Cartas al director

El precio de la belleza

A todo se le ha puesto un valor: a vivir, a morir, al bosque, a los animales, a los lagos, a los mares. Día tras día se crían animales que no podrán tener una vida digna, seres enclaustrados destinados a la muerte. Cada día se talan bosques de este país, sí, de este mismo país. Encontramos espacios desiertos y cubiertos de lodo donde antes había vida, y que ahora volverán a replantarse con un monólogo de árboles poco agraciados pero rentables. Cada día se volcarán miles de residuos al mar que navegarán mecidos por la marea hasta que no pueda más. Vendemos, ponemos precio a todo y destruimos to...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A todo se le ha puesto un valor: a vivir, a morir, al bosque, a los animales, a los lagos, a los mares. Día tras día se crían animales que no podrán tener una vida digna, seres enclaustrados destinados a la muerte. Cada día se talan bosques de este país, sí, de este mismo país. Encontramos espacios desiertos y cubiertos de lodo donde antes había vida, y que ahora volverán a replantarse con un monólogo de árboles poco agraciados pero rentables. Cada día se volcarán miles de residuos al mar que navegarán mecidos por la marea hasta que no pueda más. Vendemos, ponemos precio a todo y destruimos todo. Entonces gastamos esos ahorros fruto de la destrucción en unas vacaciones lejos, en esa playa, en ese lago, en ese bosque, con esos amigos, con las parejas, observando esos animales, haciéndonos fotos que publicamos en red diciendo: “Esto es vida, es simplemente hermoso”. Irónico.

J. David Collazo Dubra. Golmar, Laracha (A Coruña)

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En