La Isla y El Mar, nuevo ‘resort’ ecosostenible en Lanzarote

Fruto de la reforma de un viejo edificio de apartamentos en la zona alta de Puerto del Carmen, este complejo turístico se abre al horizonte oceánico con un diseño espectacular y ecosostenible. El arquitecto José María Pérez Sánchez dio rienda suelta a su imaginación. Aquí el mar, ahí la arena. Aquí el palmeral, ahí su representación en pérgolas metálicas. Diversas terrazas con hamacas y mesas de aperitivos bordean la piscina central, demediada por una sección de hidromasaje. Aquí y allá, mucha piedra basáltica de la isla. Qué más cabría pedir ...

Fruto de la reforma de un viejo edificio de apartamentos en la zona alta de Puerto del Carmen, este complejo turístico se abre al horizonte oceánico con un diseño espectacular y ecosostenible. El arquitecto José María Pérez Sánchez dio rienda suelta a su imaginación. Aquí el mar, ahí la arena. Aquí el palmeral, ahí su representación en pérgolas metálicas. Diversas terrazas con hamacas y mesas de aperitivos bordean la piscina central, demediada por una sección de hidromasaje. Aquí y allá, mucha piedra basáltica de la isla. Qué más cabría pedir en Lanzarote, donde todo el año es primavera.

Entre mamparos de aluminio y acero inoxidable, los huéspedes deambulan de un espacio a otro en pos de un festín a la hora del desayuno, la merienda o la cena. Su paso genera reflejos en el laberinto de corredores.

La Isla y El Mar se ha ganado ya una buena cantidad de premios y homologaciones por su inversión en geotermia dentro de su cesta energética, así como por los paneles solares camuflados bajo sus pérgolas.

El personal tiene ganas de agradar, ya sea en la acogida o en el restaurante a la carta (existe otro de bufé). Puede que la grandiosidad de este espacio y su deficiente iluminación reste algo de romanticismo a la experiencia gastronómica, suculenta pese a lo pretencioso de algunos platos.

Diseminadas en bloques, las 81 suites atraen por su tamaño y la profusión de detalles de bienvenida. Cosméticos de Bvlgari. Hervidor y cafetera Nespresso. Muebles con firma, tal que unas sillas Egg de Arne Jacobsen y unas camas de gran tamaño. Amplificador de sonido para dispositivos móviles. Una carta de aguas tan generosa como exigente es la selección de chocolates en el minibar. Y como remate, una tarjeta de bienvenida. Por pura lógica, desde las suites superiores se divisa el mar y la costa este de Lanzarote. En esta atalaya siempre hay tiempo para la reflexión, que no debe soslayar una puesta a punto manriqueña de la belleza y la sostenibilidad insular.