Columna

A la víctima

Lo inédito es que, por tu coraje, nada volverá a ser lo mismo. Y eso sí se elige

Manifestación estudiantil contra la sentencia del caso de La Manada en Barcelona.ALBERT GARCIA

Tienes 20 años, quién los pillara. Eso decimos quienes teñimos canas sin acordarnos de que en todas las décadas se goza y se sufre según te vienen dadas. A ti te vinieron mal dadas una noche hace dos años, y puede que hayas sufrido más en dos décadas que muchos de quienes podríamos ser tus padres en medio siglo. Qué sabe nadie. Lo que sí sabemos es que desde entonces llevas oyendo hablar de ti a todo el mundo, todos los días, en todas partes. A gente de todo pelaje debatir si te dejaste o te negaste. A mujeres de todo género llamándote hermana. A políticos de todo bando usarte de bandera. Al a...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tienes 20 años, quién los pillara. Eso decimos quienes teñimos canas sin acordarnos de que en todas las décadas se goza y se sufre según te vienen dadas. A ti te vinieron mal dadas una noche hace dos años, y puede que hayas sufrido más en dos décadas que muchos de quienes podríamos ser tus padres en medio siglo. Qué sabe nadie. Lo que sí sabemos es que desde entonces llevas oyendo hablar de ti a todo el mundo, todos los días, en todas partes. A gente de todo pelaje debatir si te dejaste o te negaste. A mujeres de todo género llamándote hermana. A políticos de todo bando usarte de bandera. Al abogado de tus agresores decir hasta ayer mismo que su único delito fue no ser caballerosos y dejarte sin móvil tras haber satisfecho tus demandas sexuales. Bien: te diré qué pienso yo de ti sin conocerte de nada.

No, para mí no fuiste un referente ni un ejemplo de nada para nadie aquella noche, ni todo lo contrario. Fuiste nada más y nada menos que una víctima. Una mujer libre que se topó con cinco criminales. No fuiste la primera ni serás la última violada. Tú no elegiste ser forzada por cinco sujetos sin ningún respeto por la libertad de las mujeres, salvo, solo quizá, la de sus madres, hermanas y novias. No, para mí no fuiste ninguna heroína aquella madrugada en aquel portal de Pamplona. Empezaste a serlo cuando decidiste denunciarles y no justificarte por nada ante nadie. Pudiste claudicar. Pudiste responderles. Pudiste ponerte a su altura. Tenías todo el derecho a entrar a todos los trapos y, en vez de eso, agradeciste ayer el apoyo a propios y extraños y exhortaste a no callar a quienes pasen por lo mismo. Frente a la bajeza de quienes siguen pensando que algo harías aquella noche de farra, te elevas y ni siquiera nombras a tus verdugos. No son importantes. Violadores seguirá habiendo. Lo inédito es que, por tu coraje, nada volverá a ser lo mismo. Y eso sí se elige. Gracias.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En