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La industria de los videojuegos merece el apoyo del Gobierno

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Prueba de un videojuego en la jornada inaugural de Gamescom.SASCHA STEINBACH (EFE)

La principal industria del mundo del entretenimiento. No se trata solo de ingresos —100.000 millones de euros en 2017, más que la suma del cine y las series, con un crecimiento del 80% desde 2013—, sino del espacio que ocupan en la vida de millones de personas. Por eso tiene todo el sentido que el ministro de Cultura, José Guirao, mostrase su apoyo a la industria española con su visita a Gamescom, la principal feria europea del sector, que se celebra estos días en Colonia y que tiene a España como protagonista.

Se trata de un reconocimiento que la industria siempre ha reclamado, pero qu...

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La principal industria del mundo del entretenimiento. No se trata solo de ingresos —100.000 millones de euros en 2017, más que la suma del cine y las series, con un crecimiento del 80% desde 2013—, sino del espacio que ocupan en la vida de millones de personas. Por eso tiene todo el sentido que el ministro de Cultura, José Guirao, mostrase su apoyo a la industria española con su visita a Gamescom, la principal feria europea del sector, que se celebra estos días en Colonia y que tiene a España como protagonista.

Se trata de un reconocimiento que la industria siempre ha reclamado, pero que no es suficiente. El sector español ha experimentado un crecimiento importante desde hace años —el 52% de las empresas actuales no existían hace un lustro—, pero está constituido sobre todo por empresas pequeñas, formadas por cuatro o cinco personas, con problemas para lograr financiación más allá de las contribuciones de los socios y con un 2% de compañías que acumulan un 50% de la facturación. El problema es que se está produciendo una importante fuga de creadores hacia países donde la industria es mucho más boyante.

El ministro celebró la importancia de los videojuegos como vehículo cultural, algo que ya muy pocos discuten —en septiembre, el Victoria and Albert de Londres inaugura una exposición sobre el tema—. Otra cosa es el creciente debate sobre la adicción que generan, que se ha acrecentado desde que están disponibles en móviles.

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Sea como sea, un sector con este potencial creativo, que emplea a tantos jóvenes y que ha experimentado un crecimiento tan sostenido en todo el mundo no debería representar otra oportunidad perdida para el desarrollo tecnológico de España. Las ayudas establecidas a partir de este mismo año, dirigidas principalmente a los estudios pequeños, representan un paso positivo. Es una partida que no se debería perder.

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