Los mejores ordenadores portátiles para estudiantes por menos de 400 euros

Ya ha arrancado el curso escolar y las vacaciones de verano parece que quedan muy lejos, pero siempre es un buen momento para renovar nuestro ordenador portátil. La amplia oferta existente en el mercado permite encontrar modelos por menos de 400 euros que se adaptan a la perfección a las necesidades de estudio para realizar tareas básicas tales como trabajar con documentos de texto, realizar presentaciones o navegar por Internet, entre otras. Ahora bien, sus configuraciones son muy sencillas, por lo que será complicado que su rendimiento se mantenga a buen nivel cuando se les pida tareas que requieren más potencia como por ejemplo la edición profesional de imágenes.

En la actualidad, encontramos dos tendencias claras: por un lado, los ordenadores portátiles tradicionales, con pantallas que oscilan entre 13 y 16 pulgadas y configuraciones algo más avanzadas. Por otro, los equipos que pueden utilizarse como portátil o tableta, más compactos (alrededor de 10 pulgadas) y con un rendimiento más ajustado, pero más versátiles.

Durante una semana completa, cada uno de los portátiles se ha convertido en nuestro ordenador de trabajo, ya que nuestras labores diarias se parecen mucho a las que realiza cualquier estudiante: acceso permanente al correo electrónico, procesador de textos, documentos compartidos en la nube, navegación por Internet e, incluso, música con una plataforma de streaming...

Tras las pruebas y análisis, el equipo ganador ha resultado ser el HP Notebook 15 (8,75 de valoración), un portátil tradicional con pantalla de 15,6 pulgadas, una configuración nada desdeñable para su precio y un rendimiento acorde a ello. Junto a él, hemos probado Acer Swift 1 (8,5), Asus VivoBook Flip 12 (8,25), Dell Vostro 3568 (7,75), Toshiba Satellite Pro R50-C-1E8 (7,75) y Lenovo Miix 320 (7,5).

HP 15-bs040ns: el más potente

Rozando el precio límite establecido para esta comparativa se encuentra este modelo de portátil tradicional que se convierte en ganador por una clara razón: su configuración es la más avanzada de entre todos los modelos (junto con el de Dell) y en la que destaca su procesador Intel Core i3 y 4 GB de memoria RAM, como muestra su ficha técnica. Por ello, además de funcionar bien con procesadores de texto y navegación por Internet, nos permite utilizar algunos programas algo más exigentes sin que se resienta demasiado su rendimiento. Del mismo modo, un disco duro de 500 GB garantiza poder instalar y guardar multitud de programas y archivos de todo tipo. La amplia variedad de conexiones contempladas (tres USB, RJ45, HDMI…) facilita su uso junto con otros dispositivos. La autonomía de su batería, por otro lado, supera con soltura las 10 horas de trabajo: uso de Word y otros programas de Office, navegación, música a través de unos auriculares…

También cuenta con la pantalla más grande (15,6 pulgadas), lo que permite disfrutar de imágenes de un tamaño más cómodo para la vista. Sin embargo, eso penaliza su portabilidad, ya que al ser más grande es algo más incómodo de transportar: y, sobre todo , su peso: supera por unos gramos los dos kilos.

En formato portátil

Estos equipos, con el diseño ‘tradicional’, cuentan con procesadores más avanzados que los convertibles que permiten que el funcionamiento sea más fluido y se puedan realizar tareas algo más complejas.

Acer Swift 1

Este equipo está destinado a aquellos que busquen un portátil de formato clásico para llevar cómodamente de un lado a otro. Dotado de una pantalla de 13,3 pulgadas con calidad Full HD, es bastante fino y pesa 1,60 kilogramos aproximadamente. A pesar de su reducido tamaño, hay espacio para una buena variedad de conexiones (dos puertos USB, por ejemplo), un teclado de tamaño completo e, incluso, para un lector de huellas dactilares que permite iniciar sesión con sólo tocarlo.

Su rendimiento, además, lo sitúa cerca del ganador de la comparativa, con un procesador Intel Celeron N3030 y 4 GB de RAM. La gran perjudicada es la capacidad de almacenamiento, 64 GB en este caso. No es la más baja de la selección pero sigue siendo escasa para un uso diario sin preocupaciones, por lo que se hace casi obligatorio disponer de un servicio de almacenamiento en la nube o un disco duro externo. Sin embargo, hemos quedado muy satisfechos con su autonomía, que aunque según la firma alcanza las 12 horas, en nuestras pruebas se acerca más a las 10. Suficiente para garantizar que la batería no se vaya a acabar en medio de la jornada escolar o de una tarde de estudio.

Dell Vostro 3568

Su característica más destacada es la amplia variedad de opciones de personalización que contempla: desde el sistema operativo (Windows 10 Home o Windows 10 Pro), hasta la cantidad de memoria RAM (4 u 8 GB), una unidad para la grabación y reproducción de discos DVD e, incluso, un lector de huellas que permite iniciar sesión de forma rápida y segura sin contraseña gracias a Windows Hello, la función de reconocimiento biométrico de Windows 10.

Sin embargo, la configuración que hemos probado para poder ajustarnos al precio fijado para la comparativa es la más básica, por lo que no posee ninguno de estos añadidos y, además, con la versión Home del sistema operativo. Ofrece un funcionamiento muy equilibrado y lo hemos utilizado incluso sin problema para la reproducción de contenidos multimedia. Nos gusta su pantalla de 15,6 pulgadas, provista de un recubrimiento anti reflectante que posibilita una visualización muy buena en cualquier entorno, así como el sonido que entregan sus altavoces. Por el contrario, no nos convence demasiado su diseño, el más serio y ‘profesional’ de entre todas las propuestas analizadas, sobre todo porque el tamaño general es bastante grande y su peso se sitúa en los 2,18 Kg, algo que tener en cuenta si se va a transportar de un lado para otro de forma habitual.

Toshiba Satellite Pro R50-C-1E8

El modelo seleccionado para esta comparativa cuenta con una pantalla de 15,6 pulgadas con resolución HD, Windows 10 Pro, un procesador Intel Celeron y 4 GB de memoria RAM. En lugar de un disco duro tradicional, integra una unidad SSD que permite una rápida puesta en marcha y que los programas también se ejecuten con velocidad, siempre teniendo en cuenta las limitaciones del procesador durante el uso diario. Un detalle: su capacidad es de 128 GB. Para las labores propias de un estudiante no debería suponer un problema, aunque es bastante ajustada.

Como es un portátil diseñado para entornos profesionales (recordemos que Toshiba anunció que dejaba de vender modelos de consumo en España y otros países en 2016), incluye algunas soluciones interesantes también para el entorno educativo. La más destacada es un sistema que protege los datos internos cuando, por ejemplo, se produce una caída del dispositivo. Además, cuenta con un diseño robusto que transmite la sensación de durabilidad. ¿Lo malo? Su peso, 2,1 Kg, que hacen que no sea demasiado cómodo llevar de un lado a otro.

Dos en uno

A medio camino entre un portátil y una tableta, los modelos convertibles son recomendables para aquellos estudiantes que vayan a sacar partido a su capacidad táctil. Hay dos opciones: modelos en los que pantalla y teclado se separan completamente y otros en los que pueden colocarse en múltiples posiciones.

Asus VivoBook Flip 12

Windows 10 Home, procesador Intel Celeron N3350 y 4 GB de memoria RAM son algunas de las prestaciones de este modelo dotado con una memoria interna de sólo 32 GB (ampliable con tarjetas de memoria, eso sí). ¿Qué supone esta cifra? Que prácticamente no se podrán instalar programas ni guardar documentos (de vídeos mejor ni hablamos) y que su uso se debe limitar a programas y documentos en la nube si queremos disfrutar de una buena experiencia.

Con un diseño dos en uno, pantalla y teclado no se separan completamente, pero están unidos por una bisagra metálica que permite moverlos 360º para situarlos en diferentes posiciones según el uso que se le vaya a dar. Desde la marca afirman que este componente ha pasado pruebas de durabilidad que garantizan 20.000 ciclos de apertura y cierre. En el día a día lo que podemos afirmar es que el movimiento es fluido y que, efectivamente, transmite sensación de durabilidad.

Uno de los aspectos más llamativos (y que mejor funciona) es su pantalla táctil, con un tamaño de 11,6 pulgadas y con una respuesta positiva al toque de los dedos. Además, con resolución HD y distintas tecnologías para reducir los reflejos y mejorar la nitidez, ofrece imágenes con una calidad más que aceptable para un equipo en este rango de precio.

Lenovo Miix 320

Este convertible ofrece la posibilidad de separar teclado y pantalla (Full HD de 10,1 pulgadas) para poder utilizar esta última a modo de tableta, cambiando automáticamente de un modo a otro. Además, presume de un diseño ergonómico y resistente a golpes y caídas. De esta manera, puede soportar el día a día de los alumnos y los traslados entre la casa y el centro educativo metido en una mochila. En su configuración destacan un procesador Intel Atom, gráficos HD Graphics, hasta 4 GB de memoria RAM, almacenamiento de hasta 128 GB y una autonomía de 10 horas.

Funciona con Windows 10 Pro e incluye la suite de colaboración Office 365. El funcionamiento es fluido con los programas incluidos en ella, aunque cuando se le exige demasiado —si se abren muchas pestañas en el navegador o varios programas a la vez— se nota de forma palpable que tarda mucho más en cargar los contenidos. Y este es sin duda su mayor hándicap. Muy positiva es la experiencia al teclear, gracias a un teclado estilo isla que reduce los errores de mecanografía; aunque es cierto que se necesita un periodo de adaptación a él.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 29 de enero de 2019.