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Los 10 pueblos españoles que aspiran a ser capital del turismo rural 2020

De los paisajes montañosos de Artenara al impresionante monasterio de Santo Domingo de Silos. Villas con mucho que ver y mucha naturaleza por disfrutar

Se presentaron 205 candidatos y la lista ha quedado reducida a 10 pueblos finalistas —todos con menos de 10.000 habitantes y atractivos turísticos para visitar—, entre los que saldrá la capital española del turismo rural 2020. El ganador será elegido a través de una votación 'online', organizada por EscapadaRural.com y que finaliza el próximo 28 de junio.
Artenara, en la provincia de Las Palmas, es el pueblo más alto de Gran Canaria: 1.270 metros sobre el nivel del mar. Y un lugar perfecto desde el que descubrir los yacimientos arqueológicos casi intactos de la isla y que muestran cómo era la vida de los aborígenes canarios. En el ámbito del municipio se encuentran el poblado troglodita de Acusa o el yacimiento arqueológico de Risco Caído, declarado patrimonio mundial de la Unesco en julio de 2019. Además, desde su casco urbano o la plaza principal de Artenara parten ocho rutas senderistas, como la que recorre parte del parque natural de Tamadaba. Desde el Balcón de Unamuno, muy cerca de la iglesia de San Matías (del siglo XIX, y con un interior de estilo neomudéjar), y el mirador del Corazón de Jesús, en la cima de la montaña de La Cilla, se obtienen espléndidas panorámicas del paisaje montañoso de toda la zona, parte de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. Una zona en la que aún hay sitios en los que se pueden apreciar los efectos de los devastadores incendios sufridos en agosto del año pasado.
Más información: artenara.es
Karol Kozlowski (alamy)
Ayna, pueblo de la comarca albaceteña de la Sierra del Segura, asegura ser “La Suiza Manchega”, por la similitud de su entorno con los paisajes alpinos. Enclavado en la garganta que forma el río Mundo, además de su desbordante paisaje ofrece a los visitantes la oportunidad de conocer el artesonado mudéjar de la Ermita de los Remedios, las pinturas rupestres paleolíticas de la Cueva del Niño (a media hora en coche) o los restos del Castillo de la Yedra, de origen islámico. Y para los amantes del senderismo y la naturaleza nada como seguir la Ruta de los Miradores: Ayna posee cinco repartidos por el municipio y otro más en la cercana aldea de Royo-Odrea, desde donde se disfruta de vistas privilegiadas hacia el valle del río Mundo y las zonas escarpadas entre las que discurre. ¿Un motivo más para visitarlo? En esta localidad se rodaron la mayor parte de las escenas de ‘Amanece que no es poco’ (1989), la primera película que el director José Luis Cuerda rodó en su tierra.
Más información: ayna.es
José Juan Noguerón (GETTY images)
Este pueblo forma parte del parque natural de la Sierra Norte de Sevilla, un enclave que alterna amplias dehesas con frondosos bosques de encinas, alcornoques, quejigos, castaños, pinos y olmos. Al atractivo de su paisaje hay que añadir la riqueza monumental de su casco urbano, en el que priman las construcciones religiosas. Destaca el monasterio de la Cartuja de la Inmaculada Concepción, a unos cinco kilómetros de Cazalla de la Sierra. Del siglo XVI (y hoy monumento nacional), fue construido sobre los restos de un pabellón de caza del rey Pedro I el Cruel. Dentro del propio recinto histórico hay una Casa de Huéspedes, originalmente utilizada por los monjes desde el siglo XV, y donde las 'suites' y habitaciones son celdas reconvertidas. Otras visitas interesantes son la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, en la plaza Mayor, o el Centro del Aguardiente de Cazalla, cuya tradición de vinos y aguardientes se remonta al siglo XVI.
Más información: cazalla.org
Guo Qiuda (age)
En esta pequeña villa, capital del concejo asturiano de Ribadedeva, se encuentra el mayor y mejor conservado conjunto de arquitectura indiana de toda la cornisa cantábrica, gracias al que fue declarada, en 2013, bien de interés cultural. En Colombres, a unos 125 kilómetros al este de Oviedo, están algunas de las construcciones más representativas de la arquitectura indiana asturiana, como La Solana, Villa las Palmeras, Villa Ignacia o la Quinta Guadalupe (en la imagen), llamativa por su fachada azul y sede del Archivo de Indianos y Museo de la Emigración. Se han reconstruido algunas dependencias con mobiliario de la época y, en sus salones, la fundación ofrece un acopio interesante y valioso de objetos, documentos, fotografías y libros sobre el fenómeno de la emigración asturiana a América a finales del siglo XIX y principios del XX. Y a tan solo 6 kilómetros de Colombres espera la cueva del Pindal, primer enclave de arte rupestre descubierto en Asturias y en cuyas paredes se observan las figuras de una cierva, una cabeza de caballo, dos bisontes y signos abstractos de hace unos 17.000 años.
Más información: turismoasturias.es
Jerónimo Alba (alamy)
Miembro de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España y declarado Conjunto Histórico-Artístico y patrimonio mundial en 1993, en este pueblo el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe se lleva todas las miradas. Mezcla de estilos gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico, pues su construcción empezó en el siglo XIV y se alargó hasta el XVIII, este monasterio ha sido testigo de momentos históricos: hasta aquí llegó Colón siguiendo a los Reyes Católicos en su intento de buscar apoyo para su gran viaje y, en 1493, el descubridor volvería para agradecer a la Virgen de Guadalupe su éxito. Un paseo por sus calles empedradas anima a descubrir la típica arquitectura serrana con sus balcones y soportales llenos de flores y los cinco arcos medievales que se reparten por sus dos murallas. Una pista: a unos cinco kilómetros de Guadalupe merece la pena visitar la ermita gótico-mudéjar del Humilladero, ubicada en un alto que ofrece buenas vistas del pueblo cacereño y su monasterio, y que alberga cuadros de Goya, El Greco y Zurbarán.
Además, Guadalupe forma parte del geoparque Villuercas-Ibores-Jara, que ofrece al viajero lugares de interés geológico y natural, como la cueva de Castañar de Ibor, que se encuentra a unos 35 kilómetros al norte del pueblo.
Más información: turismoextremadura.com
M. Ramírez (alamy)
El objetivo fundamental de esta iniciativa es dar visibilidad a los municipios que apuestan por este tipo de turismo rural y convertir al pueblo ganador, y a los finalistas, en destinos de referencia para los amantes de la naturaleza.
El sexto en esta lista es Leitza, rodeado de montañas en el valle de Leitzaran, al noroeste de Navarra. En su coqueto casco antiguo, visible desde numerosos puntos de la localidad, se alza la iglesia de San Miguel, con su llamativa torre, un porche neoclásico y el peculiar color gris azulado de su piedra. Otras visitas curiosas son el lavadero de Aiene, excelente ejemplo de arquitectura popular datado en 1863, y Peru-Harri, un museo dedicado a la piedra y los deportes rurales a dos kilómetros del núcleo urbano. Dos pistas más: la vía verde del Plazaola atraviesa la villa, que fue uno de los escenarios del taquillazo 'Ocho apellidos vascos' (2014), y a unos 13 kilómetros se encuentra el bosque de Leitzalarrea, poblado de hayas, robles y monumentos megalíticos.
Más información: turismo.navarra.es
IHervas (GETTY images)
Con referencias documentales ya en siglo IX, desde los años finales del medievo Potes estuvo vinculada a la Casa del Marqués de Santillana, primero, y a la del Infantado, después. Se encuentra en el corazón de la comarca de Liébana y es uno de los pueblos con más encanto de Cantabria. Destaca por la exuberante naturaleza que lo rodea, pues aquí confluyen los cuatro valles y unen sus aguas los ríos Deva y Quiviesa, y es puerta de entrada al parque nacional de los Picos de Europa. Potes es también conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres, destacando la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV, y por su sabroso cocido lebaniego, hecho a base de los garbanzos típicos de la zona (pequeños y tiernos), cecina o carne, berza y relleno.
Más información: turismodecantabria.com
Marcos Veiga (alamy)
Unos 85 kilómetros al norte de Madrid, los paisajes naturales que rodean esta villa son uno de sus puntos fuertes. Situado en el valle del Lozoya, su término municipal integra el parque nacional de la Sierra de Guadarrama y el parque natural de Peñalara. Pero, como el resto de pueblos candidatos a capital del turismo rural 2020, sus atractivos van más allá de la naturaleza. Rascafría conserva la arquitectura propia de la sierra de Guadarrama, y a tan solo dos kilómetros el viajero encuentra con el monasterio de Santa María del Paular, uno de los más importantes de la región. Se empezó a construir en 1390, siendo la primera cartuja del Reino de Castilla, y hoy es una joya de innegable valor que se puede visitar, con distintos estilos como el gótico y el barroco. Justo enfrente queda el puente del Perdón que salva el río Lozoya, y que debe su nombre a los juicios que se celebraban allí en época medieval (más tarde sería construido en piedra por los monjes para facilitar el acceso a la fábrica de papel de los Batanes). Para aficionados al senderismo, desde Rascafría parten varias rutas que llevan, por ejemplo, hasta la laguna de Peñalara o a la cascada del Purgatorio.
Más información: rascafria.org
Daniel Hernanz Ramos (GETTY images)
En plena sierra riojana de Cameros, y frente al embalse González de la Casa (en su parte baja), El Rasillo de Cameros es un lugar perfecto para desconectar, bien paseando por senderos entre pinares, hayedos y robledales, bien practicando deportes acuáticos (en el embalse está el Club Náutico El Rasillo). No hay que irse sin visitar el referente del pueblo: un olmo centenario a los pies de su iglesia. Situado junto al frontón del pueblo, otro lugar curioso es el museo etnográfico dedicado a Victoriano Labiano, sacerdote que se dedicó a conservar y proteger el patrimonio de la zona recopilando objetos y utensilios desde la época celtíbera. Una excursión cercana es visitar Ortigosa de Cameros, a unos cinco kilómetros. Allí están las cuevas de Ortigosa, que se pueden recorrer en una visita guiada. La gruta de La Paz tiene un recorrido completo de 236 metros y la gruta de La Viña, de 114 metros. Ambas muestran espectaculares estalactitas, estalagmitas y otras formaciones calizas.
Más información: elrasillodecameros.com
ayuntamiento El Rasillo de Cameros
El 3 de julio se dará a conocer el ganador de la cuarta edición de esta iniciativa de EscapadaRural.com, buscador de alojamientos rurales, que tomará el testigo de Santillana del Mar (Cantabria) como referente del turismo rural en España.
La última candidata en la competición es la burgalesa Santo Domingo de Silos. Situado en la parte oriental del valle del Tabladillo, al abrigo del valle del río Mataviejas y rodeado de altos montes de rocas calizas, se encuentra este pueblo que debe su nombre a su conocido monasterio, un monasterio benedictino que tuvo sus orígenes en el siglo XII (aunque el actual, de estilo neoclásico, data de la segunda mitad del siglo XVIII). Durante la visita guiada, se recorren su claustro (una joya del románico por la decoración de sus capiteles y relieves —en la imagen—), la Botica de los Silos (con una biblioteca que guarda cerca de 400 volúmenes, algunos del siglo XVI) y el museo. El pueblo cuenta con restos de una muralla del siglo XIII y en sus calles están instaladas las esculturas 'Carmen despierta' y 'Carmen dormida', de Antonio López. Y apenas a 2,5 kilómetros, espera una joya natural: el desfiladero de Yecla.. Una profunda y estrecha garganta excavada en los espesos bancos de calizas que caracterizan el relieve de las Peñas de Cervera, que se recorre a pie por una serie de puentes y pasarelas colgantes en una sencilla ruta de unas dos horas.
Más información: santodomingodesilos.es
Juan Carlos Hernández Hernández (GETTY images)