Juan Luis Cebrián
Con la salida de Juan Luis Cebrián de la presidencia de PRISA se cierra una de las etapas más brillantes del periodismo español. La fundación de EL PAÍS y sus 42 años de recorrido a lo largo de la reciente historia de España son la obra de un gran profesional de la información que entra por derecho propio en el cuadro de honor del periodismo del siglo XX y al que los profesionales, especialmente los de su generación, debemos reconocimiento y gratitud por haber enaltecido este viejo oficio tan necesitado hoy de innovadores de la talla de Cebrián. Justo es subrayarlo en esta hora de su despedida...
Con la salida de Juan Luis Cebrián de la presidencia de PRISA se cierra una de las etapas más brillantes del periodismo español. La fundación de EL PAÍS y sus 42 años de recorrido a lo largo de la reciente historia de España son la obra de un gran profesional de la información que entra por derecho propio en el cuadro de honor del periodismo del siglo XX y al que los profesionales, especialmente los de su generación, debemos reconocimiento y gratitud por haber enaltecido este viejo oficio tan necesitado hoy de innovadores de la talla de Cebrián. Justo es subrayarlo en esta hora de su despedida del periódico que creó hace cuatro décadas.— Francisco Giménez-Alemán, exdirector de Abc. Sevilla.
Como lectora de EL PAÍS desde su fundación, quiero manifestar mi admiración y gratitud a Juan Luis Cebrián por haber formado parte del periódico que vino a iluminar las vidas de tantos españoles que veníamos de una etapa de desinformación e ignorancia de lo que sucedía en el mundo. Gracias a su trabajo, se despertaron conciencias, las mentes se abrieron al conocimiento y empezamos a pensar por nosotros mismos y empezamos también a crear opinión sobre los acontecimientos. Aprendimos, tímidamente, a decir lo que pensamos y a descubrir que somos ciudadanos con derechos y deberes, no plebe sin derechos y desinformada. Juan Luis Cebrián cuenta con mi gratitud. Su labor al frente del diario EL PAÍS deja una huella imborrable en muchos de nosotros. Muchas gracias y feliz jubilación.— María Teresa Pérez Bouza. Madrid.