Las embarazadas amplían su burbuja de seguridad en el tercer trimestre

Un estudio demuestra que las mujeres expanden su espacio personal en la última fase del embarazo para proteger al bebé ante peligros potenciales

GETTY

La extraordinaria transformación física y psicológica que tiene lugar durante el embarazo lleva a las mujeres a expandir su espacio personal de seguridad en la fase final del embarazo, con el objetivo de proteger al feto de posibles estímulos peligrosos. Así lo afirma un estudio realizado recientemente por investigadores de la Universidad de Anglia Ruskin y el departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Addenbrooke, en el Reino Unido.

Esta zona de seguridad es el llamado espacio peripersonal, el área más cercana al cuerpo que nuestro cerebro monitoriza constantemente (de a...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La extraordinaria transformación física y psicológica que tiene lugar durante el embarazo lleva a las mujeres a expandir su espacio personal de seguridad en la fase final del embarazo, con el objetivo de proteger al feto de posibles estímulos peligrosos. Así lo afirma un estudio realizado recientemente por investigadores de la Universidad de Anglia Ruskin y el departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Addenbrooke, en el Reino Unido.

Más información

Esta zona de seguridad es el llamado espacio peripersonal, el área más cercana al cuerpo que nuestro cerebro monitoriza constantemente (de aproximadamente un brazo de longitud), y donde suceden la mayoría de las interacciones con el mundo exterior. En el estudio, publicado por Scientific Reports, se analizó por primera vez la forma en que el embarazo modifica los límites de este espacio personal, por medio de una prueba de reacción auditiva y táctil que comparó las reacciones de 85 mujeres de entre 21 y 43 años en diferentes fases de gestación (alrededor de las semanas 20 y 34), con las de mujeres no embarazadas o que habían dado a luz ocho semanas antes.

El estudio concluyó que el sentido del espacio personal de una mujer embarazada se modifica significativamente durante el tercer trimestre de embarazo, si bien no se observaron cambios en las etapas iniciales del mismo o después del parto, comparados con los datos de mujeres no embarazadas. “En la etapa en la que el abdomen se expande claramente, el cerebro materno también comienza a realizar ajustes en el espacio que rodea inmediatamente al cuerpo. (…) Es la forma que tiene el cerebro de garantizar que el peligro se mantenga al menos a la distancia de un brazo”, sostiene Flavia Cardini, profesora adjunta de Psicología en Anglia Ruskin y autora principal del informe.

Una prueba táctil y auditiva

En el experimento, se expuso a las participantes a un zumbido proveniente de dos altavoces: “Uno a un metro de la mujer, y otro junto a su abdomen, reproducido de manera que daba la sensación de estar aproximándose a la participante”, explica Cardini en conversación telefónica. En un momento de ese sonido, que duraba tres segundos, recibían un toque en el vientre, y debían de apretar un botón tan pronto como lo notaran. Se medía así el tiempo de reacción entre toque y respuesta.

“Se comprobó que el tiempo de reacción era menor si el sonido se percibía cerca del vientre, dentro de los límites del espacio peripersonal. De la misma manera, el tiempo de reacción era mayor cuando el sonido se percibía más lejos. Es un dato importante porque cuanto más rápida sea la reacción, más alerta estás”, sostiene la psicóloga. “Al realizar este experimento tanto con mujeres embarazadas como con las que no lo estaban, pude comparar los límites del espacio peripersonal en uno y otro caso, así como en diferentes momentos del embarazo y hasta después del parto”.

A pesar de los datos del estudio, lo cierto es que muchas mujeres aseguran tener dificultades para concentrarse e incluso una peor memoria durante el embarazo. Para Cardini, puede que esto sea cierto, pero también lo es que a la vez estás más alerta, “porque el cerebro es capaz de monitorizar muy bien el entorno exterior y entender que el cuerpo está cambiando masivamente y de una manera muy rápida, para adaptarse a la representación de ese espacio y expandirlo” según sea necesario.

La delicada situación presente durante el embarazo, que impide el uso de muchas tecnologías, hace que este no esté lo suficientemente investigado, asegura Cardini. “Pero sí estamos empezando a entender la plasticidad del cerebro durante el embarazo (…) y aún podemos estudiar cómo funciona usando técnicas no invasivas como la encefalografía, así como estudios de comportamiento como este que hemos llevado a cabo”, concluye.

Sobre la firma

Más información

Archivado En