En los tiempos en que se hacía la mili, corría este proverbio cuartelero: “Que se fastidie el cabo, que yo no como rancho”. De este modo se visibilizaba la contradicción infantil en que caía más de un sorchi desconocedor aún de las ordenanzas. El adagio me viene hoy como de molde para describir la posición que ha anunciado Casado, el flamante presidente del PP, sobre el techo de gasto y los objetivos de déficit público pactados por el Gobierno: “Que se fastidie el Gobierno, que yo veto los 5.500 millones de euros para las comunidades autónomas y la Seguridad Social”.— ...

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En los tiempos en que se hacía la mili, corría este proverbio cuartelero: “Que se fastidie el cabo, que yo no como rancho”. De este modo se visibilizaba la contradicción infantil en que caía más de un sorchi desconocedor aún de las ordenanzas. El adagio me viene hoy como de molde para describir la posición que ha anunciado Casado, el flamante presidente del PP, sobre el techo de gasto y los objetivos de déficit público pactados por el Gobierno: “Que se fastidie el Gobierno, que yo veto los 5.500 millones de euros para las comunidades autónomas y la Seguridad Social”.— Luis de Luxán Meléndez. Porrúa, Llanes (Asturias).

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