Té de coca y Mundial de fútbol

El País Semanal atribuyó por error la suspensión de Paolo Guerrero, ídolo de la selección de Perú, al consumo de drogas

Paolo Guerrero celebra un gol, el 26 de junio.MAX ROSSI (REUTERS)

Sergio Galarza, escritor peruano residente en Madrid, firmaba el pasado domingo en El País Semanal un artículo sobre el futbolista estrella de su país, Paolo Guerrero, uno de los artífices de la clasificación de Perú para el Mundial de Rusia, tras 36 años de ausencia de estas citas.

En el artículo se pasaba revista al drama nacional que había supuesto la suspensión de Guerrero tras detectarse en su cuerpo la presencia de benzoilecgonina, principal metabolito de la cocaína, en una prueba antidopaje que se le realizó en octubre pasado. Suspensión levantada cautelarmente por el Tr...

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Sergio Galarza, escritor peruano residente en Madrid, firmaba el pasado domingo en El País Semanal un artículo sobre el futbolista estrella de su país, Paolo Guerrero, uno de los artífices de la clasificación de Perú para el Mundial de Rusia, tras 36 años de ausencia de estas citas.

En el artículo se pasaba revista al drama nacional que había supuesto la suspensión de Guerrero tras detectarse en su cuerpo la presencia de benzoilecgonina, principal metabolito de la cocaína, en una prueba antidopaje que se le realizó en octubre pasado. Suspensión levantada cautelarmente por el Tribunal Federal Suizo, poco antes de iniciarse el Mundial.

Aunque Galarza no lo mencionaba en ningún momento, los titulares del artículo afirmaban que la suspensión de Guerrero se había producido por “consumo de drogas”. El error figuraba tanto en el encabezado de la edición impresa –El fútbol, la coca y el milagro de Perú-, en cuyo sumario se aludía al “consumo de drogas”, como en el de la edición digital: Paolo Guerrero, estrella de la selección, fue suspendido por consumo de droga y luego rehabilitado para jugar el Mundial.

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Y se abundaba en la confusión, lamentablemente, en el tuit con el que se anunció el artículo en esa red social: “El capitán de la selección de Perú, Paolo Guerrero, vivió cómo se clasificaba la selección envuelto en una telaraña. Dio positivo en cocaína. Los peruanos le perdonaron. Creían más o menos que era un derecho ver al héroe nacional del momento en Rusia 2018”.

Cambiar el titular sin conocer a fondo el tema ha sido una temeridad

Titulares y tuit que han provocado, justamente, enorme malestar en Perú, ya que asociaban la suspensión de Guerrero con el consumo de drogas, acusación que nunca se le ha formulado al deportista por parte de las instancias oficiales que han examinado su caso. La defensa del futbolista se ha basado en que la sustancia detectada en la prueba antidopaje procedía de la ingestión de un té de coca.

Guerrero es un ídolo nacional en Perú, y las reacciones de indignación y furia que ha provocado el artículo de EPS así lo corroboran. Esta Defensora ha recibido llamadas interesándose por el caso, y alguna carta de protesta, aunque nada comparado con la lluvia de críticas, y hasta amenazas de muerte, que ha caído sobre Galarza en las redes sociales pese a no ser responsable del error.

“El titular de la nota es obra de la redacción”, señala el escritor. “No se me consultó eso ni el encabezado ni la foto que acompaña al texto. En cuanto al texto, me ciño a hechos ciertos, uno de ellos es la resolución sobre el caso Guerrero. Cuando vi el titular que ponía ‘consumo de drogas’ me sorprendió y pensé que la redacción del EPS había encontrado algún dato que a mí se me había escapado y como era tarde ya decidí llamar al día siguiente al responsable para que me lo aclarase. Lo que lamento es que casi nadie haya leído el texto, en el que se resalta la garra del jugador y su calidad humana. También lamento que los lectores sean tan inconscientes de las consecuencias que puede tener una amenaza de muerte hacia un periodista. Supongo que a estas personas le gusta el fútbol, pero su verdadero hobbie es el linchamiento virtual”.

Amelia Castilla, redactora jefa de El País Semanal, confirma la versión de Galarza: “El titular como norma debe ser muy preciso y resumir el texto para orientar al lector sobre la noticia. El editor, en este caso, asoció la suspensión de Paolo Guerrero con el consumo de drogas, basándose en que no pudo jugar los dos partidos previos al Mundial tras someterse a una prueba antidopaje. En su cuerpo se había detectado benzoilecgonina, principal metabolito de la cocaína”.

El artículo de Galarza es un texto literario en el que la peripecia de Guerrero permite al escritor abordar la personalidad del futbolista y la intensidad de la pasión mundialista que ha vivido Perú. Cambiar el titular en el sentido que se hizo sin conocer a fondo el tema ha sido una imprudencia.

El País Semanal ha corregido el error, (El jugador estrella de Perú, suspendido y rehabilitado para el Mundial, se lee ahora en el titular). Error que no se habría producido si el equipo del EPS hubiera consultado el cambio de título con el autor del texto. Entiendo que no siempre es posible, pero hay que procurar hacerlo siempre.

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