14 fotos

La vida se impone a la guerra en el centro de Trípoli

Mientras las tropas del mariscal Hafter asedian a la capital de Libia desde abril sus habitantes intentan disfrutar de los primeros días de verano

Varias mujeres compran algodón de azúcar en la plaza de los Mártires, en el centro de Trípoli. La misma plaza desde la que Gadafi se dirigía al pueblo antes de la revolución de 2011. El frente de batalla dista apenas 25 kilómetros y sin embargo el centro de la ciudad está abarrotado de gente.Carlos Rosillo
Tres jóvenes se fotografían en un edificio abandonado en la carretera de Al Shat, cerca de la playa. En esta zona se encuentra el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Embajada turca, una de las pocas activas en Trípoli, junto a la de Italia, y algunos hoteles, como el Radisson Blue donde suelen hospedarse miembros del Gobierno y diplomáticos. Es, por tanto, una de las zonas más protegidas y seguras de la ciudad.Carlos Rosillo
Un niño juega sobre un coche a las puertas de un colegio en el barrio de Sooq Jumaa, en TrípoliCarlos Rosillo
Junto a la plaza de los Mártires muchos jóvenes hacen acrobacias con motos mientras un vehículo muy iluminado y que se balancea continuamente sirve de entretenimiento para los niños.Carlos Rosillo
Un grupo de niños juegan al futbolín en una calle de Trípoli cerca de un montón de basura. Una de las carencias de esta ciudad es la recogida de residuos que se acumulan en sus calles.Carlos Rosillo
Además de los sonidos de las bombas, la presencia de vehículos militares por las calles recuerda que Libia es un país en guerra y que a 15 minutos en coche desde el centro de Trípoli hay enfrentamientos a diario.Carlos Rosillo
Es jueves por la tarde y la playa de Trípoli está abarrotada de gente. El viernes y el sábado son días de descanso en Libia, igual que en Argelia, por lo que es víspera de festivoCarlos Rosillo
Uno de los problemas de los que más se quejan los vecinos es de la falta continua de suministro eléctrico, los cortes de luz pueden prolongarse hasta 12 horas. Lo más habitual es que los negocios y las familias que se lo pueden permitir utilicen generadores eléctricos de gasolina como el que alimenta esta pequeña tienda del centro de Trípoli.Carlos Rosillo
Puestos de palomitas, frutos secos, castillos hinchables, paseos en poni… El centro de Trípoli desprende una vitalidad enorme a pesar de que el balance de muertos por el conflicto asciende ya a más de 600. En la imagen, una pareja toma un helado frente a varios puestos en una zona ajardinada cerca de la plaza de los Mártires.Carlos Rosillo
Este montón de tierra separa la zona 'segura' del comienzo del frente de Ain Zara, cerca de Trípoli. De aquí en adelante no hay vida, las casas están abandonadas y las tiendas cerradas.Carlos Rosillo
Un joven hace una foto en un mirador junto a la playa de Trípoli, desde el que se pueden ver dos enormes banderas frente al Ministerio de Asuntos Exteriores.Carlos Rosillo
Una familia libia se prepara para merendar en la playa de la capital. Es muy habitual utilizar la playa como punto de reunión en esta época del año, como podría ocurrir en cualquier otra ciudad del Mediterráneo.Carlos Rosillo
Dos hombres posan junto a sus motos en la plaza de los Mártires en el centro de la capital libia. En esta plaza se mezclan familias paseando con los acelerones de estos aficionados a las scooters.Carlos Rosillo
Vista aérea del centro de Trípoli, parece un lugar tranquilo, seguro, controlado por una de las cuatro grandes brigadas paramilitares que manejan el poder real de la capital. “La apariencia de tranquilidad es engañosa”, explica un experto en seguridad extranjero.Carlos Rosillo