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Así se vuela en las cabinas de primera clase más lujosas

Un baño propio en la habitación The Residence de Etihad Airways o ventanillas virtuales en las cabinas centrales de los aviones de Emirates para que los pasajeros disfruten del paisaje. Estos y otros lujos para quienes están dispuestos a gastar miles de euros en un solo viaje

La compañía Etihad Airways tiene probablemente la cabina de primera clase más lujosa del mercado actual. La aerolínea de Emirates Árabes Unidos llama a su servicio The Residence (solo disponible en sus Airbus 380), una experiencia que empieza antes del vuelo, ya que incluye el trayecto en coche de lujo hasta el aeropuerto y el ‘check in’ y la espera hasta el despegue en zonas privadas. Ya sobre las nubes, el pasajero tiene tres espacios propios: un salón (en la imagen), una habitación y un baño. En la sala se sirve la comida en platos de porcelana china y se come sentado en un sofá de piel de dos plazas mientras se puede ver una película en una pantalla de 32 pulgadas.
Un pasillo lleva a la habitación privada de la The Residence de Etihad Airways (en la imagen), donde hay una cama doble de 180 centímetros de ancho —han diseñado la experiencia, sobre todo, para quienes viajan acompañados— y una televisión de 27 pulgadas. Además, siempre se les ofrece a los viajeros la posibilidad de un desayuno en la cama. Y antes de aterrizar, se pueden tomar una ducha en las alturas en el baño privado para llegar frescos al destino. Por supuesto, es uno de los billetes más caros del mercado, solo al alcance de unos pocos. Por ejemplo, un billete del aeropuerto JFK de Nueva York al de Abu Dhabi cuesta unos 24.800 dólares (unos 21.300 euros). Más información: www.etihad.com
Las cabinas de primera clase de Emirates son famosas por su opulencia y sus tonos dorados. Su experiencia más exclusiva es viajar en una de las seis ‘suites’ privadas, totalmente cerradas, de su Boing 777-300ER. Se trata de una cabina de 3,7 metros cuadrados y muy tecnológica: el viajero puede modificar la iluminación y la climatización de su habitación a su gusto, y el asiento se puede colocar en la posición de gravedad cero de la NASA (la más confortable para que el cuerpo descanse, dicen) y atarse con un cinturón con toques de oro rosa.
Algunos de los accesorios de las cabinas de primera clase de Emirates incluyen una televisión táctil de 32 pulgadas con 2.500 canales; una videocámara para comunicarse con la tripulación de cabina sin necesidad de que nadie vea al pasajero fuera de la habitación; un minibar con 'snacks' y bebidas, 'amenities' de la firma de lujo Bulgari o un pijama. Y para las cabinas que están en medio del avión, ventanillas virtuales que proyectan imágenes en tiempo real del paisaje, captado por cámaras instaladas fuera de la aeronave. “Un hotel en el cielo”, lo llama la aerolínea de Dubái. Su precio, por supuesto, también está por las nubes: un vuelo de ida Nueva York-Abu Dhabi, con una escala, casi 22.000 dólares (cerca de 19.000 euros). Más información: www.emirates.com
A las cabinas de primera clase, Singapore Airlines las llama “suites”. Algo que uno entiende al ver las comodidades que tiene el pasajero que viaja en alguna de las ocho habitaciones de sus aviones B777-300ER. Además de la privacidad que otorga a los viajeros tener puertas y persianas en su cabina individual, en el espacio hay un sillón de piel reclinable y también una cama. Además, cuando la cama no se está utilizando puede ser guardada o convertida en un sofá. Como en la imagen, algunas de las 'suites', diseñadas por Jean-Jacques Coste (especializado en yates de lujo), se pueden unir para quienes viajan acompañados.
Todas las cabinas de Singapore Airlines cuentan con televisión de 32 pulgadas y sus opciones gastronómicas incluyen desde platos asiáticos a langosta. Como la mayoría de aerolíneas, esta también tiene diferentes categorías entre quienes están dispuestos a pagar más: además de las lujosas 'suites' de la primera clase, disponen de cabinas semicerradas y asiento extraancho en la clase 'business' (en la imagen), y, por supuesto, de los asientos en la clase turista en la que la mayoría de los mortales viaja. Un vuelo de ida entre el aeropuerto JFK de Nueva York y Singapur en primera clase cuesta 16.118 dólares (unos 13.800 euros). Más información: www.singaporeair.com
El asiento de los Airbus 380 de Air France se transforma en una cama de más de dos metros de longitud y 77 centímetros de ancho. Y en los vuelos, el viajero en primera clase puede incluso degustar caviar Aquitaine Sturia en las alturas. Un billete de ida desde el aeropuerto Charles de Gaulle de París dirección Nueva York cuesta a partir de los 8.169 euros. Más información: www.airfrance.es
El asiento de los Airbus 380 de Air France se transforma en una cama de más de dos metros de longitud y 77 centímetros de ancho. Y en los vuelos, el viajero en primera clase puede incluso degustar caviar Aquitaine Sturia en las alturas. Un billete de ida desde el aeropuerto Charles de Gaulle de París dirección Nueva York cuesta a partir de los 8.169 euros. Más información: www.airfrance.es
Los pasajeros de primera clase de Cathay Pacific Airways también tienen su propia cabina individual en el avión, en la que la butaca se puede convertir en cama para llegar así fresco y descansado al destino, uno de los mayores lujos de los que se puede disfrutar en vuelos de larga distancia. Las comodidades de las cabinas de la aerolínea de Hong Kong incluyen una butaca que hace masajes y que se transforma en una cama totalmente plana; dormir con sábanas de algodón de 500 hilos; pijama de algodón orgánico, antifaz y zapatillas —además de un neceser con artículos y cremas varias—; control de las luces y televisión de pantalla táctil.
En alguno de sus vuelos, Cathay Pacific Airways dispone del servicio de No molestar y el de Despertador abordo, que se activa en la pantalla de televisión, para quienes prefieran ser despertados si por ejemplo llega la hora del desayuno. Para un viaje para una persona de ida entre Nueva York y Singapur el precio en los billetes empieza en los 11.803 dólares (unos 10.100 euros). Más información: www.cathaypacific.com
ANA es considerada como una de las mejores aerolíneas del mercado, y la compañía japonesa también tiene un lujoso espacio reservado para los pasajeros con billete de primera clase. La intimidad la proporciona viajar en una cabina cerrada, cuyas puertas se asemejan a las puertas correderas tradicionales de Japón, llamadas ‘shōji’.
Además, el interior está decorado con tonos color madera para darle mayor calidez. Su menú está elaborado por chefs con estrella Michelin, y el pasajero elige no solo qué comer sino también cuándo hacerlo mientras se vuela a más de 9.000 metros de altura. Se duerme con un cojín de seda y manta de algodón orgánico y cachemir en una cama con un ancho de 83,6 centímetros, y, entre otras curiosidades, el pasajero puede solicitar al personal de cabina un masajeador de pies. Más información: www.ana.co.jp
Antes de subir al avión, los pasajeros que vuelan en primera clase de Qantas pueden reservar un masaje relajante en la sala vip de sus aeropuertos de Sídney y Melbourne. Las cabinas de la aerolínea australiana no están cerradas, pero consiguen dar más privacidad al viajero gracias a la rotación de los asientos hacia la ventana. El espacio tiene una otomana (asiento) para recibir a un acompañante durante el vuelo. Y para comer se puede elegir entre los platos de la carta o probar el menú degustación compuesto de ocho pasos, todos ellos elaborados por el chef australiano Neil Perry.
Los asientos de primera clase de Qantas se reclinan hasta convertirse en una cama de 212 centímetros de largo en sus aviones Airbus 380 y de 200 centímetros en los Boing 747, en las que se puede descansar ataviado con un pijama de algodón 100% con el que obsequian a sus pasajeros. Cada pasajero dispone además de un teléfono personal, con servicio de mensajería de texto. Un billete de ida de Nueva York a Sídney cuesta desde 12.000 dólares (unos 10.300 euros). Más información: www.qantas.com
Si lo habitual es que las aeronaves 787-9 tengan 14 asientos de primera clase, las más recientes de British Airways tienen espacio para ocho. Así, han conseguido mayor amplitud para sus pasajeros de primera clase, y han destinado más sitio para almacenamiento de sus pertenencias y también puesto en las cabinas una pantalla de televisión más grande.
Entre otras comodidades, la aerolínea británica permite a los pasajeros con billete de primera poder facturar hasta tres maletas (además de una maleta de mano y un bolso que se pueden subir al avión). Comodidades y ventajas que, por supuesto, se pagan en el billete: volar del londinense aeropuerto de Heathrow a Abu Dabhi cuesta desde 6.700 libras (unos 7.500 euros). Más información: www.britishairways.com
La primera clase de Lufthansa es más parecida al espacio 'business', al igual que pasa en otras aerolíneas como American Airlines. Dispone de este servicio en sus Boing 747-8 e Airbus A380, A340 y A330. El pasajero aquí no dispone de un espacio tan privado como en otras compañías, pero poder dormir en una cama de dos metros de largo, tener espacio de sobra para el almacenaje y una carta digna de un restaurante no es poca cosa. Y como siempre, la intimidad y la separación con el resto del pasaje la marcan unas cortinas, en el caso de la aerolínea alemana hechas de una tela especial que ayuda a aislar el ruido.
Además, lejos de las incomodidades que sufren los viajeros en el grisáceo y pequeño baño de clase turista, en Lufthansa el pasajero de primera clase dispone de un baño exclusivo, amplio y moderno. Es más, tiene un agradable banco de cuero perfecto para dejar la ropa mientras uno se pone el pijama de regalo. Un billete entre los aeropuertos de Fránkfort (Alemania) y el JFK (Nueva York), sentado en una de sus ocho cabinas de primera clase, cuesta desde 7.300 euros. Más información: www.lufthansa.com
No son asientos de primera clase, sino de 'business'. Pero Qatar Airways quiere estar por encima de sus competidores en esta categoría, y para ello ha diseñado, y patentado, la QSuite, disponible en sus Boing 777. Con un simple movimiento de mano las butacas se pueden colocar juntas y enfrentadas alrededor de una mesa, y además sus paneles móviles otorgan a los pasajeros que viajan juntos más privacidad. Algo que no tiene que ser permanente durante todo el vuelo, ya que cuando el viajero lo desea la tripulación de cabina vuelve a mover los paneles y butacas para rehacer su ‘suite’ individual.
En la QSuite se disfruta de hasta 4.000 opciones de entretenimiento y de cenas personalizadas. Y el billete da acceso a un ‘lounge’ aéreo donde se encuentra una barra de bar semicircular con bebidas y snacks durante el vuelo. Un diseño por el que la aerolínea ganó el Crystal Cabin Award 2018 en la categoría de “mejor concepto de cabina”. La ventaja es que a pesar de las comodidades sigue siendo considerada 'business' (inferior a primera clase), por lo que los precios son más bajos (aunque siguen estando al alcance de pocos viajeros): un billete de Doha a Nueva York se puede encontrar en la web de la aerolínea catarí a partir de los 3.600 euros. Más información: www.qatarairways.com