Falta de personal

Cualquiera que haya recurrido a los servicios públicos en estos últimos años habrá podido notar un paulatino descenso del número de profesionales que trabajan en dichos servicios: centros sanitarios, docentes, policía, administrativos, etcétera. Cuando los profesionales se jubilan las plazas no se cubren. La falta de relevo generacional y el envejecimiento de las plantillas acabarán conduciendo en un corto plazo a un problema irresoluble. “No hay dinero” es el lema de las Administraciones, y no se crean plazas nuevas. El hecho: en los servicios públicos, la media de edad es de 50 años para arr...

Cualquiera que haya recurrido a los servicios públicos en estos últimos años habrá podido notar un paulatino descenso del número de profesionales que trabajan en dichos servicios: centros sanitarios, docentes, policía, administrativos, etcétera. Cuando los profesionales se jubilan las plazas no se cubren. La falta de relevo generacional y el envejecimiento de las plantillas acabarán conduciendo en un corto plazo a un problema irresoluble. “No hay dinero” es el lema de las Administraciones, y no se crean plazas nuevas. El hecho: en los servicios públicos, la media de edad es de 50 años para arriba. Cualquiera puede calcular cuánto nos queda para que estos servicios empiecen a mostrar fallas importantes, empezando por la de los servicios médicos, con promociones muy menguadas, plantillas cortas y muchos profesionales que emigran en busca de un futuro mejor.

Mientras el número de políticos no para de aumentar, el de los trabajadores no cesa de reducirse. Propongo reducir a la mitad a los políticos y aumentar el personal en los servicios en que son absolutamente necesarios. Ni más ni menos.

Ángeles Ezama Gil

Zaragoza