleza virgen extraordinaria, y no solo porque aquí se encuentra el cañón más profundo de Europa, de 1.300 metros. En invierno el atractivo está en las laderas del Bobotov Kuk (2.500 metros) con sus condiciones perfectas para los deportes invernales; en verano la región se convierte en meca de senderistas, escaladores y aficionados a deportes acuáticos. Eso sí, quien se adentre en la soledad de estos montes, ha de hacerlo debidamente pertrechado.vpopovic (Getty Images)
Con sus más de 800 kilómetros cuadrados de extensión, este parque en el este de Hungría es, además de Patrimonio de la Humanidad, un ejemplo impresionante de cómo la protección de la naturaleza y la explotación agraria pueden ser compatibles. En esta inmensidad van sucediéndose todo tipo de entornos naturales: ciénagas, praderas y bosques hasta la puszta de Hortobágy, la mayor estepa de Europa central. Y eso a pesar de que, desde hace más de 2000 años, esta tierra viene acogiendo a numerosos ganaderos y agricultores.Kiss Gergo / EyeEm (Getty Images)
En verano es un paraíso para el senderismo y, en invierno, una de las zonas de esquí más populares de Europa. Los Dolomitas saben rentabilizar como pocos otros sitios el atractivo de su naturaleza. En cualquier época del año, los visitantes disponen de buenas infraestructuras y de complejos hoteleros magníficamente ubicados y agradabilísimos. Quien quiera combinar esquí y senderismo, puede probar una de las muchas rutas de esquí de travesía. Se trata de subir un monte practicando esquí de fondo, regresando luego al valle por la nieve virgen.Achim Thomae (Getty Images)
Bosques, lagos, ciénagas… No lejos de Helsinki se encuentra esta singular zona de recreo con numerosas especies animales y vegetales protegidas, entre ellas una gran población de ardillas voladoras europeas. Hay multitud de senderos, incluso una ruta accesible para personas con movilidad reducida. Quien planee una estancia más larga, tiene campings o refugios con baño y fogones. Es necesario reservar siempre con antelación para no quedarse sin alojamiento.Joao Inacio (Getty Images)
Se trata del último bosque virgen de Europa, rigurosamente protegido, por lo que hace casi 100 años que no se explota. En el interior de este enclave, declarado Reserva de la Biosfera en 1977 y Patrimonio Mundial de la Unesco en 1979, la naturaleza crece a su ritmo, sin la intervención del hombre, lo que ha dado como resultado majestuosos ejemplares de robles y tilos con más de 400 años de edad. Es también el hogar del bisonte europeo, un imponente animal que estuvo al borde de la extinción. Solo se puede acceder al parque en visitas guiadas con los guardabosques.Boguslaw Chyla (Getty Images)
Esta lengua de tierra, que pertenece a partes iguales a Lituania y Rusia, atrapa por su orginal mezcla de dunas y playas agrestes. Es además la escala predilecta para las aves migratorias en primavera y en otoño. Cada año pasan un mínimo de 15 millones de pájaros por este rincón. También hay especies que nidifican y viven en la península: cisnes, patos, pelícanos, garzas, cormoranes y petreles entre otras especies. En Nida, colonia de artistas, a partir de 1900 vivieron pintores como el expresionista Max Pechstein. Thomas Mann trabajó cerca de aquí en su novela José y sus hermanos hasta 1932. Hoy, esta región patrimonio de la humanidad se puede recorrer en excursiones a pie, bici, kayak o velero.Michael Runkel / robertharding (GETTY IMAGES)
¿Adónde huyen los mallorquines cuando necesitan desconectar? La isla de Cabrera, aunque está a 10 kilómetros escasos del destino favorito de los alemanes, no podría estar más alejada (mentalmente) de la zona discotequera de Mallorca. Del extremo sur al extremo norte hay, como del occidental al oriental, apenas cinco kilómetros y medio. Aquí hay cuevas, ruinas de antiquísimos fortines, un cementerio de marinos lleno de fantasmagóricos espectros y un faro solitario.Alexander Nikiforov (GETTY IMAGES)
Spitsbergen… ¿No era esa la mayor isla del archipiélago ártico de Svalbard, hacia el polo Norte, con un frío espantoso y osos polares por doquier? Sí… y no. En Spitsbergen se encuentran, por ejemplo, Huset, el undécimo mejor restaurante noruego y el Banco Mundial de Semillas de Svalbard. Y también se puede viajar en trineo tirado por perros incluso en verano. Osos polares se encuentran raramente, aunque solo está permitido salir de la pequeña ciudad minera de Longyearbyen con guía, armado con escopeta. Un paraíso al aire libre, sobre todo en verano. En la foto, casas de colores de Longyearbyen, en Svalbard (Noruega).anjci (c) all rights reserved (GETTY IMAGES)
Desde hace casi un siglo, la naturaleza mantiene una lucha desigual con la civilización para preservar su espacio a 150 kilómetros al este de Roma. Los Abruzos llevan siendo parque nacional desde 1922, aunque durante los gobiernos fascistas de Benito Mussolini les fue revocada esa protección. Afortunadamente, desde la década de 1950 esta pintoresca región montañosa de viejos bosques y rica fauna goza de los privilegios necesarios para que los animales y las plantas vuelvan a respirar tranquilos. Aquí viven osos pardos, lobos, venados y corzos; y en los árboles, búhos y águilas reales.MacEaton (alamy)
Al pasear por los vastos altiplanos de Peak District, se pueda gozar más de una vez de la compañía de ovejas en libertad. Esta región del centro de Inglaterra fue el primer parque nacional de Gran Bretaña y comprende las comarcas de White Peak y Dark Peak, muy distintas entre sí. En la primera, al norte, destaca ante todo el páramo deshabitado, mientras que White Peak, al sur, impresiona por sus formaciones de piedra caliza y sus valles fluviales.joe daniel price (Getty Images)