Este Gobierno es como un sábado

Cuando era pequeño, mi madre organizaba los sábados, no todos afortunadamente, pequeños zafarranchos. La casa necesitaba un empujón y ese sábado tocaba limpiar todas las estanterías con todos sus libros, colocar de otro modo los muebles del comedor, cambiar la ropa de invierno a verano, lavar las cortinas… Aquellas actividades para las que no quedaba tiempo en la rutina diaria y solo podían llevarse a cabo contando con la extensión de la mañana del sábado.

Este Gobierno es como un sábado. Va a hacer todas las cosas que habían quedado arrinconadas para cuando hubiese tiempo: sacar al ge...

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Cuando era pequeño, mi madre organizaba los sábados, no todos afortunadamente, pequeños zafarranchos. La casa necesitaba un empujón y ese sábado tocaba limpiar todas las estanterías con todos sus libros, colocar de otro modo los muebles del comedor, cambiar la ropa de invierno a verano, lavar las cortinas… Aquellas actividades para las que no quedaba tiempo en la rutina diaria y solo podían llevarse a cabo contando con la extensión de la mañana del sábado.

Este Gobierno es como un sábado. Va a hacer todas las cosas que habían quedado arrinconadas para cuando hubiese tiempo: sacar al general del Valle, cambiar el huso horario, liberar las autopistas, volver a las renovables… Y a lo mejor, no resulta tan mal, a lo mejor resulta que eran cosas necesarias y no habíamos sacado un rato para hacerlas.— Pepe Martínez. Vitoria.

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